Cumpliendo el compromiso que yo mismo me he fijado sobre la metodología de la Ciencia Económica, hoy voy a escribir sobre la metodología monetarista, también llamada “monetarismo”, que estudia, fundamentalmente, la repercusión de la masa monetaria en una economía, en la que se genera una estabilidad por las decisiones del banco emisor sobre unas demandas de dinero, séase de personas, organismos, empresarios, y entidades que tienen personalidad jurídica propia y el monetarismo intenta conseguir la estabilidad de la economía; es decir, que el manejo del dinero es el que influye en el liberalismo económico y que se establece por mercados libres o poco intervenidos. En tal caso, la política a seguir por el Gobierno o por un Estado es, fundamentalmente, política monetaria, y da menos importancia a la política fiscal, aduanera, de hacienda pública, control de divisas y otras.
Este
“monetarismo” ha tenido muchos seguidores y, por ello, se basa en el
cuantitativismo del dinero que se desarrolló en el siglo XV como aportación de
catedráticos de la Universidad de Salamanca en la que ha venido en llamarse
“Escuela de Salamanca”, que fundamentó la cantidad de dinero existente para obtener
objetivos que entonces necesitaba el Imperio Español para sostener la defensa
de su vasto imperio en el mar, que sufría los ataques ingleses, holandeses,
franceses y portugueses, y defender las provincias que tenía en Flandes, Italia
y una parte de la Europa Central. En esta Escuela de Salamanca, el primer catedrático
que asoció el incremento de los metales y monedas a la variación de los precios
fue Martín de Azpilicueta (1492-1586), sacerdote, filósofo y economista español
que tuvo una longeva vida. El destacado economista Joseph Allois Schumpeter
(1883-1950), en su destacada obra “Historia del análisis económico”, considera
que los creadores de la Ciencia Económica fueron los españoles de dicha Escuela
de Salamanca, y no los llamados “padres” de la Economía que surgieron en el
siglo XVIII y que se consideran como los tratadistas que iniciaron la Ciencia
Económica, y que se fija la publicación en 1776 de la obra “Investigación
acerca de la naturaleza y causa de la riqueza de las naciones” de Adam Smith
(1723-1790).
Esta
aportación del siglo XVIII del Reino Unido incluye la citada obra de Adam Smith
y otros autores tales como Richard Cantillon (1680-1734); David Hume
(1711-1776); David Ricardo (1772-1823); Thomas Robert Malthus (1766-1834); John
Stuart Mill (1806-1873), todos ellos británicos, a quienes se les considera
como autores clásicos y partidarios del liberalismo económico. Esta línea ha
continuado posteriormente por las aportaciones del sueco Knut Wicksell
(1851-1926); el británico Alfred Marshall (1842-1924), que trató sobre el
llamado “equilibrio parcial”; León Walras (1834-1910), francés, quien estudió
el llamado “equilibrio total”; Arthur Cecil Pigou (1874-1959), británico;
Irving Fisher (1867-1947), estadounidense; Friedrich Hayek (1899-1992),
austríaco perteneciente a la escuela austríaca que estudió sobre el liberalismo
como fórmula idónea para el perfeccionamiento de una economía; y otros que eran
partidarios del liberalismo económico y que establecieron modelos de
comportamiento económico, muy difundidos dentro de la Ciencia Económica, y que
sirven para clarificar la economía de un país.
Pero
ha sido Milton Friedman (1912-2006), Premio Nobel de Economía del año 1976,
quien ha profundizado y desarrollado este monetarismo. Fue catedrático de la
Universidad de Chicago, Illinois, Estados Unidos de América, hasta el extremo
de que las ideas liberales y monetaristas han pasado a llamarse
“Neocuantitativismo de Chicago”. Precisamente este Neocuantitativismo de
Chicago fue uno de los temas eliminatorios que tuve que exponer en el examen de
Grado de la Licenciatura de Ciencias Económicas y Comerciales en la Facultad de
la Universidad Central de Madrid, en el que obtuve la calificación de
Sobresaliente y Premio Extraordinario de Licenciatura.
A
grandes rasgos, el monetarismo se puede resumir en una rama o vertiente del
pensamiento económico que se ocupa de los efectos del dinero sobre la economía en
general. Pese a no constituir una escuela del pensamiento económico como tal,
el monetarismo es reconocido como una tendencia que ha ejercido una gran
influencia sobre numerosos economistas y el término monetaristas se entiende
referido a la doctrina defendida por Milton Friedman y la Escuela de Chicago.
Friedman
medía 1.51 metros de altura, y su capacidad intelectual y conocimientos
económicos se han manifestado en la Universidad de Chicago, hasta el extremo
que se suele decir que dicha Universidad tiene un elevado número de economistas
por metro cuadrado que han obtenido el Premio Nobel de Economía. Los
monetaristas comparten la concepción de la economía clásica y neoclásica del
equilibrio económico; específicamente, la propuesta de que si la oferta
monetaria equipara la demanda por liquidez, los precios serán estables.
Igualmente comparten la percepción de un mercado libre, pero con la acepción de
que el Gobierno u otras autoridades monetarias tienen la obligación de mantener
la estabilidad económica. A diferencia del resto de los neoclásicos y
marginalistas, no utilizan el individualismo metodológico, ya que el interés
monetarista se centra en agregados monetarios, demanda global y otras
macromagnitudes.
Como
he expuesto, el economista que abandera el monetarismo es Milton Friedman,
quien ha tenido una excelente trayectoria académica culminada con el Premio
Nobel de Economía. Pero también ha ejercido como consultor de la Reserva Federal
de Estados Unidos, que es el banco emisor estadounidense; y fue asesor
económico especial de los Presidentes estadounidenses Richard Nixon
(1913-1994); Ronald Reagan (1911-2004) y George Bush (1924-2018), y de la
Primera Ministra Británica Margaret Thatcher (1925-2013).
Ha asesorado
y colaborado con los Gobiernos de distintos países, por ejemplo China y,
fundamentalmente, en el Chile del General Pinochet (1915-2006), con
colaboradores a los que se les llamaba “Los Chicago Boys”, aunque parece que este
grupo no tuvo mucho éxito.
Una
de las contribuciones de Friedman a la economía es su estudio de la función de
consumo. A diferencia de John Maynard Keynes (1883-1946), que decía que el
consumo de un periodo dependía exclusivamente del ingreso del mismo periodo,
Friedman postuló que éste dependía del ingreso permanente, es decir, del
ingreso a largo plazo. Este nuevo enfoque tenía un énfasis en las expectativas
y proyecciones de los consumidores, introduciendo el papel de las expectativas
en sus modelos económicos. Friedman tuvo una vida llena de honores y escribió
diversidad de libros que forman parte de una excelente colección de estudios
económicos fundamentados en la corriente dineraria de la economía.
21 de diciembre de 2022
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