El
término “cinismo”, también llamado “Escuela Cínica”, es una definición
procedente del griego “kyon”, que se traduce como “perro”, denominación
atribuida debido a su frugal modo de vivir. Fue fundada en la Antigua Grecia. El
griego Antístenes (444 a.C.-365 a.C.) fue su creador y Diógenes de Sinope (412
a.C.-323 a.C.) uno de sus filósofos más reconocidos y representativos de su
época. La Escuela Cínica reinterpretó la doctrina de Sócrates (470 a.C.-399
a.C.) considerando que la civilización y su forma de vida eran un mal y que la
felicidad venía dada siguiendo una vida simple y acorde con la naturaleza. El
hombre llevaba ya en sí mismo los elementos para ser feliz y conquistar su
autonomía; era de hecho el verdadero bien. De ahí el desprecio a las riquezas y
a cualquier forma de preocupación material. El hombre con menos necesidades era
el más libre y el más feliz. Figuran en esta Escuela, además de los ya citados
anteriormente, Crates de Tebas (368 a.C.-268 a.C.), discípulo de Diógenes de
Sinope, Hiparquia (350 a.C.-280 a.C.), una de las primeras filósofas, y Menipo
de Gadara (300 a.C.-260 a.C.).
Los
cínicos fueron famosos por sus excentricidades, de las cuales se cuenta la
composición de numerosas sátiras o diatribas contra la corrupción de las
costumbres y los vicios de la sociedad griega de su tiempo, practicando una
actitud muchas veces irreverente, la llamada “anaideia”. Ciertos aspectos de la
moral cínica influyeron en el estoicismo, pero, si bien la actitud de los
cínicos es crítica respecto a los males de la sociedad, la de los estoicos es
de acción mediante la virtud. Esto significa un paso más adelante sobre el
estoicismo.
El
cinismo es un movimiento que se desarrolló en Grecia entre los siglos IV y III antes
de Cristo y siguió en las grandes ciudades del Imperio Romano: Roma, Alejandría
y Constantinopla hasta el siglo V después de Cristo. Uno de los orígenes del
nombre está asociado a uno de sus fundadores, el primero fue el griego Antístenes
que le puso este nombre por el lugar donde solía enseñar, que era un gimnasio
llamado Cinosarges, lo que, traducido, vendría a ser “perro blanco” o “perro
veloz”. Después, por el comportamiento de Antístenes y Diógenes, les apodaron
cínicos, ya que sus comportamientos se asemejaban al de los perros, aunque al
principio esta escuela fue llamada “Escuela Socrática Menor”.
El
cinismo no fue una escuela, sino que era un establecimiento en el cual se
impartía una doctrina o inspiración intelectual mantenida por un grupo de
personas dirigidas por un superior. Antístenes fue uno de sus fundadores y las
reuniones las realizaban en el gimnasio que frecuentaba. Los cínicos eran
individuos que aspiraban a identificarse con la figura del perro, por la
sencillez y desfachatez de la vida canina. Llevaban barba, usaban alforja y
cayado. Practicaban juegos de palabras a modo de metodología: a aquellos que
proponían ideas y teorías incomprensibles, ellos ponían el gesto, el humor y la
ironía.
El
cinismo era una de las más llamativas de todas las filosofías helenísticas.
Pretendía ofrecer a las personas la posibilidad de la felicidad y la liberación
del sufrimiento en una era de incertidumbre. Aunque nunca hubo una doctrina
cínica oficial, los principales fundamentos del cinismo se pueden resumir de la
siguiente manera:
a) El objetivo de la vida es la eudaimonía y la claridad
mental o lucidez, consistente en “liberarse del humo”, todo lo que significaba
falsa creencia, insensatez, locura y presunción.
b) La eudaimonía se logra viviendo de acuerdo con la
Naturaleza tal como la entiende la razón humana (logos).
c) La arrogancia es causada por falsos juicios de valor,
que provocan emociones negativas, deseos antinaturales y un carácter vicioso.
d) Florecimiento humano, depende de la autosuficiencia o
autarquía, la ecuanimidad, la virtud, el amor a la humanidad, la franqueza en
el hablar y la indiferencia ante las vicisitudes de la vida.
e) Progreso hacia la claridad a través de prácticas
ascéticas que ayudan a liberarse de influencias como la riqueza, fama y poder
que no tienen valor en la Naturaleza.
f) Descaro, practicando la desvergüenza y desfigurando el
nomos de la sociedad: las leyes, costumbres y convenciones sociales que la
gente da por sentado.
El
cinismo antiguo fue derivando hacia el llamado cinismo moderno que ha ido
mutando y hoy se asocia a la tendencia a no creer en la sinceridad o bondad
humana, ni en sus motivaciones ni en sus acciones, así como en una tendencia a
expresar esta actitud mediante la ironía, el sarcasmo y la burla. Esta actitud
cínica de los actuales tiempos ha desacreditado el concepto original de cinismo
que tenía su valor. Hoy el cinismo es considerado como una forma de burlarse de
la sociedad.
Los
artículos referentes a “Resiliencia”, “Estoicismo” y “Cinismo”, que he escrito,
aúnan una forma de entender el comportamiento humano actual, tanto individual
como grupal.
Vicente Llopis Pastor
22 de septiembre de 2024
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