Con este
artículo de hoy finalizo la concepción del “Lean Manufacturing (I)” que inicié
ayer. Los principios clave del “lean manufacturing” son:
a) Calidad
perfecta a la primera: búsqueda de cero defectos, detección y solución de
los problemas en su origen.
b) Minimizar
el despilfarro: eliminación de todas las actividades que no son de valor añadido
y redes de seguridad, optimización del uso de los recursos escasos (capital,
gente y espacio).
c) Mejora
continua: reducción de costes, mejora de la calidad, aumento de la
productividad y compartir la información.
d) Procesos
“pull”: los productos son tirados (en el sentido de solicitados) por el
cliente final, no empujados por el final de la producción.
e) Flexibilidad:
producir rápidamente diferentes mezclas de gran variedad de productos, sin
sacrificar la eficiencia debido a volúmenes menores de producción.
f) Construcción
y mantenimiento de una relación a largo plazo con los proveedores tomando
acuerdos para compartir el riesgo, los costes y la información.
En
resumen, “lean manufacturing” es, básicamente, todo lo concerniente a obtener
las cosas correctas en el lugar correcto y en el momento correcto, en la
cantidad correcta, minimizando el despilfarro, siendo flexible y estando
abierto al cambio.
Japón
puede estar orgulloso de sus logros, que lo sitúan como un mito que ningún otro
país pueda alcanzar. Hoy parece que este mito no es un gran reto, ya que es
utilizado en la fabricación de electrodomésticos; automóviles; robotización;
pago por ordenador; aparatos para automatizar los trabajos domésticos; y otros
logros.
Eso sí,
los japoneses son los operarios que trabajan durante muchas horas; poco
descanso; reducidas vacaciones; dormir casi en un nicho; llevarse trabajo a
casa y pueden estar satisfechos del trabajo que realizan.
Comparándolo
con España y sus señas de identidad me permito usar una parte de la canción
“Que viva España”, que dice:
“Entre
flores, fandanguillos y alegrías,
Nació mi
España, la tierra del amor,
Sólo
Dios pudiera hacer tanta belleza,
Y es
imposible que pueda haber dos.
Y lloran
cuando tienen que marchar.
Por eso
se oye este refrán,
“Que
viva España”,
Y
siempre lo recordarán,
“Que
viva España”,
La gente
canta con ardor,
“Que
viva España”,
La vida
tiene otro sabor,
“Y España es la mejor”.
Ante esta tesitura, y por lo que he podido leer, prefiero quedarme en España, ya que, si Japón es el “país del Sol Naciente”, España es el “país en el que más brilla el Sol”. Y a este paso seremos el paraíso en el que más va a relucir un deporte inventado por los ingleses, el “football”, en el que España es el mayor importador de talentos futbolísticos que provienen del extranjero.
Y digo a mis compatriotas españoles: “¡hagan cábalas, señores, hagan cábalas!”. Las conjeturas o suposiciones sobre el futuro de España alguien las acertará.
Creo que así estamos calificados internacionalmente.
Vicente
Llopis Pastor
31 de agosto de 2024
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