Paulatinamente
estoy escribiendo sobre diversos aspectos del socialismo. El socialismo
puede ser estudiado de diversas formas e inclusive puede llegar a tomar el
poder por medios ilícitos, incluyendo golpes de Estado, luchas de clase y
guerras. Uno de los calificativos que se incluyen para estudiar y aplicar el
socialismo es el llamado socialismo científico.
El
socialismo científico se refiere a un método para comprender y predecir
fenómenos sociales, económicos y materiales, mediante el examen de sus
tendencias históricas, haciendo uso de un supuesto método científico con el fin
de obtener resultados probables y desarrollos futuros. Ello contrasta con lo
que los socialistas posteriores llamaron socialismo utópico, un método basado
en establecer proposiciones aparentemente racionales para organizar la sociedad
y convencer a otros de su racionalidad y conveniencia. También contrasta con
las nociones liberales clásicas de la ley natural, que se basan en nociones
metafísicas de moralidad, más que en una concepción materialista dinámica del
mundo.
Pierre-Joseph
Proudhon (1809 - 1865), filósofo, político, economista, periodista y
revolucionario socialista libertario y anarquista francés, quien en su obra “¿Qué
es la propiedad?”, aboga por una sociedad gobernada por un gobierno científico,
es decir, una soberanía que se basa en la razón, en lugar de la pura voluntad.
Entre sus seguidores encontramos al francés François Marie Charles Fourier
(1772 - 1837), quien calificó a los modelos concebidos con anterioridad a su
sistema como utópicos, contraponiéndoles su "ciencia social".
La
distinción más famosa del socialismo científico se dio por obra de los
filósofos alemanes Karl Marx (1818 - 1883) y Friedrich Engels (1820 - 1895), los
cuales fueron llamados “socialistas vivos marxistas”. Esta ideología rompió con
los considerados “socialistas utópicos”, desde el punto de vista marxista,
porque no representaban a su entender, cómo combatir el capitalismo en la
práctica, pero a la vez reconociendo la importancia del análisis crítico de la
realidad política y económica del capitalismo durante la revolución industrial.
Con
el paso del tiempo, la distinción entre el socialismo utópico y el socialismo
científico, se origino con Karl Marx, que se buscó distinguir al marxismo
revolucionario del resto de las corrientes socialistas existentes a mediados
del siglo XIX, que por no incluir premisas históricas científicas son
calificadas como socialismo utópico.
El
filosofo de la ciencia Karl Popper (1902 - 1994), en su libro "La sociedad
abierta y sus enemigos", caracterizó al socialismo científico como una pseudociencia,
argumentando que su método es lo que él llama "historicismo".
El método de analizar tendencias históricas y derivar leyes universales de
ellas.
El
filósofo suizo Karl Popper critica este enfoque como acientífico, ya que sus
principios no pueden probarse y, en particular, no están sujetos a la capacidad
de demostrarse como falsos. El brillante economista inglés John Maynard Keynes (1883
– 1946), afirmó que el marxismo es la aplicación más radical del utilitarismo,
jamás teorizada. Pese a las críticas de Keynes, éste último coincidió en la
necesidad de conciliar trabajo y estudio.
El
socialismo científico se ha vulgarizado hasta tal extremo, que se considera el
socialismo marxista como el verdadero socialismo científico.
Como
podrá observarse, el socialismo no es único ni permanente.
Vicente
Llopis Pastor
08
de mayo de 2025
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