La “teoría del valor” es una visión de la importancia de algunas magnitudes y de la forma en que se aplican según quien sea el que lo use. En la vida ordinaria y en los estudios de Ciencias Sociales aparece con mucha frecuencia y suele compararse el valor de una idea o persona con el de otra idea o persona. Por esta razón me permito hablar de esta “teoría del valor” en tres artículos que son los siguientes:
- Teoría del valor (I), que se aplica a cualquier hecho o fenómeno social, físico, químico, de Ciencias Sociales y de ciencias aplicadas.
- Teoría del valor (II), aplicada a lo calificativo y determinativo de conceptos morales y científicos.
- Teoría del valor (III), en la Ciencia Económica y financiera.
En este artículo inicial me voy a referir
fundamentalmente a la “teoría del valor (I), que se aplica a cualquier hecho o
fenómenos social, físico, químico, de ciencias sociales y de ciencias
aplicadas.
El vocablo “valor” se usa en multitud de campos del conocimiento y de la práctica mercantil. Es una idea fundamental en el estudio de las Ciencias Sociales y Ciencias Exactas. Quizás en donde más se habla de valor es dentro de la teoría económica, ya que tiene distintos conceptos aplicables según la persona, entidad o institución que lo defina.
Para mí, el “valor” es un concepto fundamentalmente económico, pero puede aplicarse a todo tipo de ciencias e incluso a las características morfológicas, físicas y tipológicas de los seres humanos.
Para muestra de esta amplitud con la que se define el “valor” de algo, me permito expresar algunos calificativos aplicables a dicho concepto. Por ejemplo:
1) Grado de utilidad o aptitud de las cosas para satisfacer las necesidades y proporcionar bienestar o deleite.
2) Cualidad de las cosas en virtud de la cual se da por poseerlas cierta suma de dinero o equivalente.
3) Alcance de la significación o importancia de una cosa, acción, palabra o frase.
4) Subsistencia y firmeza de algún acto.
5) Actividad, eficacia o virtud de las cosas para producir sus efectos.
6) Fruto o producto de una hacienda, Estado o empleo.
7) Equivalencia de una cosa a otra, especialmente hablando de las monedas.
8) Cualidad del ánimo, que mueve a acometer resueltamente grandes empresas y a arrostrar los peligros. Se usa también en sentido peyorativo referente a la osadía y hasta desvergüenza. Por ejemplo: “¿Cómo tienes valor para eso?”; “Tuvo el valor de negarlo”.
9) Persona que posee o a la que se le atribuyen cualidades positivas para desarrollar una determinada actividad. Por ejemplo: “Es un joven valor de la guitarra”.
10) Cualidad que poseen algunas realidades, consideradas bienes, por lo cual son estimables.
11) En música, duración del sonido que corresponde a cada nota, según la figura con que ésta se representa.
12) En pintura, es una pintura o un dibujo, grado de claridad, media tinta o sombra que tiene cada tono o cada pormenor en relación con los demás.
13) En economía, títulos representativos o anotaciones en cuenta de participación en sociedades, de cantidades prestadas, de mercaderías, de depósitos y de fondos monetarios, futuros, opciones, etcétera, etcétera, que son objeto de operaciones mercantiles. Por ejemplo, “los valores están en alza, en baja o en calma”, según la cotización bursátil que tiene una empresa en la llamada Bolsa de Valores.
En el idioma español existen numerosos sinónimos que se usan y que demuestran la amplitud del campo de los conceptos que figuran en el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, a la que hay que añadir las veintitrés Academias de la Lengua Española que se mantienen en los países de lengua hispana.
Esta pequeña introducción sirve para que mañana escriba
sobre “Teoría del valor (II), aplicada a lo calificativo y determinativo de
conceptos morales y científicos, y pasado mañana “Teoría del valor (III)” en la
Ciencia Económica.
Por cierto, que la teoría del valor en la Historia del
Pensamiento Económico ha ocupado toneladas, toneladas, toneladas y toneladas de
tinta para poder aclarar en qué casos se puede aplicar o cuáles son los
sinónimos y antónimos.
Mañana seguiré escribiendo. Continuará…
Vicente Llopis Pastor
4 de junio de 2024
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