En el
artículo de ayer me referí al “rescate financiero” y prometí que hoy escribiría
sobre el rescate financiero del Banco CAM y la trayectoria que siguieron
durante el siglo XX las numerosas Cajas de Ahorros existentes en la provincia
de Alicante y su camino a englobarse dentro del actual Banco Sabadell.
Durante el
primer tercio del siglo XX existieron en la provincia de Alicante numerosas
Cajas de Ahorros locales con una extensión ligada a un solo pueblo o población
hasta que llegó la Guerra Civil Española (1936-1939). Al finalizar ésta se
crea, en el año 1940, la Caja de Ahorros del Sureste de España, que operaba
tanto en la provincia de Alicante como en la de Murcia, pasando a ser la Caja
de Ahorros más importante de su zona de actuación, con la que compiten otras
Cajas de Ahorros locales, entre ellas el Monte de Piedad y Caja de Ahorros de
Alcoy, fundada en 1875; las Cajas de Ahorros de Nuestra Señora de los Dolores
de Crevillente, en 1903; Caja de Ahorros de Novelda, en 1903; Caja de Ahorros
de Nuestra Señora de Monserrate de Orihuela, en 1906 y algunas otras.
Estas
Cajas de Ahorros, junto a la Caja de Ahorros Provincial de Alicante (1954),
operaban bajo un “statu quo” y obligadas a las llamadas “inversiones
obligatorias” para financiar parcialmente la política económica de nuestro
país. Conforme se va desarrollando nuestro país se aprueba la Ley de Bases del
Crédito y la Banca de 1962, en la que se nacionaliza el Banco de España y
aparecen una nueva tipología de intermediarios financieros bancarios, entre
ellos los Bancos comerciales, Bancos de inversión y cajas de ahorro
benéfico-sociales, a las que se va liberando de cumplir algunas obligaciones
que les fijaba el Gobierno. Esta liberalización del Sistema Financiero Español
afecta a las Cajas de Ahorros; y en el año 1974 se aprueba la libertad de
expansión de los Bancos y en 1975 la libertad de expansión de las Cajas de
Ahorros, con lo que cada una de estas entidades deja la limitación operativa
que antes tenía.
Refiriéndonos
a las Cajas de Ahorros, comienza a liberalizarse el cambio de moneda; operatoria
con moneda extranjera; descuento de efectos comerciales y a algunas Cajas de
Ahorros, en virtud de su autorizada expansión geográfica, se lanzan en tromba a
crear centenares de oficinas por toda España. Tal es el caso de la Cajas
alicantinas que abren oficinas en lugares tan lejanos como La Coruña, Madrid,
Barcelona, Valencia, Sevilla y otras zonas del territorio español que resultan
una aventura muy costosa. Ello provoca que las Cajas de Ahorros alicantinas que
he citado anteriormente se fusionen con la Caja de Ahorros del Sureste de
España, creando la llamada Caja de Ahorros de Alicante y Murcia (CAAM) en la
que no se integra la Caja de Ahorros Provincial de Alicante.
Esta CAAM,
ante la liberalización que se fijó en la política monetaria española de aquel
momento, dio lugar a que muchas oficinas y plantillas de personal la transformaran
en una entidad de mucho grosor y poca agilidad. Tenía el cuerpo de un atleta
sin la agilidad de un felino. Durante un tiempo se hablaba de que, en España,
de la noche a la mañana, en cada esquina en que había un bar o cafetería al día
siguiente amanecían transformadas en un Banco o Caja de Ahorros.
Esta CAAM
reestructura su organización e incluso cambia su nombre pasando a llamarse Caja
de Ahorros del Mediterráneo (CAM). Esta entidad apuesta por una ambiciosa
trayectoria, operando en el mercado financiero mayorista, mucha audacia en el
sector inmobiliario, abriendo oficinas incluso en el extranjero. La crisis
financiera de 2008, iniciada por la quiebra de la financiera Lehmann Brothers
como un fortísimo jarro de agua fría que casi ahoga a la CAM y que ésta tiene
que actuar en consecuencia. A partir de dicho momento, se desvanece totalmente el
poderío que mostraba públicamente pero que internamente presentaba un cáncer
con metástasis. La rueda de la fortuna respecto a la CAM se desencadenó de esta
manera.
