El
pasado día 23 de febrero se dieron a conocer los acuerdos entre el Gobierno
español y la Generalitat de Cataluña, negociados bilateralmente entre ambos, y
que, a grandes rasgos, suponen lo siguiente:
a)
La ampliación de la plantilla de la policía de la Generalitat-Mossos d’Esquadra,
hasta alcanzar los 25.000 efectivos en 2030, dado que ambas administraciones
coinciden en la necesidad de dimensionar las respuestas dadas en materia de seguridad.
b)
Una mejora de los servicios de Administración de Justicia con un plan de choque
para lograr una ratio de jueces que se ajuste a la media estatal.
c)
Impulso de las actuaciones necesarias para que la Generalitat de Cataluña
recupere las funciones previas a la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de
las Administraciones del año 2013. De esta forma, la Administración más cercana
podrá mejorar la plantilla de recursos y del personal con habilitación de
carácter nacional.
d)
Puesta en marcha de un proyecto piloto para un servicio de ventanilla única que
integre el conjunto de servicios y tramitaciones del Estado y de la Generalitat
de Cataluña. Un servicio ciudadano novedoso para el que se creará un grupo de
trabajo.
e)
Se encomienda al grupo de trabajo creado en 2007 los análisis técnicos
necesarios para poder dar cumplimiento a la Disposición Adicional Tercera del
Estatuto de Autonomía, sobre las inversiones del Estado en Cataluña. En paralelo
se encarga a la Comisión Mixta de Asuntos Económicos y Fiscales Estado-Generalitat
poner en marcha un grupo de trabajo para la creación del consorcio paritario en
materia de inversiones.
f)
Ampliación del uso de parte del edificio de la plaza de Eusebio Güell, 4-5,
para que la Generalitat pueda dedicarlo a cualquier uso admitido por el
planeamiento urbanístico y el inicio del expediente para ceder a la Generalitat
el edificio situado en Ronda Sant Pere, 41.
Junto
a ello, el Gobierno español cede algunas competencias a la Generalitat de
Cataluña y queda desplazado en tomar decisiones dentro de Cataluña. Al propio tiempo,
el Gobierno va a condonar a la Generalitat catalana más de dieciocho mil
millones de euros de deuda, mientras que el resto de Comunidades Autónomas van
a recibir una escasa donación. Ello es fruto de la avidez de Cataluña por el
dinero. Sobre esta extraordinaria donación a Cataluña, la Asociación Profesional
del Cuerpo Superior de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE) ha expresado su
gran preocupación ante los graves perjuicios que para España y para todos
los ciudadanos conlleva el acuerdo que ha sido negociado preferentemente entre
el Partido Socialista de Cataluña (PSC) y Esquerra Republicana de Catalunya
(ERC).
Según
el propio IHE, el fin último de esta negociación es deshacer el actual sistema
de financiación autonómica, fragmentando la Agencia Estatal de Administración Tributaria
(AEAT) por una vía ilegal y en contra de la igualdad y solidaridad entre todos
los ciudadanos españoles. Igualmente afirma que los independentistas
catalanes están canalizando sus reivindicaciones a través de una negociación bilateral,
sin tener en cuenta al resto de las Comunidades Autónomas, quienes deberían tener
voz y voto en este tipo de reuniones. IHE considera que se está aceptando
la ruptura del actual sistema, utilizando un medio que no es el previsto en
nuestro ordenamiento jurídico y se trata de una amenaza seria que supone dar la
espalda a las demás Comunidades Autónomas, marcando un camino que no respeta el
Estatuto de Derecho, admitiendo de que todos los ciudadanos tendrán que pagar
la factura de los independentistas con subidas de impuestos y con prestaciones peores
de los servicios públicos, entre los que están los que actualmente presta la
AEAT, tan importante para nuestros ciudadanos.
Ante
esta situación y los resultados que conlleva para nuestro país me permito dar
alguna opinión. Por ejemplo:
1)
Bilateralidad.
Es
una forma maquiavélica de conseguir privilegios a espaldas del resto de las
Comunidades Autónomas y a mí me parece que lo correcto sería decir “una
puñalada por la espalda” al resto de las Comunidades. Mi experiencia
profesional y académica me hace pensar que usar esta técnica dentro de la
llamada “dinámica de grupos” es una forma de debilitar al Estado Español y
facilitar un posible futuro zarpazo.
2)
Caballo de Troya.
Derivado
de la Mitología Griega y que consiste en “una forma de expresar el engaño de
una persona hacia su enemigo. Es decir, la astucia de una persona para
conseguir un beneficio a través de una mentira o una trampa. Así está entendido
en el diccionario de la RAE.
3)
Desprecio.
Considerado
en psicología y en otras Ciencias Sociales una intensa sensación de falta de
respeto o reconocimiento. Es la negación y humillación del otro, de quien pone
en duda su capacidad e inseguridad moral. En este caso es el desdén, repulsa y
desaire de Cataluña hacia el resto de España.
4)
Pleitesía.
En
este caso del Gobierno Español. A mí me parece que nuestro Gobierno ha actuado
en concordia, armonía y adhesión a lo que le han planteado los catalanes, que
suelen sintetizar sus acciones como “la pela es la pela”, refiriéndose a su talante
depredador, el del “puño cerrado”. Además,
ha tenido que ir el Gobierno Español a Barcelona para inclinarse ante ella
como una muestra ilustrativa de “¿Quién es quién?” en la política. Sólo
faltaría que este acuerdo bilateral fuera redactado en el idioma catalán.
5)
Dinero.
Suele
ser muy propio de entidades e instituciones el decir que “con dinero se arregla
todo”. Posiblemente sea cierto; pero en este caso, ¿de dónde van a salir los
miles de millones de euros para dárselos a Cataluña? Dada la precariedad de
nuestro país creo que va a salir vía creación de nuevos y voluminosos impuestos
que han de pagar todos los ciudadanos españoles.
No
entro en más detalles y solamente puedo decir que esta negociación bilateral es
una vergüenza para el Gobierno Español y una nueva injusticia a los ciudadanos
de un país que acepta que le den “ante et retro”.
Me
temo que esta situación volverá a presentarse periódicamente en los próximos años.
Mi
conclusión final: “Pobrecita España”.
Vicente
Llopis Pastor
2
de marzo de 2025
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