Continuando el compromiso de dedicar algunos artículos a los métodos que han usado diversas escuelas de pensamiento referente a la Economía, incluyo la llamada “metodología keynesiana”, también llamada “keynesianismo” o “escuela keynesiana”, que debe su nombre al brillante economista británico John Maynard Keynes (1883-1946), uno de los más destacados economistas de la primera mitad del siglo XX, y que cubrió todos los aspectos de la economía, combinando la Microeconomía con la Macroeconomía, engarzadas ambas con las finanzas, que es el estudio de la corriente dineraria de la Economía y con la de la Hacienda Pública, las cuales generan una política monetaria y una política fiscal al mismo tiempo.
John
Maynard Keynes era hijo de un profesor de Economía de la Universidad de
Cambridge y, desde muy pequeño, mostró una gran capacidad intelectual y
curiosidad por todos los temas. Aunque se dedicó, fundamentalmente, a la Economía,
era un erudito en buena parte de las ciencias naturales y ciencias físicas. Se
formó en Eton y Cambridge, desarrollando una intensa actividad docente en esta último
Universidad. Sus tareas de enseñanza las combinó con las de servicios a la
Administración Pública británica y trabajó en la Oficina de Administración de India,
entonces colonia de Inglaterra, considerada como “la perla de la Corona” de la
Monarquía Inglesa. Participó en negocios en los mercados financieros que le
hicieron millonario y promocionó el ballet en teatros londinenses, cuya
protagonista era su esposa Lidia Lopujova (1892-1981).
Su
metodología para estudiar la Ciencia Económica es la más amplia de todas las
que yo conozco, ya que la enfoca mediante diversos aspectos que, conjuntados,
hacen del “keynesianismo” la metodología más usada desde la primera mitad del
siglo XX hasta hoy en día. A grandes rasgos, su método incluye variables
macroeconómicas y microeconómicas. Una síntesis de su análisis de la Economía
sería: la Oferta Monetaria es la cantidad de dinero que pone a disposición del
mercado el banco emisor de un país, que hace frente a las demandas de dinero de
las unidades microeconómicas para su funcionamiento. El equilibrio entre ellas
fija el tipo de interés, el cual a su vez determina la inversión; es decir, a
mayor tipo de interés, por ejemplo, una reducción de la Oferta Monetaria,
alzaría el tipo de interés y se reduciría la inversión por el encarecimiento
que supone. Con ello, la inversión se reduce, o bien ha de ser sustituida por
inversión extranjera; aun así, la inversión se iguala al Ahorro, aunque dicho
Ahorro proceda del exterior.
La
inversión es una parte de lo que Keynes denomina Demanda Agregada, que es la
que hace funcionar la economía. Si aumenta la Demanda Agregada, genera un
crecimiento del nivel de empleo hasta que alcanza un punto que podemos llamar
“pleno empleo”, en el cual esta política de incremento de la Demanda Agregada,
ante el pleno empleo, repercute en el nivel de precios y, por tanto, se inicia
un aumento de precios que no es otra cosa que una inflación generalizada. Ante
ello nos encontramos con que el salario nominal, que es rígido a la baja, es
decir, que no puede reducirse, genera los salarios reales, que consisten en el
salario nominal dividido por el incremento del nivel de precios. Para superar
esta situación de desequilibrio y de diferenciación entre sectores económicos,
hay que recurrir a la política monetaria, en cuanto a las corrientes dinerarias
que han fijado el tipo de interés y a la política fiscal, consistente en el aumento
o disminución de los impuestos y también a las subvenciones y aportaciones del
Estado en la economía, la cual continúa siendo liberal pero con un
intervencionismo del Estado, por lo que su liberalismo recurre al apoyo del
Estado para seguir funcionando.
Su
metodología resultó en su momento revolucionaria y, en cierto modo, fue
planteada como consecuencia de la depresión del año 1929 y manifestada en su
obra “Teoría general del empleo, el interés y el dinero”, publicada en 1936.
Según la teoría keynesiana, la intervención estatal es necesaria para moderar
los auges y caídas de la actividad económica, es decir, moderar el ciclo
económico.
El
pensamiento de Keynes se ha generalizado en diversos modelos que interpretan
las aportaciones de tan brillante economista, que definió algunas situaciones
que matizan la linealidad de la forma de entender la economía; entre ellas: “trampa
de liquidez”, que supone que cuando el interés llega a ser muy bajo, aunque
aumente muchísimo la oferta monetaria, el nivel de interés no varía; las
expectativas empresariales, que él llamó “animal spirits”; la demanda de
inversión como parte de la demanda global en relación con la liquidez y que no
tiene una respuesta de demanda por los inversores, y lo comparaba con la
situación en la que decía que le puedes poner delante de la cabeza de un
caballo un cubo de agua, pero no es seguro que se lo vaya a beber; y otros
vocabularios que todavía se usan en la explicación de la Macroeconomía y la Microeconomía.
Keynes
participó, en el año 1919, en la preparación de la llamada “Paz de Versalles”
de 1920, formando parte de la representación del Reino Unido, pero dimitió
porque entendió que las fuertes indemnizaciones de guerra que Francia, Gran
Bretaña y Estados Unidos obligaron a pagar a la vencida Alemania, eran
excesivas, y Alemania jamás podría pagarlas si no había algún cambio muy
sustancial y, efectivamente, tuvo razón, porque fue el punto que motivó el auge
del nazismo con las consecuencias que conocemos de la Segunda Guerra Mundial. Esto
lo reflejó en uno de sus libros titulado “Las consecuencias económicas de la
paz” (1919).
