Últimamente está difundiéndose la utilización de la Inteligencia Artificial (IA) en multitud de procesos de todo tipo: económicos, sociales, operativos y en la mayoría de actividades que realizan los seres humanos a todas horas. La IA es un camino que cada vez va a ser más importante y que ya está ocurriendo que algunas decisiones de empresas u organismos no las tome el gerente o responsable, sino que es el propio sistema de IA el que toma la decisión ante cualquier petición, compra, venta y demás relaciones interpersonales y de las empresas con sus clientes e incluso sus empleados.
Es un tema de mucha actualidad y quienes son expertos en ella dicen que la IA podría servir para aprender, razonar o resolver problemas y van a definir las características propias del ser humano. Actualmente, a través de la IA, existen aplicaciones informáticas capaces de realizar tareas de este tipo. La rápida penetración de esta IA trae consigo una serie de oportunidades en distintas áreas, lo cual liberará a personas de tareas rutinarias o en la toma de sus decisiones, con lo cual puede darse el caso de que el nivel de empleo de personas se reduzca, ya que serán las máquinas con IA quienes decidan, fabriquen y completen cualquier tarea. Esta última puede ser la característica negativa de la IA y ante la cual reduce el empleo y las cotizaciones sociales de los trabajadores. Ante ello, se está hablando de que las propias máquinas de IA deban cotizar a la Seguridad Social para poder generar la capacidad financiera necesaria para el pago de las pensiones de jubilación a las personas que han sido suplantadas por máquinas de IA en las empresas.
No soy un experto en IA y sólo tengo una apreciación personal. La IA se va a usar en todos los sectores productivos e incluso en la política y en los temas sociales. He trabajado durante cuarentaidós años en una entidad bancaria, actualmente me encuentro jubilado, y miro hacia atrás y veo cómo ha cambiado el sistema bancario, tanto en cantidad como en calidad. Del escribiente con manguitos que llevaba la contabilidad y las cuentas de ahorro con bolígrafo, hemos pasado a una situación en la que las tareas que antes llevaban los empleados han desaparecido en su mayor parte, sustituidas por ordenadores de todo tipo e, incluso los clientes, para operar en sus cuentas bancarias, ya no es necesario que acudan al banco para que este último les facilite dinero, hacer ingresos, petición de préstamos, pago de impuestos, etcétera, etcétera. Hoy está generalizado que ese tipo de operaciones las puede llevar a cabo el propio cliente desde un cajero automático o desde su propio ordenador.
El tema cada vez será más amplio y podremos llegar a una situación en la que las oficinas bancarias se reduzcan en número, el número de empleados será menor y se producirá toda una revolución debida a la digitalización de los servicios que van a facilitar la integración de la IA.
A grandes rasgos, la IA es un elemento electrónico en el que se mantiene un hardware parecido al actual y que lo que va a cambiar de forma extraordinaria es el software que se aplica. Me permito decir que la IA son los artilugios electrónicos que ya existen pero a los que se incluyen en su software la memoria de los pasos a seguir dentro de cualquier hecho. Es decir, que cuando se concede un crédito, por ejemplo, la memoria ha registrado informaciones múltiples realizadas anteriormente y la IA dice que el peticionario de un crédito no es de fiar porque no suele pagar a tiempo, ha sido moroso y todas las historias de acuerdo con lo que le han incluido en su memoria y que las expresa conforme a un algoritmo definido. Por eso me permito hablar sobre la aplicación de la IA en la Banca.
La Banca tiene estandarizado un enorme grupo de operaciones que suelen ser bastante repetitivas y que no salen del margen que se aplica de operaciones que generan comisiones, intereses, posiciones acreedoras, posiciones deudoras, tarjetas de crédito, etcétera, etcétera. Según los expertos que he podido consultar y leer en algunos artículos, los retos que la IA va a poder resolver en la Banca son aproximadamente los siguiente:
a) Ampliar la atención al cliente. La memoria y algoritmos de los distintos bancos brindan información o dan instrucciones para realizar una operación. Esta operación garantiza a sus clientes un canal de operación en cualquier momento y lugar.
b) Mejorar la seguridad en las operaciones. A través de la IA se pueden identificar algunos hábitos de consumo de los usuarios y ante cualquier anomalía o transacción sospechosa se pueden tomar medidas automáticamente.
c) Reducir la morosidad. A través de notificaciones en las aplicaciones de banca digital es posible avisar a los clientes de transacciones que están a punto de realizarse, como el cobro de un recibo para una fecha posterior y que sería un recordatorio de la deuda del cliente. Si el cliente no pagara, la IA podría generar la información para el pago de los recibos morosos e incluso informar de ello al registro de deudores que mantiene en el Banco de España.
d) Optimizar la gestión de créditos. Con el uso de datos como la edad, ingresos, gastos, saldo promedio y nivel de deuda, entre otros, existen programas de IA que sirven para automatizar la toma de decisiones a la hora de otorgar, o no, productos bancarios como créditos o cualquier otra operación de riesgo. Este proceso permite reducir tiempo y recursos, así como ofrecer préstamos más seguros para ambas partes.
e) Aprovechar el “banking of things”. Con la calidad y variedad de dispositivos capaces de conectarse a internet, el denominado “banking of things”, en español “banco de las cosas”, es una infraestructura capaz de aprovechar la información que recibe para ofrecer servicios o tomar algunas decisiones financieras.
Y múltiples otras operaciones en los temas de depósitos de valores, fondos de inversión, fondos de pensiones, uso de la tarjeta de crédito, etcétera, etcétera. La revolución de la Banca ya lleva años en marcha, desde los antiquísimos cajeros automáticos, pasando por la remodelación de las entidades bancarias a partir de la crisis financiera de 2008 que han reducido el número de oficinas bancarias y empleados en casi un 40%. La IA hará que este 40% aumente. El tiempo lo dirá.
Vicente Llopis Pastor
24 de diciembre de 2023
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