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EN EL DÍA DE HOY, CAUTIVO Y DESARMADO, EL EJÉRCITO EMPRESARIAL…

 

Discúlpeme, señor lector, por atreverme a dar este título al artículo de hoy. No tiene ninguna reminiscencia ni metáfora. Este título me ha venido a la memoria por un bando militar firmado el día 1º de abril de 1939, en cuya línea inicial dice: “En el día de hoy…”, y que lo traslado aquí.

Dicho título me ha surgido por la belicosidad del actual Gobierno español contra los empresarios, a los que está aplicando impuestos, impuestos e impuestos, e inclusive, creando algunos nuevos, como es el caso de los impuestos extraordinarios a la Banca y los impuestos extraordinarios a las empresas energéticas. De momento el Ejecutivo ha dicho que son temporales, aunque las manifestaciones de hace pocos días de la Vicepresidenta Tercera del Gobierno y Ministra de Medio Ambiente, Teresa Ribera (1969), ha insinuado que van a ser para siempre. Sobre estos impuestos extraordinarios a la Banca y a las empresas energéticas escribiré algunos detalles y cuantías la semana próxima. Lo que comento es el contenido de un artículo que he leído en el periódico “Cinco Días” firmado por la Agencia EFE de información española, que pertenece al Servicio Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).

En una sesión de hace algunas semanas, ante una interpelación del diputado Óscar Matute García de Jalón (1972), del Partido EH Bildu, la Vicepresidenta Segunda y Ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz Pérez (1971), defendió estos impuestos extraordinarios y, el propio interpelante, Óscar Matute, los apoyó. La propia Vicepresidenta Segunda y Ministra de Trabajo señaló que la inspección de trabajo ha aumentado un 54% sus actuaciones para controlar las horas extraordinarias no pagadas desde el año 2015, lo que ha supuesto una recaudación de más de 15 millones de euros por incumplimientos empresariales por las horas extraordinarias que, según su interpretación, son un robo a los trabajadores que se embolsan los empresarios y que hay que solucionarlo de una forma radical, manifestando que, en el año 2015, con 15 millones de asalariados, se realizaban 3,5 millones de horas extra impagadas a la semana. La propia Vicepresidenta dijo: “Ahora, con 18 millones de asalariados, hemos reducido en un millón esa cifra, y se hacen 2,5 millones de horas extras no remuneradas a la semana”. Sobre las horas extras escribí un artículo el pasado 18 de octubre.

A mí me parece que es una especie de Cruzada del Gobierno contra los Empresarios y si continúan en esta línea llegarán a no existir empresarios en España. Por ejemplo, la empresa española Repsol está invirtiendo e instalando parte de sus fábricas en Portugal para evitar estos “impuestazos” del Gobierno español. Esta decisión del Gobierno difícilmente se puede sortear. Para explicarlo me permito recitar este cuarteto, tradicional en la Administración Pública española, y que dice:

“En cuestiones de criterio,

No hay lugar a discusión,

Porque siempre la razón,

La tiene el Ministerio”.

También podría ser aplicable la frase latina “Facile est vincere non repugnantem”, traducida al español como “es fácil vencer a quien no opone resistencia”.

Ante todo lo que he expuesto pueden hacerse algunas preguntas. Por ejemplo: ¿Qué será de España después de que el actual Gobierno considere que los empresarios están dedicándose a robar a los trabajadores? ¿Cómo funcionará España cuando hayan desaparecido las empresas?

En una España sin empresarios, ¿Quién asumirá el crecimiento económico de nuestro país? ¿Quién auspiciará el incremento de la producción? ¿Quién dará empleo a los trabajadores? ¿Quién se hará cargo de los avances tecnológicos? En definitiva: ¿Quién empujará para hacer desaparecer el desempleo? ¿Cómo se gobernará nuestro país?

Sería conveniente vivir algunos años más para conocer el panorama que habrá en España, por ejemplo, dentro de veinte años, es decir, en el año 2044. ¿Existiremos?

Vicente Llopis Pastor

22 de octubre de 2024

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