Igualmente
fue uno de los principales participantes en los acuerdos de Breton Woods,
celebrados en el año 1944 para preparar el Sistema Monetario Internacional derivado
del, casi seguro, triunfo de los aliados contra Alemania, Italia y Japón, que
tuvo lugar en 1945. Su diseño es la base del actual Sistema Monetario
Internacional del que se genera el Fondo Monetario Internacional, el Banco
Mundial y el Acuerdo General de Aranceles y Comercio. Definió una nueva moneda
de validez internacional a la que llamó “bancor”, que no fue aceptada por el
representante de Estados Unidos, Mr. White, quien dijo que no era necesario
porque para ello ya estaba el dólar estadounidense, y no había que crear
ninguna nueva moneda, y otras consideraciones monetarias a su país, Gran Bretaña.
El
pensamiento de Keynes es intervencionista, pero algo suave, ya que,
fundamentalmente, aceptó la economía liberal que defendieron Friedrich von
Hayek (1899-1992), miembro de la escuela austríaca de economía; el sueco Karl
Gustav Cassel (1866-1945); Piero Sraffa (1848-1983), italiano, que fue seguidor
del liberalismo de los llamados “padres de la economía” del siglo XVIII.
Sus libros
más importantes son “La moneda india y las finanzas” (1913), fruto de su
trabajo en la Administración de India, que era la más importante colonia
inglesa en su momento y que, a partir de 1948, se transformó en un Estado
propio; “Las consecuencias económicas de la paz” (1919) en el que predijo las consecuencias
negativas que iban a tener los acuerdos de la “Paz de Versalles” (1920), y que
se cumplieron; una interpretación posterior de dichos acuerdos en su libro “Una
revisión del tratado” (1922); “Tratado sobre la reforma monetaria” (1923); “Tratado
sobre el dinero” (1930); y la más importante de todas, “Teoría general del
empleo, el interés y el dinero” (1936). Este último libro ha sido la base para
la explicación de la Macroeconomía en todas las Universidades y Centros de
Enseñanza Superior hasta hoy, al que algunos profesores o catedráticos han
matizado parte de lo expuesto en dicho libro, pero su contenido es fundamental
para los estudios económicos.
Su
vida personal se resume en que fue un brillante alumno, tanto en Eton como en el
King’s College de la Universidad de Cambridge, que no solamente fue un
economista teórico, sino también práctico, que se enriqueció, tuvo iniciativas
empresariales y patrocinó actos culturales e, incluso, artísticos y teatrales
en parte de los cuales participó su esposa Lidia Lopujova, bailarina rusa que
se exilió en Europa cuando Rusia se transformó en la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas, es decir, impuso el comunismo en tan extenso país. Sus quehaceres
incluían enseñanza, investigación, difusión de conocimientos y fue creador y
primer Presidente de una Revista de Economía en la que publicaban, y siguen
publicando, los economistas de mayor prestigio, ya que dicha revista es
considerada, actualmente, como la de mayor nivel. También fue miembro del
llamado “Círculo Bloomsbury”, que fue, durante muchos años, una especie de club,
tan frecuente en Reino Unido, en el que participaba un conjunto de
intelectuales británicos durante el primer tercio del siglo XX, destacando, en
el terreno literario, artístico o social, cuya denominación tomaron del nombre
de un barrio de Londres, en la zona que rodea al Museo Británico.
Como
destacados participantes me permito citar algunos de ellos, por ejemplo
Virginia Woolf (1882-1941), escritora que se suicidó en 1941; Mary Sackville-West
(1892-1962), que tuvo amores lésbicos con Virginia Woolf; Bertrand Russell
(1872-1970), matemático, filósofo, sociólogo y erudito; Lyppton Strachey (1880-1932),
escritor y biógrafo, homosexual; Dora Carington (1893-1932), quien vivía con el
anterior citado Strachey, a pesar de estar casada con Ralph Partridge (1894-1960),
ella se suicidó mediante un disparo de arma de fuego; Gerald Brennan (1894-1987),
quien se trasladó en la época de los veinte a España viviendo en la provincia
de Granada y que escribió “El laberinto español”, en el que ahonda sobre la
evolución histórica de nuestro país y en el que viene a decir que España
manifiesta una especie de lucha entre unas zonas u otras, y que, en cierto
modo, predijo lo que luego sería la Guerra Civil Española (1936-1939). Brenan,
en los últimos años de su vida, estaba desatendido y solo en Gran Bretaña, y la
Comunidad Andaluza lo trajo a España viviendo en la provincia de Málaga, donde
fue exquisitamente atendido hasta su fallecimiento, aquí le llamaban “Don Geraldo”,
y está enterrado en el cementerio inglés de Málaga; Duncan Grant (1885-1978),
pintor, homosexual y pareja de Keynes, a pesar de estar éste casado con la
bailarina Lidia Lopujova desde el año 1925, lo cual nos hace suponer una
desviada sexualidad. Se cuenta que, en el año 1930, organizado por el periódico
El Sol, Keynes dio una conferencia en Madrid con el título “El futuro de
nuestros nietos”, en el que predijo la situación económica y social a cincuenta
años vista. Parece ser que, cuando llegó a España en automóvil desde Francia, cruzando
los Pirineos, vio un pastor en Aragón que estaba con su ganado, y estaba
haciendo de vientre, con lo cual, desde la carretera, vio el órgano viril de
dicho pastor, y comentó la felicidad que le suponía el verlo.
Este
es mi resumen sobre la metodología keynesiana, la cual es algo más que un
método, sino que es una escuela de pensamiento que continúa vigente en la
actualidad.
Vicente Llopis Pastor
20 de diciembre de 2022
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