Estimado
lector, siguiendo la costumbre de cada lunes, incluyo una nueva colección de
anécdotas de famosos personajes de la historia, por ejemplo:
621)
Juan Bonafé,
actor español.
Juan Bonafé
(1875-1940), mallorquín, fue un actor de teatro español muy alabado en sus
papeles cómicos. En una de las obras que representó en su juventud salía a
escena tirando de un burro. Y sacaba un burro de verdad. Era en una ciudad de
segundo orden. Y uno del público le gritó:
-
“¡Que hable el
burro!”
Bonafé se dirigió
al borrico y, dedo en alto en señal de advertencia, le dijo:
-
“Tú no dices ni
una palabra mientras no te lo mande yo”.
Risas en el
público y éxito de la obra.
622)
Publio
Cornelio Escipión, el africano.
Publio Cornelio
Escipión (253-173 a.C.) fue uno de los grandes generales de Roma que combatió
fundamentalmente en África, de ahí el apodo de “el africano”, con grandes
éxitos frente a los cartagineses. Fue víctima de una acusación dirigida contra
el por Catón El Viejo (234-149 a.C.), y se retiró a sus posesiones de Liternum,
en la Campania, lejos de Roma, donde se dedicó a la agricultura hasta su
muerte. Nunca quiso volver a Roma y dejó una inscripción para poner en su tumba
como epitafio: “Ingrata patria; no
poseerás mis restos”. Es un texto que se suele citar junto al nombre de
este destacado general romano.
623)
Erasmo de
Rotterdam.
Erasmo de
Rotterdam (1467-1536) fue un filósofo que ejerció como profesor en distintas
universidades europeas. Autor del famoso “Laus
Stultitiae”, en español “Elogio de la locura”. En aquellos tiempos los
soberanos competían en tener filósofos de fama entre sus cortesanos. Pero
Erasmo no aceptó una invitación de Enrique VIII (1491-1547) y jamás estuvo en
España.
Más tarde le
invitó Francisco I de Francia (1494-1547) y el filósofo tampoco aceptó la
invitación. Dijo entonces:
-
“La vida
cortesana es como los tapices, que más bonitos parecen vistos de lejos que de
cerca”.
624)
Tristán
Bernard, novelista francés.
Tristán Bernard (1866-1947),
dramaturgo, novelista, periodista y abogado francés, de abundante obra pero
poco conocido en España.
Explicaba Bernard
a sus amigos que había asistido a una boda y que, a petición de otros
invitados, había dedicado un brindis a los recién casados, en el que se había
movido siempre en el terreno de las mentiras.
Le preguntaron:
-
“¿Y qué necesidad
tenías de mentir?”.
Bernard le
contestó:
-
“Pues, sí. Les he
hablado de amor y no ha sido un matrimonio de amor, sino todo lo contrario: de
odio. Ella se ha casado por odio a la soledad y él se ha casado por odio a la
pobreza. Pero, ¿cualquiera les dice esto?
625)
Marco Tulio
Cicerón.
Marco Tulio
Cicerón (106-43 a.C.) era enemigo de las retóricas inútiles y, en sus
discursos, iba siempre al grano y se esforzaba en evitar todo lo que fuese
palabrería inútil. A pesar de ello, es considerado como uno de los grandes
oradores de la historia y el vocablo “cicerone” se usa para definir a la
persona o profesional que explica hechos, ciudades y obras de arte a turistas y
visitantes.
Marco Tulio
Cicerón estuvo en Grecia para aprender oratoria entre los griegos. En Grecia el
orador Apolonio le oyó pronunciar un discurso ante mucha gente. Todos le
aplaudieron mucho menos Apolonio.
Y Cicerón le
preguntó:
-
“¿No lo hago
bien?”.
Apolonio le
contestó:
-
“Más que otro
cualquiera. Y eso me entristece. La elocuencia era la única gloria que nos
quedaba y tú vienes a quitárnosla y te la llevas a Roma”.
626)
Eduardo VII,
rey de Inglaterra.
Eduardo VII de
Inglaterra (1841-1910) fue hijo y sucesor en el trono de Inglaterra de la reina
Victoria I (1819-1901). Eduardo no subió al trono hasta la edad de sesenta
años, al fallecer su madre, y murió nueve años después, en 1910. Hasta que
accedió al trono tuvo la consideración de “Príncipe de Gales”.
