Durante los últimos días he escrito sobre distintas metodologías aplicables a la llamada Ciencia Económica, que es considerada como una ciencia social y que, como tal, la metodología para su estudio es algo difusa, ya que no es posible aplicar técnicas como aislamientos, experimentación en laboratorios, tubos de ensayo, funcionamientos fisiológicos y otras situaciones que usan las ciencias naturales, físicas o exactas. Es imposible medir las reacciones de todos y cada uno de los operadores económicos que participan en la Ciencia Económica, considerada como la ciencia que estudia la forma de satisfacer las necesidades humanas por medio de recursos escasos, susceptibles de usos alternativos, definida así por el economista británico Lionel Robbins (1898-1984).
Realmente,
la metodología de la Ciencia Económica es consecuente con la llamada “Lógica”
que aportó uno de los más grandes pensadores y filósofos que ha habido en la
Historia de la Humanidad; concretamente el sabio griego Aristóteles (384
a.C.-322 a.C.), que nos legó el análisis de los juicios y de las formas de
razonamiento prestando especial atención a los silogismos deductivos e
inductivos categóricos según sus postulados.
En
los anteriores artículos me he referido a la Ciencia Económica según distintos
puntos de vista; concretamente: Macroeconomía; Microeconomía; marxismo;
keynesianismo y monetarismo. Hoy voy a completar otros aspectos de la Ciencia
Económica que también han tenido en sus momentos su éxito como forma de
entenderla. Por ejemplo los siguientes:
a) Pensamiento antiguo y medieval.
No
tuvo una sistematización, limitándose a usar una praxis para satisfacer las
necesidades humanas. Aportaron algo a la “crematística”, por ejemplo, el alemán
Jakob Fugger (1542-1598). También incluyo a Santo Tomás de Aquino (1225-1274),
que acepta el tipo de interés y crea el llamado “tomismo” como interpretación
católica del pensamiento del Aristóteles.
b) Mercantilismo.
Estudia
el intercambio de mercancías y la acumulación de oro y plata como fórmula para
generar la riqueza. Los autores más destacados fueron Jean-Baptiste Colbert
(1619-1683), totalmente intervencionista, Ministro del Rey Luis XIV de Francia
(1638-1715), que reguló todos los aspectos de pesos, medidas y fórmulas que
habían de cumplir hasta los carruajes o las herraduras de los caballos.
Igualmente destacó Jean Bodin (1530-1596), francés, quien interpretó la
economía según lo aportado por la llamada “Escuela de Salamanca” española.
c) Fisiocracia.
El
valor se basaba en la agricultura, manteniendo que la industria no creaba
valor. Acuñó la frase “Laisser faire, laisser passer, le monde va de lui même”.
Se consideraba como liberalismo, destacando la figura de François Quesnay
(1694-1774), médico y cirujano francés, verdadero apóstol del liberalismo.
d) Escuela de Salamanca.
Nacida
en la Universidad de Salamanca por Catedráticos que estudiaron la relación del
dinero y metales preciosos que llegaban a nuestro país procedentes de las
Indias y su repercusión en el nivel de precios. Es la base teórica de la teoría
cuantitativa del dinero y que se usa actualmente como una parte importante de
las corrientes dinerarias de la economía y de la inflación. Sus más destacados
Catedráticos fueron Martín de Azpilicueta (1493-1586); Tomás de Mercado
(1525-1579) y otros.
e) Escuela Austríaca.
De
fundamento totalmente liberal, que brilló durante los siglos XIX y XX, con un sofisticado
tratamiento matemático que se suele llamar “marginalismo”, como límite a lo que
puede llegar una función determinada que explica el consumo, producción,
precios y rentas. Sus autores más brillantes fueron Carl Menger (1840-1921) y
Eugen von Böhm-Bawerk (1851-1914).
f) Escuela Histórica Alemana.
Muy
propia de la forma de pensamiento de los alemanes, muy estructurada, y que
identifica la economía con la evolución de las instituciones y estructuras que
se van creando según las necesidades de la economía en cada momento. Sus
autores: Adolf Wagner (1835-1917) y Gustav von Schmoller (1838-1917).
g) Escuela Liberal.
Que
ha reverdecido con las aportaciones de Milton Friedman (1912-2006), Premio
Nobel de Economía del año 1976, para quien las cuestiones económicas las
resuelve el mercado sin necesidad de intervencionismo estatal. Realmente esta
Escuela es más correcto llamarla Neoliberal, porque supone una nueva
interpretación del liberalismo económico de los llamados “Padres” de la
Economía, es decir, Adam Smith (1723-1790); David Ricardo (1772-1823) y otros.
El
tema de la metodología de la Ciencia Económica y, sobre todo, de la “Historia
del Pensamiento Económico”, puede ser tan amplia como se quiera, ya que va
ligada a la Historia de la Humanidad durante miles de años, sólo intentando
reflejar las aportaciones científicas que ha habido, las cuales las conozco por
haber sido profesor de Historia del Pensamiento Económico en la Universidad de
Alicante durante veintiocho años. Resulta demostrable la capacidad e ingenio
que los llamados economistas han tenido a lo largo de la Historia.
Vicente Llopis Pastor
24 de diciembre de 2022
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