He estado
reflexionando acerca de la democracia y, sobre todo, de las democráticas
decisiones del actual Gobierno español. Y me encuentro con la siguiente
información, publicada hace algunas semanas en el diario “El Economista”,
periódico especializado en temas que le son propios: economía; producción;
precios; impuestos; banca; comercio internacional; ahorro; inversión, etcétera,
etcétera, etcétera.
Dicha
información del diario “El Economista” es la siguiente:
“El
Gobierno español busca controlar cualquier movimiento con tarjetas prepago o
para compras online. Exigirá a bancos, entidades de dinero electrónico y de
pago que informen al Fisco. Persigue que el reporte de información se haga con
más periodicidad, no sólo anual”.
Esta
fijación en los impuestos aplicables a todo tipo de transacción económica es la
forma en la que nuestro Gobierno entiende que hay que desarrollar la
democracia. La democracia significa “el gobierno del pueblo”, que intenta
mejorar la convivencia, justicia, opinión y otros muchos conceptos que se
resumen en lograr “la felicidad de los ciudadanos” porque así están totalmente
protegidos y, en el caso de España, transformarla en una “Arcadia Feliz”, la
cual ha sido incluida en la memoria de la cultura occidental como un sueño de
armonía y de paz, un lugar muy deseado en el que el ser humano vive en
equilibrio con la creación. Sería algo así como volver al “Siglo de Pericles”,
del siglo V a.C. en el que alcanzaron su apogeo diversas manifestaciones
culturales. Todo ello gracias al Gobierno del ateniense Pericles (495 a.C.-429
a.C.), que ahora se entiende a Pericles como “rodeado de gloria” y que fue un
importante jurista, magistrado, político y orador al que se considera como el
principal protagonista del “Siglo de Oro de Atenas”.
Entiendo
que nuestros actuales gobernantes intentarán logros superiores a los de
Pericles. Tanto es así que nuestro Gobierno está mejorando todo lo necesario
para una España superdemocrática. Y para ello está fijándose en alcanzar los
momentos más extraordinarios para nuestra querida España. A mi entender, uno de
esos momentos se identifica con su leitmotiv, que es el controlar, vigilar y
que los ciudadanos españoles paguen mucho más dinero a la Hacienda Pública
mediante todo lo que se les ocurra, y para ello nada mejor que un “Real
Decreto”, instrumento idóneo. Además, por las manifestaciones de la mayoría de
los miembros del Ejecutivo español, su ideología es prevenir el “fraude
fiscal”, con lo cual, y por metodología deductiva, quiere decir que todos los
españoles hacen fraude y engañan en todos los actos de su vida. A tal fin, el
Gobierno ha redactado un documento que se titula “Hacienda exigirá informar de
todos los pagos con tarjeta para evitar el fraude”, aunque todavía no está
puesto en práctica.
Hasta el
momento, y en materia de tarjetas, los bancos sólo tienen la obligación de
informar a la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) de manera
anual sobre las operaciones realizadas con los empresarios o profesionales
cuando el importe neto anual de los cobros y pagos supere los 3.000 euros. Esta
obligación de informar no sólo va a ser para las entidades bancarias, sino que
se extenderá también a las entidades de dinero electrónico, por ejemplo, Paypal,
que es una de las más conocidas, así como a las entidades de pago, es decir,
aquellas que permiten realizar servicios de pago como transferencias, por
ejemplo, American Express, Getnet o UniversalPay, entre otras. Además, se
informará de cualquier transacción, ya sea hecha por un profesional o por un
particular. Asimismo, el objetivo de la Administración Pública es que cualquier
entidad o sucursal extranjera que tenga actividad en España en materia de
pagos, también deberá informar al Fisco de la actividad que se realiza con sus
servicios en nuestro país. Todo ello con el objetivo de identificar a los
autores de los movimientos con tarjetas, Hacienda también persigue exigir a
bancos, entidades de pago o del dinero electrónico que informen del “titular
real” detrás de cada operación.
Éste es
uno de los objetivos del actual Gobierno español, que quiere identificar por
los medios más sofisticados posibles lo que hace cualquier ciudadano español.
Primeramente, por su dinero y de dónde lo obtiene y en qué lo destina o gasta.
Con ello estamos identificados por el dinero que cada ciudadano usa. Parece
contrario a “la libertad”, que es un deseo natural, pero que va a ser
totalmente transparente sólo para el Estado español, el cual pensará que es el
único portador de la libertad como dinámica de funcionamiento de todos y cada
uno de los españoles.
Y termino
con algunas frases que ya son historia. Por ejemplo:
“La
democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”. Del
Presidente estadounidense Abraham Lincoln (1809-1865).
“La
falta de dinero es la raíz de todo mal”. De Mark Twain (1835-1910),
escritor y orador estadounidense.
“Una
nación que intente prosperar a base de impuestos es como un hombre con los pies
dentro de un cubo tratando de levantarse tirando de las asas”. De Winston
Leonard Spencer Churchill (1874-1965), Primer Ministro británico.
Vicente Llopis Pastor
28 de octubre de 2024
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