Contaba el Príncipe
de Gales que, una tarde de invierno en París, en el Bois de Boulogne, paseaba a
pie y sintió frío. Era en el mes de noviembre, vio a una mujer que vendía
castañas, le compró una bolsa, se las metió en los bolsillos y, al calor de las
castañas, se calentó las manos metidas en los bolsillos. Y, ya recuperado, fue
comiendo las castañas durante su paseo. Y después supo que la vendedora de
castañas le había reconocido, o alguien le había dicho quién era aquel cliente
tan elegante, y puso en su puesto un cartel en el que se anunciaba como
“PROVEEDOR DEL PRÍNCIPE DE GALES”.
627)
Douglas MacArthur.
Douglas MacArthur
(1880-1964), general de cinco estrellas del Ejército Estadounidense. Mariscal
de campo del Ejército Filipino. Comandante en jefe en el frente del Pacífico
durante la Segunda Guerra Mundial.
Durante su mando
en el Japón, estuvo en este país el actor cómico estadounidense Joe Brown
(1891-1973), muy popular en los Estados Unidos en aquel momento. Douglas le
concedió una audiencia y, ante la sorpresa del actor, un fotógrafo les retrató
a los dos juntos.
MacArthur dio esta
explicación: “Es para mandar la
fotografía a mi hijo”.
Y acabó de
explicar su intención así: “Mi hijo solo
tiene siete años, y en su última carta me decía que le gustaría tener una
fotografía de su padre junto a algún personaje importante. Si a usted no le
molesta…”
El actor le
contestó: “A sus órdenes, mi general”.
628)
Eugenia de
Montijo.
La española
Eugenia de Montijo (1826-1920) ocupó el trono de Francia como esposa de
Napoleón III (1808-1873). Y así ha pasado a la historia con el título de “La
emperatriz Eugenia”.
Cuando era todavía
una niña, una gitana, después de observarle la palma de la mano, le dijo: “Llegarás muy alto, vivirás cien años y
acabarás en la noche”.
Y llegó a
emperatriz, vivió 94 años y en sus últimos tiempos lo había perdido casi todo y
estaba casi ciega.
629)
General
Franco.
Francisco Franco
Bahamonde (1892-1975) fue el vencedor de la Guerra Civil Española (1936-1939) y
hasta que falleció fue Jefe del Estado y Presidente del Gobierno Español. A su
etapa de gobierno se le denomina “franquismo” de forma peyorativa. Tuvo una
hija, Carmen Franco Polo (1916-2017), quien se casó con Cristóbal
Martínez-Bordiú (1922-1998), marqués de Villaverde, cardiólogo, Jefe de
Servicio del Hospital La Paz.
Uno de sus siete
nietos le preguntó en una ocasión al general Franco:
-
“Abuelo, ¿tú
mataste a muchas personas en la Guerra?
Franco le
contestó:
-
“Menos que tu
padre en La Paz”.
630)
Alfonso XIII.
Alfonso XIII (1886-1941)
fue Rey de España desde que nació hasta que fue derrocado por la Segunda
República Española en el año 1931. Era un hombre muy amable y dicharachero y en
ocasiones contaba anécdotas que tenían mucha gracia.
Durante una
estancia de Deauville, entre los que le rodeaban al Rey había una dama muy
bella y que, preciándose mucho de su belleza, no hacía nada para disimularla. Llevaba
la dama los brazos al aire y el Rey, como galantería, la pellizcó en un brazo.
A la dama le quedó una señal y, más para lucirla que para otra cosa, la enseñó
al duque de Sotomayor, que había sido uno de los preceptores del Rey. Y el
duque, después, advirtió al Rey:
-
“Señor, esas
libertades con las damas, que después lo enseñan y dicen: “mira lo que me ha
hecho el Rey”…”.
La próxima vez que
el Rey vio a la dama repitió el pellizco, pero no en el brazo, sino en otra
parte de mayor blandura carnosa. Y le dijo:
- “Supongo, señora, que esta vez si le queda alguna señal, no se la enseñará a nadie”.
La Asociacion de los Amigos de la Obra de Saülo Mercader(A.O.S.M) y el maestro pintor y escultor Saülo Mercader Les mandan sus felicitaciones por esas anecdotas sabrosas y que hablan mucho del caracter de las personas. Un cordial saludo
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