Tal vez sea mi orgullo
de ser español el que me mueva a escribir sobre las aportaciones que nuestro
país ha realizado en diversos aspectos de la Historia de la Humanidad. Arte,
literatura, escultura, pintura, descubrimientos, conquistas y múltiples
avatares humanos han sido llevados a cabo con éxito por españoles.
En este caso voy a
hablar de la imaginería, que es una especialidad del arte de la escultura como
representación de temas religiosos, por lo común realista y con finalidad
devocional, litúrgica, procesional o catequética, vinculada a la religión
católica, debido a su carácter icónico, por lo que la encontramos
especialmente, no sólo en España, sino en otros países de cultura católica,
muchos de ellos consecuencia con la predicación y evangelización realizada por
españoles.
Tal vez la figura de la
imaginería española más importante sea la de Francisco Salzillo (1707-1783),
nacido en Murcia y fallecido en la misma ciudad. Su obra queda circunscrita a
la temática religiosa expresada en su mayor parte en estilo barroco, que le
permite mostrar el apasionamiento que emana de su concepción artística, pero
también en equilibrio con la depuración de formas características del estilo
neoclásico imperante en el siglo XVIII.
El barroco es un periodo
histórico, artístico y cultural caracterizado por una gran exuberancia
ornamental que se manifestó en el arte, literatura, música y arquitectura,
abarcando los siglos XVII y XVIII. Aunque surgió en Italia, se extendió al
resto de Europa y América. Fue cultivado ampliamente en la España de dichos
siglos y se muestra recargado ornamentalmente. Éste es el caso de Francisco
Salzillo que pasó del estilo neoclásico de sus antecesores al barroco con el
que llevó a cabo las más grandes obras de imaginería que existen.
Su actividad escultórica
de temática religiosa se plasma en trabajos sobre madera policromada casi
exclusivamente. Las figuras aparecen provistas de gran fuerza expresiva,
acentuada en el rostro y las manos, y un amodo de movimiento que les confiere
realismo y viveza; y a pesar del dramatismo del gesto o la acción entroncada en
la mística espiritual, desprenden belleza y serenidad, incluso una detallada
representación del cuello y el vestuario de la imagen.
Su técnica artística
partía del dibujo en papel, donde reflejaba el boceto de la escultura a
desarrollar; a continuación la modelaba en arcilla, cera o yeso y la trasladaba
a su taller. Había aprendido bien el oficio de su padre, Nicolás Salzillo
(1672-1727) a quien ayudó a finalizar algunas obras que se conservan en
diferentes iglesias de Murcia.
A partir del año 1740 es
cuando Francisco Salzillo manifiesta su personalidad en las imágenes que
elabora. Todas ellas suelen estar situadas en conventos e iglesias de Murcia y
destacan algunas como la de San Jerónimo Penitente, en la Catedral de Santa
María de Murcia; San Antón, en la Ermita homónima; San Agustín, en el Convento
de las Angustias; el Medallón Virgen de la Leche, de la Catedral murciana, y
otras numerosísimas obras que no cabría citarlas y comentarlas en el corto
espacio de estos artículos.
He de señalar que
durante la Guerra Civil Española (1936-1939) desaparecieron muchas esculturas
de Salzillo. Para la conservación de su legado artístico se aprobó, en 1941, la
creación del Museo Salzillo, inaugurado en el año 1960, lugar en donde se
conservan algunas de sus obras señeras, caso del Belén y los Pasos
procesionales de Viernes Santo.
La imaginería busca el
realismo más convincente, a veces mediante vestidos y ropajes auténticos,
cabellos postizos, etcétera. Suele labrarse en talla de madera policromada y es
menos frecuente el barro cocido, la escayola y aún en menor medida, la pasta de
papel. Incluso existen talleres que fabrican imágenes de serie, de muy escasa
calidad artística.
Lo cierto es que España
es el primer país en la creación y localización de la imaginería y que, a su
vez, extendió a toda Hispanoamérica. Los Pasos procesionales de Semana Santa y
los retablos para las iglesias y catedrales españolas y de sus colonias son de
una espectacular importancia por su número, dimensiones y significación.
En España se habla de la
escuela castellana, la andaluza y otras que dan un especial fulgor e interés a
quienes aman el arte. Pero es Francisco Salzillo el más brillante que ha
existido en la imaginería en la Historia de la Humanidad.
Estimado lector, analizando
las creaciones artísticas que ha tenido España no encontramos ningún país que
se le pueda igualar. La imaginería es una de las artes pero hay otras como
pintura, escultura, música y otras que están por encima de la mayoría de los
países que componen los cinco continentes.
Vicente Llopis Pastor
26 de febrero de 2023
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