Estimado lector, siguiendo la costumbre de cada lunes, incluyo una nueva colección de cinco anécdotas sobre famosos personajes de la historia, por ejemplo:
1016) Anna Magnani (1908-1973), actriz italiana
de cine y teatro.
Anna Magnani (1908-1973) fue una
famosa actriz italiana de cine y teatro. Hace más de cincuenta años, un hombre
de aspecto sólido se presentó en un dispensario de urgencia, desorbitados los
ojos y las mejillas ardientes. Se quejaba de lo mucho que le dolía la cabeza. El
médico de servicio le preguntó:
- “¿Le acostumbra doler?”.
El hombre le contestó:
- “¡Qué va! Pero ¡esta vez!”
- “¿Qué le ha pasado?”
- “Que me han abofeteado durante ocho horas seguidas”.
El médico estaba muy sorprendido, y le
preguntó.
- “¿Quién? ¿La policía?”.
- “No, Anna Magnani, la actriz”.
- “¿Y por qué?”.
- “Por culpa de Garibaldi”.
El médico empezaba a temer que se
tratar de un loco, pero el hombre se fue explicando y todo se aclaró. Estaban
rodando una película sobre Giuseppe Garibaldi (1807-1882), uno de los líderes y
artífices de la unificación de Italia, en la que participaba la actriz Anna
Magnani. En una escena, la Magnani daba un bofetón a un soldado. Empezó a rodar
la escena a las dos de la tarde. Salió mal y se tuvo que repetir. Y así otra
vez, y otra, y otra… hasta las diez de las noches, en que salió bien o, al
menos, aprovechable.
Y el pobre hombre era el soldado de
los bofetones a quien el médico recetó cinco días de reposo total.
Anna Magnani obtuvo el Oscar de
Hollywood en 1955 y tuvo numerosísimos premios en diversas instituciones,
muestras y certámenes.
1017) Edouard Manet (1832-1883); pintor y
grabador francés.
Edouard Manet
(1832-1883) fue un pintor y grabador francés muy influyente sobre los
iniciadores del Impresionismo. Se había casado muy joven, con una mujercita
llena de gracia, que después de casada, gracias a la buena cocina francesa y a
la vida sedentaria, se fue metiendo en carnes y aumentando de peso, hasta
convertirse en una gorda respetable. Al pintor le seguían gustando las mujeres
esbeltas y cimbreantes. Y un día, en una calle de París, iba siguiendo a una
encantadora mujercita de envidiable silueta. Dio la casualidad de que su gorda
mujer se cruzara con él. Su mujer se dio cuenta enseguida de la ocasional
ocupación del pintor y le gritó:
- “¡Te he cogido in fraganti!”.
- “¿A mí?”.
- “¡Sí; seguías a aquella mujer!”.
- “Desde luego, es que la vi por detrás y creí que eras
tú”.
1018) Franceso Petrarca (1304-1374), poeta,
filósofo y filólogo italiano, considerado el padre del Humanismo.
Franceso Petrarca (1304-1374) fue un
destacado poeta, filósofo y filólogo italiano, considerado el padre del
Humanismo. Petrarca era un lector incansable. Tanto leía que sus amigos
temieron que la salud se le pudiera resentir, y le ocultaron la llave de la
biblioteca. Y entonces enfermó de verdad y no hubo otra solución que devolverle
la llave. Petrarca les dijo:
- “Sin el alimento espiritual de mis libros, ¿cómo podría
estar sano? No es el cuerpo el que mantiene la salud del espíritu, sino el
espíritu el que mantiene la salud del cuerpo”.
Franceso Petrarca escribió su obra
“Cancionero” en la que habla de su amada ideal, concretamente Laura, mujer
casada que conoció en una iglesia.
1019) Tiberio (42 a.C.-37 d.C.), segundo
Emperador de Roma.
Tiberio (42 a.C.-37 d.C.) fue el
segundo Emperador de Roma; sucesor de Octavio César Augusto (63 a.C.-14 d.C.).
En una ocasión, estaba mirando como
un ciudadano pescaba. El pescador sacó del mar una lubina no muy grande, se la
ofreció al Emperador Tiberio y éste, al verla tan pequeña, en recompensa ordenó
que la frotaran por el rostro del pescador. Entonces el pescador le dijo:
- “Debo alegrarme, señor, de no haberte ofrecido una
langosta”.
- “No lo creas”, dijo tiberio.
Y para demostrárselo, el Emperador
dio orden de que le dieran una langosta, y cuando la tuvo, ordenó que también
la frotaran por el rostro del pescador para que, así, otra vez no se metiera
con los emperadores.
1020) Tiziano Vecello (1477-1576), uno de los más
famosos pintores italianos de todos los tiempos.
Tiziano Vecello (1477-1576), uno de
los más famosos pintores italianos de todos los tiempos. Vivió noventainueve
años. Fue muy famoso y rico y pintó en varias ocasiones al Rey Carlos I de
España (1500-1558) y a su esposa Isabel de Portugal (1503-1539), padres de
Felipe II (1527-1598).
Tiziano dio una fiesta en su casa de
Venecia. Los invitados eran todos gente distinguida de la mejor sociedad. Sabía
que él era un hombre rico, y le criticaron el poco dinero que había gastado en
la fiesta. Las críticas llegaron a oídos del pintor, y quiso dar una lección a
sus invitados. Les volvió a invitar a todos ellos a otra fiesta. No había nada
preparado en la casa, ni estaba puesta la mesa. Y apareció el pintor con un
vestido en un brazo y un cuadro suyo bajo el otro brazo. Y dijo a sus
invitados:
- “Este vestido, regalo del Emperador,
está valorado en cinco mil escudos. Este cuadro, obra mía, está valorado en
otro tanto”.
- “Ardían leños en la chimenea. Tiziano se acercó a la
chimenea y arrojó al fuego el vestido y el cuadro. Y dijo a los sorprendidos
invitados:
- “¿Os parece suficiente gasto para una fiesta? Pues,
¡buenas noches!”.
Y se retiró.
Estimado lector, habrá cinco nuevas anécdotas el próximo
lunes.
Un afectuoso saludo. Continuará…
Vicente Llopis Pastor
25 de septiembre de 2023
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