La renta familiar disponible consiste en los ingresos que las unidades familiares perciben a lo largo de un año. Sobre esta definición y las variables o parámetros que se incluyen, hacen que haya diversidad de cálculos de esta renta familiar disponible.
Actualmente, para medir la capacidad de una Economía se calcula a partir del Producto Interior Bruto (PIB) que incluye todo lo fabricado dentro de un país. En el caso de España, será renta familiar disponible de los españoles dentro de sus límites geográficos. En nuestro país el PIB se sitúa en 1,6 billones de euros anuales. Existe una metodología internacional para el cálculo del PIB, que consiste en ir reduciendo el PIB mediante los impuestos directos a cada persona (IRPF); la Renta de Sociedades, que es un impuesto directo sobre las fábricas, empresas y otras asociaciones productivas; el impuesto de los bienes inmuebles (IBI); y múltiples fórmulas de impuestos directos o indirectos. Estos impuestos, después de llevarlos a cabo, reducen el montante del PIB que, en teoría, sería lo que perciben las unidades familiares en España, a la mitad. Dicho de otra manera, el PIB español es aproximadamente de 1,6 billones de euros y de esa cifra hay que descontar temas de impuestos, amortizaciones, etcétera, con lo cual, la percepción final de cada unidad familiar se queda en 800.000 euros.
La renta familiar disponible también se llama “ingreso familiar disponible” o “renta personal disponible” y es la renta de la que, efectivamente, disponen los individuos y familias para hacer frente a sus gastos y ahorro. El ingreso disponible es el ingreso personal total menos los impuestos sobre los ingresos personales corrientes.
Partiendo del PIB, la suma de las rentas o retribuciones que perciben los propietarios de los factores que intervienen en la producción y que son residentes de un país, se pasa a términos nacionales netos a coste de los factores. Dicho de otra manera, las rentas que van a parar al bolsillo de los trabajadores pueden ser engañosas, porque en algunos países, como es el caso de España, pasar del PIB a la renta familiar disponible supone que la mitad de dicho PIB no va a parar a los bolsillos de los trabajadores, sino a las instituciones y organismos mediante impuestos indirectos, ordenanzas fiscales y otros conceptos semejantes.
Esta es la razón por la que el PIB de España sirve para compararse con el de otros países pero no es lo que en realidad reciben las familias como salario y es susceptible de manejar a criterio del Gobierno español y de la parte impositiva que les aplican las Comunidades Autónomas a las empresas e individuos y que es desigual, ya que según cada Comunidad se tributa más o menos, transformándose en un complejo cálculo en el que algunas Comunidades Autónomas eximen impuestos, manejan tasas impositivas diferentes, etcétera.
Esto es, superficialmente, lo que está ocurriendo en España, y que con el paso del tiempo llegarán a existir diversos sistemas tributarios según la ciudad o Comunidad Autónoma en la que viva el individuo. La desigualdad fiscal de cada ciudadano de nuestro país va camino de lo que el Gobierno español y el de todas y cada una de las Comunidades Autónomas dictamine. No es bueno que de cara al futuro tengamos la duda de cuál va a ser la fórmula para calcular la renta familiar disponible porque puede ser que la falta de uniformidad en toda España traiga consecuencias desagradables.
Vicente Llopis Pastor
27 de abril de 2024
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