MOMENTOS ESTELARES DE ESPAÑA: MARÍA DEL CARMEN ANGOLOTI Y MESA (1875-1959), DAMA ENFERMERA DE LA CRUZ ROJA
España ha tenido personajes de mucho mérito, intelectuales de prestigio, políticos de vanguardia, afamados científicos y todo tipo de profesiones y de oficios que han elevado a nuestro país a la altura de un moderno Estado actual, en el que formamos parte de numerosos organismos internacionales y que laboramos en misiones por todo el mundo con el fin de preservar la paz y la civilización. No todos los españoles han sido geniales, pero sí que han tenido la genialidad de volcarse hacia los demás países, incluso cuando estos países se han declarado enemigos nuestros. Éste es el caso que voy a comentar, el de María del Carmen Angoloti y Mesa (1875-1959), que tuvo una vida dedicada a la Cruz Roja, dentro de la cual se sitúan las llamadas “Damas Enfermeras” y que prestó sus servicios al Estado español, tanto en la monarquía como en la Segunda República Española y, posteriormente, en el nuevo régimen imperante desde el año 1939.
María del Carmen Angoloti era amiga de la Reina de España, Victoria Eugenia de Battenberg (1887-1969), esposa de Alfonso XIII (1886-1941). Miembro de la Cruz Roja, encomendada de forma voluntaria para atender las necesidades sanitarias y humanas de los soldados españoles de la Guerra del Rif, en el Norte de África. Fue Duquesa de la Victoria y Condesa de Buchana, siendo la responsable de la Cruz Roja Española durante la Campaña de Melilla en 1921, Inspectora General de los Hospitales del Protectorado Español entre 1924 y 1927, Presidenta de los Hospitales de la Cruz Roja en España hasta su muerte y la primera enfermera española en recibir el Premio Florence Nightingale.
Nombrada Dama de la Reina en el año
1911, en 1914, María del Carmen Angoloti y Mesa colaboró con la Reina de
España, Victoria Eugenia de Battenberg, en la fundación de dispensarios
antituberculosos en Madrid. Acto seguido se integró como Vocal en la Junta del
Patronato del Real Dispensario Antituberculoso. La Reina, en la Fundación de
Dispensarios Antituberculosos de Madrid integró a María del Carmen Angoloti y
Mesa y la nombró con el cargo de Secretaria de la Junta de Patronato del Real
Dispensario Antituberculoso Reina Cristina.
En el año 1917 inició los estudios
de Dama Enfermera de la Cruz Roja Española, un cuerpo dedicado al voluntariado
sociosanitario creado en 1914. Titulada Dama Enfermera de Segunda Clase en
1918, recibió el de Primera Clase en 1920. En su expediente constan sus
excelentes calificaciones y su valía como enfermera, especialmente en
quirófano.
Corría el año 1921 cuando en España
cundió la alarma por la ofensiva de las tropas rifeñas en el Protectorado, cuyo
avance supuso el derrumbamiento progresivo de la Comandancia de Melilla frente
al heroico empeño de unidades aisladas españolas. La Reina Victoria Eugenia, en
calidad de Jefa Suprema de Enfermeras de la Cruz Roja, envió a Melilla un
equipo de tres Damas Enfermeras, Hijas de la Caridad, y tres Enfermeras
Profesionales, con Carmen Angoloti y Mesa al frente. Durante cinco meses, las
enviadas habilitaron de urgencia un hospital para atención en la zona. De regreso
a Madrid y en reconocimiento a través de Carmen Angoloti, ésta fue nombrada
Inspectora General de los militares en la zona de Marruecos, motivo que la
devolvió al Protectorado para organizar el mismo servicio hospitalario en
instalaciones improvisadas, provisionales o estables, en Tetuán, Larache, Ceuta
y Arcila, en la costa atlántica de Marruecos, al sur de Tánger. Ella gestionaba
las solicitudes de cesión de edificios, de manera temporal o definitiva, para
ser convertidos en hospitales de sangre de la Cruz Roja. También fue
responsable de la inspección de los hospitales de campaña o de sangre,
instalados lo más cerca posible del campo de batalla; y también de la
organización de trenes y buques-hospital, que trasladaban a los soldados
heridos y enfermos hacia otros hospitales del Protectorado español o de la
península. En poco tiempo estevleció una serie de normas básicas, destacándose
la clasificación y vigilancia de los interesados en función de la gravedad de
las heridas, y no por su lado militar, como se hacía hasta el momento. Impuso
un control estricto de los postoperatorios, mejoró la nutrición de los
pacientes y la higiene en general. Gracias a su empeño se abrieron dos
hospitales en Melilla y poco después se instalaron otros dos hospitales provinciales
en Larache y Tetuán.
Su labor como Dama Enfermera
continuó durante la Guerra Civil Española, en la que desempeñó el cargo de
Administradora del Hospital de Leganés, en la Provincia de Madrid, y a la par
el de suministradora de médicos, enfermeras, instrumental y medicamentos en un
constante viajar a los lugares donde era requerida. En 1939, concluida la
guerra, fue nombrada Presidenta de los Hospitales de la Cruz Roja en España, y
en 1947, durante un año, además, cayó en ella la Presidencia Internacional de
la Sección de Enfermeras; periodo en el que se fundaron quince hospitales de la
Cruz Roja y supervisó los veintidós totales que la institución mantenía.
Siempre vinculada a la Escuela de Enfermeras y desempeñando incansable sus
responsabilidades, María del Carmen Angoloti y Mesa falleció en 1959.
Una vida de dedicación a los demás,
independientemente de su ideología o el frente de batalla en que actuaban y que
ha sido reconocida, tal vez más en el extranjero que en nuestra propia España,
lo cual no es nuevo, ya que España trata a sus hijos como si fueran hijastros y
por tanto, nosotros queremos a España a pesar de ser nuestro padrastro.
Entre los reconocimientos que
recibió María del Carmen Angoloti y Mesa están: la Gran Cruz de la Beneficencia;
Cruz Roja al Mérito Militar; Medallas de Oro de la Cruz Roja Italiana y
Francesa; Medalla de Honor de Perú; Medalla de Honor de Lisboa; Hija Predilecta
de Madrid; Hija Adoptiva de varios Ayuntamientos; con su nombre se rotuló una
calle de Melilla; dos monumentos, uno en la fachada del Hospital San José y
Santa Adela, inaugurados en Madrid en junio de 1925 y otro en el Parque Genovés
de Cádiz, inaugurado el 24 de noviembre de 1925; Insignia de la Orden de las
Damas Nobles de la Reina María Luisa, creada por Carlos IV en 1792, como
reconocimiento a mujeres de la nobleza que se distinguieran por sus servicios,
prendas o cualidades; Medalla Florence Nightindale, con decoración civil
otorgada a enfermeras y por el Comité Internacional de la Cruz Roja, que María
del Carmen Angoloti y Mesa fue la primera española en recibir. Y así
sucesivamente.
El interés, patriotismo y servicios
a nuestro país ha sido continuo y las mujeres españolas han ocupado puestos de
gran envergadura. A pesar de ello, más que un reconocimiento expreso del actual
Gobierno español éste está legislando sobre la “violencia machista” y creo que
el Consejo de Ministros español no tiene el necesario conocimiento para
acordarse de María del Carmen Angoloti y Mesa, así como de otras mujeres.
Vicente Llopis Pastor
30 de junio de 2023
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