El Ciclo
de Vernon, también llamado “ciclo de vida de un producto”, fue desarrollado por
el economista estadounidense Raymond Vernon (1913-1999) en una forma práctica.
Los conceptos básicos de este ciclo son una poderosa herramienta de estrategia
de mercado.
El ciclo
de vida de un producto o Ciclo de Vernon se aplica en la trayectoria internacional
de un producto, el cual sigue siendo un modelo ampliamente utilizado en
economía y mercados. Los productos entran en el mercado y desaparecen
gradualmente. Según Raymond Vernon, cada producto tiene un cierto ciclo de vida
que comienza con el desarrollo y finaliza con su declive. Este ciclo es un
modelo que incluye los siguientes apartados: introducción, crecimiento, madurez
y declive. Suponen la duración de una etapa variada para diferentes productos.
Una etapa puede durar algunas semanas mientras que otras incluso décadas. Esto
demuestra que este modelo es muy similar al modelo de difusión de innovación
desarrollado por el economista estadounidense Everett Rogers (1931-2004), que
lo comenzó a difundir en el año en 1976.
La vida
útil de un producto y la rapidez con el que atraviesa todo el ciclo depende,
por ejemplo, de la demanda del mercado y de cómo se utilizan los instrumentos
de dicho mercado. Se inicia con la etapa de introducción en la que el inventor
o productor lo lanza al mercado en el que actúa; etapa de crecimiento, en la
que el éxito de dicho producto aumenta más que proporcionalmente; etapa de
madurez, en la que el producto es ampliamente conocido y no aumentan sus
ventas; etapa de declive, en la que ya han aparecido otros productos que le
sustituyen quedando dicho producto internacional sin compradores y la empresa
tiene que renunciar a su fabricación.
Un
ejemplo puede ser el del mundo de la cinematografía: Se inventa y fabrica una
película en Hollywood e inmediatamente se vende en todo Estados Unidos; después
pasa a lanzarse y venderse en Europa; posteriormente en Australia y Nueva
Zelanda; después en el Sureste Asiático; continua con Sudamérica y, por último,
llega a África. Este ciclo hace años podía perdurar veinticinco años, de tal
manera que la película filmada en Hollywood la podían ver los africanos con
veinticinco años de retraso. Un ejemplo de ello podría ser la famosa película
“Lo que el viento se llevó”, estrenada en 1939 en Estados Unidos y que llegaría
a las salas de cine de África casi en los años setenta.
Actualmente
no es así, ya que el lanzamiento de algún producto, por ejemplo, los teléfonos
móviles que se fabrican en Silicon Valley de California, en Estados Unidos,
siguen el mismo ciclo pero con pasos temporales muy cortos, de tal manera que
un teléfono móvil último modelo puede estar usándose en una semana en África.
Ésta es
la realidad de los ciclos económicos, los cuales, en estos tiempos, apenas
notan las ondulaciones de crecimiento y decrecimiento en la venta de productos,
ya que la facilidad de comunicación hace que no haya ningún lapso de tiempo
desde que se fabrican e introducen en el mercado hasta que el consumidor final,
que podría ser el africano, lo maneja a pocos días de su fabricación en
California.
Ésta es
una explicación de cómo se venden productos tecnológicos o suntuarios. La
facilidad de información y de transporte da lugar a que las etapas citadas
anteriormente sólo duren un instante. Así va la práctica en los mercados y es
una forma para revisar todo lo que nos ha aportado hasta hoy la Ciencia
Económica.
Mi
concepción sería que el mercado internacional en los tiempos actuales es un
“totum revolutum”, traducido como “todo revuelto” o también “confusión total”.
Vicente Llopis Pastor
29 de septiembre de 2024
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