Benito
Mussolini (1883-1945) fue un político italiano que tuvo una enorme actividad
durante la primera mitad del siglo XX. Fue muy activo; primeramente afiliado en
temprana edad al socialismo en el que tuvo diversas responsabilidades. Por
ejemplo, estuvo trabajando en diversos países de Europa donde se desenvolvía en
los círculos socialistas de aquel tiempo. Después de estas actividades europeas
volvió a Roma, donde estuvo al frente del periódico socialista “Avanti!”,
defendiendo y animando a la sociedad italiana para implantar el socialismo, el
cual tuvo una presencia muy beligerante en la política italiana. El socialismo
es una corriente filosófica, política, social y económica y una ideología que
abarca una gama de sistemas socioeconómicos caracterizados por la propiedad
social de los medios de producción y la autogestión de empresas por parte de
los trabajadores. Tiene manifestaciones de diversa índole, como son el
socialismo utópico, el socialismo democrático, el eurosocialismo y otros
caminos.
Benito
Mussolini, de una mente efervescente y con una enorme capacidad para arengar a
los demás llegó a entender que el socialismo no era su camino y creó su propio
partido, el fascismo, del que fue líder durante más de treinta años. Su enorme
actividad le hizo estar presente en casi todos los acontecimientos políticos de
la Italia de ese tiempo. Este fascismo fue ganando voluntades de los italianos
y llegó a ser un partido predominante. Dado que no conseguía llegar a la
presidencia del Gobierno, Mussolini organizó la llamada “Marcha sobre Roma” en
el año 1922 y con este acto pasó a ser el partido dominante. Se inició como
partido socialista monárquico bajo el reinado de Víctor Manuel III (1869-1947)
y comenzó una larga etapa de más de veinte años en la que toda Italia bailaba
al son de la música que se le ocurría a Benito Mussolini. Entre otras cosas
fundó un periódico, “Il Poppolo d’Italia”.
A partir
de su toma de poder va transformando geográfica, social y políticamente el
Estado italiano. Su socialismo inicial lo transforma en fascismo y va asumiendo
todos los poderes del Estado, el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial en su
propia mano, lo cual es algo así como una dictadura personal. Los mensajes y
publicidad sobre su persona llegaron a denominarle caudillo y, no contento con
ese nombre, se adjudicó el rango de “Duce”. El fascismo es un nombre que se
deriva de la palabra latina “fasces” que se utilizaba en la Antigua Roma como
presencia y acompañamiento de los magistrados, cónsules, emperadores y otros
cargos de relevancia. En sus manos, el fascismo de Mussolini tenía la vista
puesta en volver a ser Italia algo así como la Antigua Roma y algunas fórmulas
de comunicación, juramento o parecidas se saludaban como lo hacían hace más de
dos mil años los próceres de la Antigua Roma.
De esta
manera asumió en su propia persona todo lo que él quisiera para Italia. Entre
otras cuestiones hay que citar que quitó el poder judicial a los jueces, dejó
de escuchar a otros partidos políticos a los que eliminó del planteamiento
político, eliminándolos y cerrando sus actividades, persiguió a quienes no
pensaban como él, gobernando de forma autocrática y totalitaria, menospreciando
la figura del monarca italiano cuyo cometido sólo era firmar los documentos que
le enviaba Mussolini manteniendo un poder por encima del propio Rey Víctor
Manuel III; este último pasó a ser un polichinela, enano, marioneta, fantoche,
bufón, títere, pelele, guiñol, muñeco, monigote y otros calificativos parecidos
en los que el Rey tuvo que bailar al son del dictado que le imponía Mussolini. El
objetivo final de Mussolini era el de ocupar cargos que existieron en la
Antigua Roma, tales como “Pontífice Máximus” y “César Imperator”.
Hoy la
palabra fascismo o fascista se usa como el insulto más grave y contundente con
el que se puede definir a una persona. Estas acepciones se refieren a la forma
de actuar y definir a una persona. Ya no existen partidos políticos que se
denominen fascistas. Tan sólo es una jerga más que lanzan algunas personas
contra otras por la simple razón de no tener sus mismas ideas. Como
curiosidades están las de que a Mussolini se le definía por “Bel paio di
coglioni” que significa “tener un par de cojones” o “Palline quadrate”, que
significa “tenerlos cuadrados”.
El
dominio de Mussolini fue total sobre la Italia de su tiempo. Llegó a celebrar
debates o comunicaciones con los italianos montado en un caballo, ya que así
tenía una talla superior al grupo que le escuchaba, debido a que Mussolini era
de baja estatura. Sus declaraciones no podían ser comentadas por sus
escuchantes. Estas anécdotas sirven para definir el temperamento de Benito
Mussolini.
Advertencia:
este artículo se refiere a una breve descripción de la vida política de Benito
Mussolini. No me he estado refiriendo a la actual Presidencia del Gobierno
español. Cualquier comparación entre ambos es pura coincidencia.
Vicente Llopis Pastor
23 de septiembre de 2024
Comentarios
Publicar un comentario