La
Economía Ecológica es la ciencia de la gestión sostenible y el estudio y
valoración de la sostenibilidad. La Economía Ecológica es una disciplina de la Economía,
que estudia la economía integrando los conocimientos de la ecología, biofísica,
bioquímica y otras ciencias paralelas. Por tal razón surge la denominación de
Economía Ecológica como un campo interdisciplinario.
El
problema básico que estudia la Economía Ecológica es la sostenibilidad de las
interacciones entre los subsistemas económicos y el macroeconómico sistema
natural. Dicha sostenibilidad, entendida como la capacidad de la humanidad para
vivir dentro de los límites ambientales, es enfocada como metabolismo social,
en la que la sociedad toma materia, energía e información de la naturaleza y le
expulsa residuos, energía disipada e información aumentando la entropía. A mi
entender, el resumen de las ideas básicas de la Economía Ecológica sería:
a) La
economía está incrustada en la naturaleza.
b) La escala
de una actividad económica puede sobrepasar su tamaño sostenible.
c) El
trabajo transdisciplinar, el pluralismo y la visión holística del mundo son
fundamentales.
d) La
naturaleza es el soporte vital de la humanidad, nos faltan conocimientos sobre
la naturaleza y las relaciones entre las sociedades y su medio.
e) La
teoría de sistemas fue introducida por Kenneth Boulding (1910-1993), que fue
Premio John Bates Clark en 1949, que es como un Premio Nobel otorgado a
destacados científicos de menos de cuarenta años de edad.
f) Las
cuestiones de equidad y distribución intergeneracional e intrageneracionales
son fundamentales.
g) La
naturaleza tiene un valor por sí misma, independientemente de su uso o utilidad
para los humanos.
h) La Economía
Ecológica está integrada en sistemas culturales y sociales más amplios de tal
manera que naturaleza, economía y sociedad evolucionan al mismo tiempo.
Otro de
los aspectos relevantes es la integración de la sostenibilidad en las cadenas
de suministros. Esta integración permite optimizar procesos logísticos,
minimizar residuos y reducir el impacto medioambiental en cada etapa de
producción y distribución aumentando la resiliencia empresarial frente a los
cambios del mercado o las regulaciones ambientales. Las empresas que adopten
este enfoque lograrán ser más ágiles y sostenibles, garantizando un desempeño
alineado con los estándares ecológicos contemporáneos de todos los países.
Normalmente se define como la implementación de estrategias verdes, medidas
como Producción Más Limpia (PML), definida por el programa de Naciones Unidas
para el medio ambiente y que consiste en “la aplicación continua de una
estrategia ambiental preventiva integrada a procesos, productos y servicios
para mejorar la eficiencia y reducir riesgos para las personas y el medio
ambiente”.
Adoptar
estrategias verdes no está exento de desafíos, pues implica gestionar los
costes de materialización, recursos limitados y la necesidad de innovación
continua. En este contexto, las inversiones en energías renovables y eficiencia
energética contribuyen no sólo a la competitividad empresarial, sino también a
la mitigación del cambio climático y la preservación del medio ambiente.
La
Economía Ecológica tiene un enfoque distinto al racionalismo y al enfoque
analítico de la economía convencional. La Economía Clásica separaba a la Ciencia
Económica de la Biología, la Física y la Química. La economía de los clásicos,
los llamados “padres de la Ciencia Económica” hablaron de la sustituibilidad de
sus recursos agotables. La Economía Ecológica argumenta que el capital humano y
el capital manufacturado son complementarios al capital natural, no
intercambiables. La Economía Ecológica estudia de qué manera el crecimiento
económico está relacionado con el aumento de la explotación de componentes
materiales y energéticos.
Dentro de
la Economía Ecológica aparece su tributación, los llamados “impuestos verdes”,
los cuales se han ideado para proteger el medio ambiente. Por eso la aplicación
de la Economía Ecológica tiene un gran coste y han nacido un gran número de
impuestos, tasas y ordenanzas fiscales. En el caso de España, estos impuestos
son más del 2,5% del PIB, es decir, 40.000 millones en impuestos verdes que
llevan el camino de aumentar de forma acelerada. Una nueva forma de engrosar las
arcas del Estado a través de los impuestos que han de pagar los ciudadanos
españoles.
Una
situación tributaria que se ha creado a partir de la transición a la democracia
española.
Vicente Llopis Pastor
21 de noviembre de 2024
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