Zollverein es una expresión
alemana que quiere decir “unión aduanera”. Fue creada en el año 1834 y sirvió
para aunar las fuerzas para crear una zona de libre comercio y establecer
tarifas aduaneras frente a terceros países. En cierto modo fue un cambio en lo
que durante más de tres siglos había sido la Liga Hanseática, sobre la cual
escribí ayer.
Para situarlo en el tiempo, hay que recordar que Europa estaba toda
revuelta en numerosos estados, principados, cambios de fronteras y otras
significativas consecuencias de las guerras napoleónicas. En el Congreso de
Viena del año 1815, una vez derrotado Napoleón I Bonaparte (1769-1852), las
potencias vencedoras se repartieron, a su manera, Europa, destacando, sobre
todo, el canciller Metternich (1773-1859) y en el reparto del continente
europeo los que más beneficios tuvieron fueron Inglaterra, Austria, Prusia y
algunos otros principados alemanes y polacos; a partir de este Congreso se
crearon posteriormente el Imperio Alemán, el Imperio Austro-Húngaro y la
unificación de Italia. A partir de dicho año comienzan a surgir las primeras
voces que abogaban por una unión comercial alemana. A medida que el siglo XIX
transcurría, la economía de los estados alemanes progresaba y se reclamaba la
unidad comercial; algo distinto a lo que había sido la Liga Hanseática que se
mantuvo durante más de tres siglos.
Los pequeños estados alemanes eran muy numerosos y todos ellos fijaban
sus aduanas en el comercio entre ellos y con terceros. La existencia de
diversas normativas aduaneras y la gran variedad de derechos de pago que debían
afrontarse a la hora de comerciar entre dichos minúsculos estados se habían
convertido en verdaderas trabas. Trataron de simplificar una regulación tan
compleja, basada en las ideas del economista alemán Friedrich List (1789-1846),
quien desarrolló el Sistema Nacional del
Mundo Monetario, o lo que algunos hoy llamarían Sistema de Innovación Nacional; siendo uno de los antecesores de la
escuela historicista alemana de economía y considerado el teórico original de
la Unión Europea, cuyas ideas sirvieron de base para crear la Comunidad
Económica Europea, cuya primera denominación fue Mercado Común Europeo,
actualmente llamado Unión Europea. List era partidario de establecer una
normativa única, al tiempo que los estados alemanes aunaban fuerzas para hacer
frente a la gran potencia comercial de la época, es decir, Gran Bretaña.
De entre la maraña de pequeños estados alemanes que existían en el siglo
XIX, el más poderoso de todos ellos, Prusia, fue el pionero en la unificación
de la regulación aduanera. Así, en todo el territorio que Prusia había ganado
tras el Congreso de Viena, se establecieron unos aranceles comunes. La realidad
económica alemana del momento era muy compleja e implantar una unión aduanera
no era sencilla, ya que mientras que el este de Alemania se caracterizaba por
un fuerte peso de la agricultura en la economía, donde la nobleza controlaba
grandes extensiones de terreno, el oeste alemán comenzaba a industrializarse al
tiempo que era una sociedad de alta burguesía que iba ganando paulatinamente
mayor peso. Por su parte, Baviera había logrado establecer una unión aduanera,
llegando incluso a ampliarse esta unión con Wurtemberg. De este modo se
establecían aranceles frente a terceros países, al tiempo que las mercancías
podían circular con plena libertad.
En el año 1834 se creó el Zollverein,
una organización de aduanas por medio de la cual se suprimían los aranceles
entre los miembros de la Confederación germánica, a excepción de Austria. Esta Confederación
germánica la componían treinta y nueve pequeños estados. Varios componentes de
esta Confederación germánica experimentaron un considerable desarrollo
económico a partir de 1815. La unión aduanera promovió la unidad de tarifas
aduaneras en un proceso de unificación económica que Austria no pudo impedir a
pesar de que controlaba la dirección política de la Confederación.
El Zollverein funcionó hasta
el año 1871, cuando tras la guerra franco-prusiana se constituyó el Imperio
Alemán que, como entidad política unificada, asumió las competencias en materia
comercial. El Zollverein creó un
mercado interno y armonizó los sistemas comerciales y fiscales dentro de la
Confederación. Este sistema de unión aduanera propició la prosperidad económica
en los estados alemanes, que benefició el ascenso de Prusia como potencia
industrial, siendo además el proyecto fundacional que inició el camino hacia la
unificación alemana bajo el principio de la Kleindeutsche
Lösung, traducido al español como “Pequeña Alemania”.