La CAM
comienza a debilitarse y tiene que aplicar medidas para reforzar su liquidez,
rentabilidad y seguridad. Para ello, se integra en un Sistema Institucional de
Protección (SIP) junto con Caja Astur, Caja de Extremadura y Caja Cantabria,
creando el Banco Base. De este Banco Base se separa la CAM, que tuvo que
solicitar 2.800 millones de euros al Fondo de Reestructuración Ordenada
Bancaria (FROB) para reforzar su capital y su solvencia.
El 8 de
abril de 2011, el Consejo de Administración de la CAM ratificó la adquisición
de la totalidad del capital social del Banco Base por parte de la CAM. Una vez
disuelto el contrato de integración con Caja Astur, Caja Extremadura y Caja
Cantabria, la CAM aprobó de forma unánime el cambio de denominación de Banco
Base, pasando a llamarse Banco CAM, el cual tendría su sede social en Alicante.
El 12 de
mayo de 2011, la CAM adquirió el 60% del capital social de Banco Base,
propiedad de las otras Cajas de Ahorros que integraban el SIP, y pasó a ser el
accionista único del Banco. El 21 de junio de 2011 se produjo el cambio de
denominación de Banco Base a Banco CAM y el 22 de julio se produjo la
segregación del negocio financiero de CAM en Banco CAM. Ese mismo día la CAM es
intervenida y nacionalizada por el Banco de España que cesó a los
administradores de la entidad para auditarla, recapitalizarla y abrir un
proceso de subasta para su adjudicación, un criterio que ha seguido la
Autoridad Monetaria Española para que sean otros Bancos o Cajas de Ahorros las
que solucionen los desaciertos de las entidades financieras bancarias.
Esta
adjudicación mediante subasta se resolvió el 7 de diciembre de 2011, en el que
se anunció la adjudicación de Banco CAM a Banco Sabadell por el precio
simbólico de un euro tras unas ayudas de 5.249 millones de euros del Fondo de
Garantía de Depósitos a través de ampliaciones de capital. En ese montante
estaban incluidos los 2.800 millones de euros que se inyectaron a través del
FROB. Junto a esta inyección de dinero se exigió al Banco Sabadell una serie de
condiciones respecto al número de oficinas, empleados y otras cuestiones.
Este Banco
Sabadell asume lo que antes era un Banco Base e inicialmente Caja de Ahorros
del Mediterráneo y con ello desaparece la provincia de Alicante como una plaza
financiera destacada en España, tras Madrid, Barcelona y Valencia.
Ésta es la
breve trayectoria de unos difíciles años en los que la audacia de unos, la
trayectoria de otros, la comparación entre ellos, el intento de que una Caja de
Ahorros actuara como Banco de inversión y la excesiva participación en el
sector inmobiliario trajo lo que ahora tenemos, es decir, no somos una
destacada plaza financiera y el esplendor de la CAM fue ahogado por el Mar
Mediterráneo que baña sus costas y posiblemente nuestra Caja esté fenecida y
colocada en el fondo del Mare Nostrum.
Ya estamos
acostumbrados a la operatoria del Banco Sabadell, que es el cuarto Banco
español medido por sus Activos Totales Medios (ATM) y en el que se nota el
talante catalán de cicatería y con una difícil comunicación con los clientes,
quienes apenas tienen trato directo con los empleados del banco, ya que han
establecido una serie de medios, tales como cajeros automáticos, ingresos
automáticos por cajero, pedir cita para ser atendidos, operatoria online,
puertas medianamente accesibles y un falta de relación entre Banco y clientes
que contraviene el sentido de un Banco que es el de “generar confianza”. Se da
la curiosidad de que la mayoría de los clientes no conocen ni han hablado nunca
con los empleados.
Vicente Llopis Pastor
7 de enero de 2025
Muy buen artículo Vicente. Que tiempos aquellos en los que ibas a la Caja y te sentías como en casa. Malos gestores y exceso de ambición sería la enfermedad de los últimos años de la CAM.
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