Lo de la
“gran industria” es una ironía. La Historia nos ha demostrado que Europa ha
sido la impulsora que ha movido la economía, y sus consecuencias de generar
empresas y subir el nivel de empleo. Y digo que “ha sido” porque a pesar de las
asociaciones, convenios, colaboraciones, creatividad, comercio internacional y
otro tipo de uniones, ha dejado de serlo.
A pesar de
la Unión Europea (UE) y todos los acuerdos complementarios, actualmente Europa
es un “cascarón” que navega “a la deriva” impulsado por el viento que domina
sobre la tierra. Ya no es lo que fue y ahora el viento sopla desde otros puntos
cardinales; sobre todo de Estados Unidos de América y China, que son los países
que dominan y que tienen el beneplácito del dios mitológico del viento “Eolo” que
parece que no sopla en favor de Europa como en tiempos anteriores.
Pasando de
la Mitología a la Realidad actual, Europa se ha transformado en un satélite de
otros astros y está sufriendo las consecuencias de los dos grandes astros:
Estados Unidos y China. Cada vez Europa tiene menos fuerza de atracción, sólo
se mueve por la fuerza de atracción de dichos dos líderes, que se encuentran en
otros continentes, en este caso en América y en Asia. Para mejor entender y cuantificar este hecho
voy a referirme a los niveles de empleo de las más grandes empresas europeas.
Según los datos que he podido estudiar, nos encontramos con que Europa está
reduciendo sus empleados en cifras astronómicas y sus plantillas de personal
son cada vez menores porque se está derivando la industria puntera a Estados
Unidos y China. El Índice de Gestores de Compras, denominado comúnmente PMI, es
un indicador macroeconómico que pretende reflejar la situación económica de un
país basándose en los datos recabados por una encuesta mensual de sus empresas
más representativas que prevén los gestores de compras a corto plazo.
Como
consecuencia de este índice PMI, las grandes empresas europeas calculan una
enorme reducción de personal, concretamente, las diez primeras en prescindir de
trabajadores son:
ZF,
alemana, fabricante de cajas de cambios, chasis y otros complementos
automovilísticos. Prevé una reducción de 14.000 empleados en el próximo año.
Thyssen
Krupp, de Alemania, siderúrgica, prevé despedir a 11.000 trabajadores.Volkswagen,
de Alemania, fabricante de automóviles, prevé la reducción de 10.000
trabajadores.
Forvia
(Faurecia), reducirá el número de trabajadores en 10.000.
Nissan,
Japonesa, con numerosas instalaciones en Europa, 9.000 trabajadores.
Bosch,
multinacional alemana de ingeniería y tecnología, va a reducir su plantilla en
5.500 trabajadores.
Continental,
alemana, líder mundial en la fabricación de neumáticos, 5.000 trabajadores.
Siemens,
alemana, que opera en cuatro sectores: industria, energía, salud e
infraestructura, 5.000 trabajadores.
Schauffer,
de Alemania, suministros para la industria automotriz y el desarrollo de
componentes de energía mecánica, 4.700 empleados.
Audi, de
Alemania, fabricante de automóviles de gama alta y deportivos. Forma parte del
grupo Volkswagen, 4.500 trabajadores.
Sólo estas
diez empresas van a prescindir de 78.700 empleados, no incluimos a otros grupos
importantes ni a Reino Unido, porque este último ya no forma parte de la Unión
Europea, pero si los unimos suponen más de 100.000 despidos por la pérdida de
competitividad de Europa.
En el caso
de productos tecnológicos nos encontramos con que más de la mitad de la
producción mundial de coches eléctricos se lleva a cabo en China. La producción
aeroespacial está dominada por Estados Unidos, China y Corea del Sur; la
industria naval por Corea del Sur y otros grandes sectores en los que Europa no
fabrica y ha de acudir a otros países a adquirirlos; por ejemplo, perfumería,
moda, espectáculos y muchos otros.
Se le puede aplicar este entendible vocablo latino: “Delenda est Europa”.
Vicente Llopis Pastor
20 de diciembre de 2024
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