Hay que citar que en el año 1806 el Imperio Francés de Napoleón I
Bonaparte impuso los principios del Código Civil de Francia en la Confederación
del Rhin, fundamentalmente el respeto a la propiedad privada. Prusia, que no
formó parte de dicha Confederación, también adoptó este sistema, aboliendo la
servidumbre y la distinción entre propiedad noble y no noble. Se creaban así
las condiciones para la existencia de un mercado libre de tierras; sin embargo,
solo fue con el ascenso del canciller prusiano Otto von Bismarck (1815-1898) a
partir del año 1860 en el que el estado se orientó hacia el capitalismo. En
1828 se organizó una reforma aduanera general en la confederación germánica,
teniendo por eje Prusia. Simultáneamente se habían constituido dos uniones
aduaneras, una entre Prusia y Hesse-Darmstadt y otra entre Baviera y Wurtemberg,
en cada una de las cuales había libre circulación de mercancías existiendo un
arancel común. El acercamiento entre ambas uniones llevó a la formación del Zollverein, que entró en vigor el 1 de
enero de 1834. Austria intentó bloquearla y algunos estados alemanes crearon
uniones rivales contra la influencia de Prusia, pero casi todos acabaron por
enterrarse en el transcurso de esa década, excepto Hannover, Oldemburgo,
Mecklemburgo y las tres ciudades que todavía formaban parte de la mentada Liga
Hanseática, todos ellos bajo la esfera de influencia de Austria. En el año 1856
dicho Zollverein ya firmó el tratado
de amistad, comercio y navegación entre la Unión Aduanera Alemana y la
Confederación Argentina.
El Zollverein se transformó
casi en una unión nacional, que tras la guerra franco-prusiana daría lugar al
nacimiento del Imperio Alemán, cuyos límites territoriales fueron esencialmente
los mismos de la Zollverein. La
Constitución alemana imperial de 1871, puede decirse que reemplazó a la Zollverein al conceder a la unión el
derecho exclusivo de legislar sobre las tarifas aduaneras comunes y los
impuestos.
La unión aduanera alemana constituyo un modelo para la moderna
arquitectura comunitaria de Europa y sus fórmulas de integración, primero
comerciales, posteriormente aduaneras y finalmente políticas, es la que sirvió
de base para la creación del Mercado Común Europeo en 1957, en el que
participaron el Benelux, Alemania, Francia e Italia, que fue ampliándose
paulatinamente y llamándose Comunidad Económica Europea, luego Comunidad
Europea, actualmente Unión Europea. Esta evolución que actualmente consiste en
la llamada Unión Europea, siguió los mismos pasos que aportó, predijo y fue
puesto en práctica según las ideas del economista Friedrich List. Incluso el
Benelux, integración de Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo, siguió el mismo
camino que el Zollverein. Incluso es
aplicable al caso de España, que en el año 1959 fijó unos planes de desarrollo
en los que se suprimieron las aduanas internas y las tasas de usos y consumos
que tributaban las mercancías que se fabricaban en una localidad y se vendían
en otra y que se consideraba algo así como una transacción intranacional; fue
el año en el que España modernizó su economía, dejó de ser autárquica y se
integró en el Sistema Monetario Internacional y en instituciones como el Fondo
Monetario Internacional, Banco Mundial y el Acuerdo General de Aranceles y
Comercio.
Desde el punto de vista actual, los especialistas en economía consideran
que el Zollverein fue el inicio del
moderno Sistema Económico y de Producción Mundial, ya que generalmente se
tiende a la liberalización de inversiones, libertad de establecimiento,
movimiento de personas, transferencia de capitales y un importante liberalismo
económico, sobre todo en Europa, Estados Unidos, Japón y Corea del Sur, que
está culminando en un importante avance científico, tecnológico, comercial y
tributario de la mayoría de los países. Eso sí, con algunas inconveniencias,
como pueden ser la de las potentes Rusia, China e India.
Una de las consecuencias más inmediatas de la libre circulación de
mercancías y capitales se hizo sentir en el gasto de los Estados miembros. Los
países tenían que dedicar menos recursos al control de fronteras, lo que
suponía un importante ahorro al erario público. Otro de los efectos de esta
Unión Europea fue el surgimiento de un gran mercado alemán en el que poder
comerciar. El incremento de la actividad económica mejoró el desarrollo alemán,
dando lugar a una importante red de ferrocarriles e impulsando la
industrialización. A pesar de la libre circulación de mercancías y del
establecimiento de una política arancelaria común, la Zollverein no supuso una unión económica plena de Alemania. Cada
Estado tenía su propia política económica, sin olvidar que también utilizaban
distintas monedas. Este acuerdo aduanero alemán siempre contó con la rivalidad
política y económica de Austria, que no logró superar económicamente a los
estados alemanes, a cuya cabeza se encontraba el poderoso reino de Prusia.
Como he dicho anteriormente, Zollverein
fue un ejemplo que siguió la creación de la Unión Europea. El principal
artífice de la unificación de Alemania fue Otto Bismarck, Primer Ministro de
Prusia desde el año 1862, quien poco a poco se hizo con el control de Europa e
incluso consiguió algunas colonias en África y América mediante la compra por
dinero o por guerras. En esa misma línea pocos años después apreció la figura
de Adolf Hitler (1889-1945), quien no fue un ejemplo de unificación aduanera ni
progreso económico, sino una apuesta de una fuerte Alemania contra la mayor
parte del mundo. Pero esto no tiene que ver nada con el título de este artículo
que es el de “Zollverein”.
Un afectuoso saludo.
Vicente Llopis Pastor
30 de marzo de 2022
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