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MOMENTOS ESTELARES DE ESPAÑA: BLAS CABRERA FELIPE (1878-1945), FIGURA MUNDIAL EN EL ÁMBITO DEL MAGNETISMO

 

Estimado lector, de cuando en cuando me voy a permitir hablar algunos momentos en los que España ha destacado a lo largo de la historia universal en variados campos, séase ciencias, letras, investigación, descubrimientos, colonización, literatura, arte, invención y en general, en todas las actividades humanas. En este artículo me voy a referir a la señera figura de la ciencia Física, Blas Cabrera Felipe (1878-1945), natural de Arrecife, capital de la Canaria isla de Lanzarote, protagonista y referencia obligada del estudio y la docencia en España con repercusión y elogio internacional.

En el año 1894 se trasladó a Madrid para estudiar Ciencias Físico-Matemáticas, licenciándose en 1899 y con la obtención del grado en 1900. Al cabo de un año y de la presentación de su Tesis Doctoral, fue nombrado Profesor Auxiliar Interino de Física-Matemática; es la época que junto a la experimentación propia y el análisis de los descubrimientos científicos en Europa, dirigió su interés hacia el magnetismo. Esta materia es el conjunto de fenómenos físicos mediados por campos magnéticos. Estos pueden ser generados por las corrientes eléctricas o por los momentos magnéticos de las partículas constituyentes de los materiales. Es parte de un fenómeno más general, el del “electromagnetismo”. También denomina a la rama de la Física que estudia dichos fenómenos. El níquel, hierro, cobalto y sus aleaciones se encuentran entre algunos de los materiales que presentan propiedades magnéticas que son fácilmente observables y comúnmente se les llama “imanes”. Estos materiales son ferromagnéticos e interactúan fuertemente con los campos magnéticos externos a la vez que generan un campo magnético propio. Esto permite la tan conocida repulsión y atracción entre los polos de los imanes, sin embargo, todos los materiales son influidos, de mayor o menor forma, por la presencia de un campo magnético.

Tan evidente era la progresión de Blas Cabrera en el estudio del magnetismo que unos meses después se le ofreció una Cátedra que aún no había sido convocada, además de formar parte de la Comisión que designaría la primera Junta Directiva de la Sociedad Española de Física y Química. A principios de 1904 quedó inaugurada la Cátedra de Electricidad y Magnetismo, cuya titularidad recayó en Blas Cabrera, entonces de tan sólo veintiséis años de edad. Ya con treinta años fue elegido Académico de Número de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales; otra precocidad en su haber, sumada a la que en 1910 le fue concedida la dirección del recién creado Laboratorio de Investigaciones Físicas en el Instituto Nacional de Ciencias Físico-Naturales, patrocinado por la Junta para la Ampliación de Estudios (JAE) que concedía becas para que destacados profesionales, profesores, catedráticos universitarios, investigadores y científicos de todo tipo pudieran completar su formación en países extranjeros más avanzados que España. Esta JAE concedió a Cabrera una pensión para que en el año 1912 pudiera viajar a Zúrich, Suiza, para conocer los avances en electricidad y magnetismo al lado del maestro Pierre - Ernest Weiss (1865-1940). Etapa breve pero fructífera que antecedió a la de picada, de vuelta a España, a la Magnetoquímica, organizando bajo su responsabilidad un grupo de investigación con catedráticos e investigadores españoles, entre ellos Enrique Moles Ormellá, Julio Guzmán, Manuel Marquina, Emilio Jimeno y Santiago Piña.

Por sus reconocidas tareas y capacidades, en 1916 fue elegido Presidente de la Sociedad Española de Física y Química, a la par que la JAE le propuso como embajador cultural en Argentina para ocupar la Cátedra de Cultura Española, instituida en Buenos Aires por mediación de la Institución Cultural Española, posesión confirmada en presencia el año 1920, una vez dedicado a la reflexión teórica y la divulgación científica en torno a la estructura de la materia y la teoría de la relatividad. Una dedicación siempre compatible con la enseñanza, impartiendo cursos y conferencias en donde era solicitado y ubicando numerosos artículos y obras de divulgación. Esta actividad pública docente alcanzaría un hito al convertirse en el anfitrión de Albert Einstein (1879-1955), creador de la teoría de la relatividad, y que gracias al señor Cabrera visitó España en el año 1923, realizando conferencias y exponiendo sus teorías que superaban a las de Isaac Newton (1642-1727). En el año 1924 retomó la investigación experimental. El laboratorio que dirigía encaminó sus estudios al Paramagnetismo y a la influencia de la temperatura en el comportamiento magnético de las disoluciones, vinculándose a la tarea los célebres Arturo Duperier Vallesa (1896-1959) y Julio Palacios (1891-1970); los trabajos fueron publicados en las revistas internacionales de mayor prestigio. Blas Cabrera completó la ecuación de Curie-Weiss del Paramagnetismo, que desde entonces fue conocida la ecuación de Curie-Weiss-Cabrera, y en ocasiones como de Cabrera-Duperier. El nombre de Curie es el apellido de los grandes investigadores en Física y Química, Pierre Curie (1859-1906) y su esposa María Curie (1867-1934), esta última Premio Nobel de Física y también, años después, Premio Nobel de Química.

Blas Cabrera fue uno de los artífices de la ciencia española en la primera mitad del siglo XX, admirado por todo tipo de gobiernos que tuvo España en ese período de tiempo. En 1928 fue nombrado Académico Correspondiente en París, elegido por miembros del Comité Científico de las Conferencias Solvai y superando abrumadoramente a los sabios candidatos Niels Bohr, Camille Gutton y Henri Buisson. En el año 1930 fue nombrado Rector de la Universidad Central de Madrid, integrándose a su vez en la Junta Constructora de la Ciudad Universitaria. Meses después también fue elegido representante español en el Comité Internacional de Pesas y Medidas, ubicado en París, en sustitución del eminente científico español Leonardo Torres Quevedo (1852-1936), inventor del autogiro, hoy llamado helicóptero. Podría incluir algunos otros cargos, investigaciones y aplicaciones del Magnetismo pero necesitaría varias páginas, así que finalizo con la trayectoria vital y profesional de Blas Carrera Felipe. Falleció en el año 1945 en México, ignorado su deseo en 1941 de reincorporarse a las Academias de Ciencia y Lengua Española, aun habiendo manifestado por escrito su vivo deseo de continuar su obra en España; habiendo concluido su labor docente impartiendo clases de Física en la Universidad Nacional Autónoma de México y publicando en la revista Ciencia.

El magnetismo, campo magnético, flujo magnético e intensidad magnética, fundamentalmente mediante el electromagnetismo, se usa en diversos procesos productivos industriales y destaca en algunos medios de locomoción, entre ellos en ferrocarriles y navegación marítima, y su futuro va a ser muy brillante.

Cuando veamos circular al tren japonés de levitación magnética Maglev, pensemos que esta utilización es consecuencia de las aportaciones que en su momento hizo el español Blas Cabrera Felipe.

Un abrazo.

 

Vicente Llopis Pastor

27 de marzo de 2022

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