XXIV. MIGUEL DE UNAMUNO Y JUGO (1864-1936). 98. AFORISMOS, PROVERBIOS, MÁXIMAS, ADAGIOS, REFLEXIONES Y OTROS CONCEPTOS SINÓNIMOS DE GRANDES LITERATOS Y DESTACADAS PERSONALIDADES (XXIV)
Siguiendo con los artículos relativos a aforismos,
proverbios, máximas, adagios, reflexiones y otros conceptos me he referido a
grandes autores del Siglo de Oro de la Literatura Española. Así como al
escritor Federico García Lorca (1898-1936), el más importante poeta del siglo
XX. Hoy voy a continuar con la Generación del 98 de escritores españoles.
Miguel De Unamuno y Jugo (1864-1936), es considerado como
uno de los máximos representantes de la Generación del 98. Nació en Bilbao,
donde vivió durante su niñez y adolescencia, Y el episodio más notable de esta
época que pudo ver con sus propios ojos fue el asedio de la ciudad por los
Carlistas, que sería después un tema de una de sus novelas. Estudió en Madrid y
se trasladó a Salamanca tras obtener la cátedra de Griego en su universidad. Antes
de obtener la cátedra dio clases de Latín en diversos centros de enseñanza. Sus
temas preferidos son el paisaje, la reflexión y el hombre español, fundamentales
en su obra. Fue un viajero infatigable y sus observaciones constituyen el tema
de una buena parte de su obra. Fue nombrado Rector de la Universidad de
Salamanca, cargo que ejercería hasta el año 1936, con ocasionales
interrupciones.
En el año 1924, la dictadura de Primo de Rivera, gobernante
en España desde el golpe de Estado del 13 de septiembre de 1923, le desterró a
Fuerteventura, en las Islas Canarias, de donde se escapó estableciéndose en
Hendaya (Francia), en el límite con España, desde donde podía contemplar el
suelo español.
Existe una gran dispersión en la temática de su obra:
novela; teatro; poesía; ensayo; periodismo; crítico literario; filosofía;
etcétera. Aunque se le considera el máximo representante de la Generación del
98, yo no lo encajaría en dicha generación, ya que era mucho mayor que los más
destacados, que nacieron en la década de los años 70 del siglo XIX.
Fue un gran divulgador de la literatura, e incluso de la
filosofía; algunas de sus características las iré tratando a lo largo de estos
cuatro artículos a él dedicados. Su destierro a Fuerteventura apenas fue
controlado y, en cierto modo, la dictadura de Primo de Rivera aceptó el que se
escapara a Hendaya. Múltiples características y anécdotas definen su
personalidad y algunas de ellas las iré desgranando en estos artículos. Por
ejemplo, fue un seguidor del filósofo y teólogo danés Søren Kierkegaard
(1813-1858). Unamuno intentó aprender el danés para leer a Kierkegaard en su
obra original. Otra de sus polémicas frases fue la de “¡Que inventen ellos!”, como alegato en contra de la invención y la
ciencia, lo cual no ha sido muy acertado por los españoles. Incluso, en mi caso
particular, yo conocí a su nieto Miguel de Unamuno, a la sazón Director General
de la Caja de Ahorros y Monte Piedad de Ávila, quien tampoco me dio ninguna
claridad sobre la mentada frase. En sucesivos artículos hablaré de su curiosa y
genuina personalidad.
Hoy comenzaré con algunas de sus más famosas frases:
- Angustia.
“Intenta
curarte de la angustia de preocuparte de cómo te apareces a los demás. Intenta
preocuparte solo por la idea que Dios pueda tener sobre ti”.
- Destino.
“Se
viaja no para buscar el destino, sino para huir de donde se parte”.
- Silencio.
“A
veces, el silencio es la peor mentira”.
- Padres.
“Deberíamos
tratar de ser los padres de nuestro futuro en lugar de los descendientes de
nuestro pasado”.
- Pensamiento.
“A
menos pensamiento, pensamiento más tiránico y absorbente”.
- Razón.
“La
razón es la muerte del fascismo”.
- Sufrimiento.
“El
sufrimiento es la sustancia de la vida y la raíz de la personalidad, ya que solo
el sufrimiento nos hace personas”.
- Felicidad.
“La
felicidad es algo que se vive y se siente, no es una cosa razonada o definida”.
- Dios.
“Creo
en Dios porque creo a Dios”.
- Religión.
“Mi
religión está buscando la verdad en la vida y la vida en la verdad, aunque sé
que no tengo que encontrarla mientras viva; mi religión lucha incesante e
incansablemente con lo desconocido”.
- Afectividad.
“Contra
los valores afectivos no valen razones, porque la razón no son nada más que
razones, es decir, ni siquiera verdad”.
- Felicidad.
“¿De
qué te sirve meterte a definir la felicidad si no logra uno con ello ser feliz?”.
- Razón.
“El
triunfo supremo de la razón es arrojar dudas sobre su propia validez”.
- Locura.
“La
locura, la verdadera locura, nos está haciendo mucha falta, a ver si nos cura
de esta peste del sentido común que nos tiene a cada uno ahogado el propio”.
- Cristianismo.
“El
cristianismo es apolítico”.
- Fe en sí mismo.
“El
que tiene fe en sí mismo no necesita que los demás crean en él”.
- Sociedad.
“El
hombre es un producto social y la sociedad debe impedir que se pierda para ella”.
- Envidia.
“La
envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual”.
- Imposibilidad.
“A
menos que un hombre aspire a lo imposible, la posibilidad que logre no valdrá
la pena”.
- Nacionalismo.
“El
nacionalismo es la chifladura de exaltados echados a perder por indigestiones
de mala historia”.
- Tristeza.
“Es
triste no ser amado, pero es mucho más triste no ser capaz de amar”.
- Debilidad.
“El
débil es débil porque no ha dudado bastante y ha querido llegar a conclusiones”.
- Desconfianza.
“Tu
desconfianza me inquieta y tu silencio me ofende”.
- Gritos.
“Los
hombres gritan para evitar escucharse el uno al otro”.
- Avaricia.
“Es
detestable esa avaricia espiritual que tienen los que sabiendo algo no procuran
la transmisión de estos conocimientos”.
- Soledad.
“Al
encontrarnos a nosotros mismos, encontramos en nosotros mismos a todos nuestros
hermanos en la soledad”.
- Religión.
“Es
en el aspecto religioso donde hay que ir a buscar lo más típico y lo más
radical de un pueblo”.
- Escepticismo.
“El
escéptico no significa que duda, sino que explora o investiga, a diferencia del
que afirma y piensa que ha encontrado”.
- Multitud.
“La
opinión de toda una multitud es siempre más creíble que la de una minoría”.
- Hablar.
“Hablo
de mí porque es el hombre que tengo más a mano”.
- Filosofía.
“La
filosofía satisface la necesidad de crear un concepto único y completo del
mundo y de la vida”.
- Dios.
“Hasta
un ateo necesita a Dios para poder negarlo”.
Estimado lector, mañana continuaré
con frases y referencias de don Miguel de Unamuno y algunos datos de su vida.
Vicente Llopis Pastor
31 de marzo de 2022
Comentarios
Publicar un comentario