Tal como
avancé en artículos anteriores, periódicamente iré incorporando artículos bajo
el epígrafe “Momentos estelares de España” en los que narraré situaciones históricas
que ha vivido nuestro país a lo largo de tres mil años, incluyendo fenicios, griegos,
cartagineses, Hispania romana, Sefarad judío, España islámica, España cristiana,
Repúblicas, Dictaduras y Monarquías. Hoy me referiré a:
“La
ciencia y el humanismo de Juan de Herrera (1530-1597)”.
Juan
de Herrera de Maliaño (1530-1597) nació en Roiz, Cantabria, y falleció en
Madrid el 15 de enero de 1597. Fue un arquitecto, matemático, geómetra y militar
español, considerado uno de los máximos exponentes de la arquitectura
renacentista hispana. Fue un estudioso del pensamiento medieval, la astronomía
y la astrología, militar en las campañas de Alemania, Flandes y la Península
Itálica, y humanista del Renacimiento. Estudió filosofía en la Universidad de Valladolid
y Arquitectura y Ciencias Exactas en la Universidad de Bruselas. Fue soldado
del Emperador Carlos I de España y V de Alemania (1500-1558), al que acompañó
en su retiro al Monasterio de Yuste, y sustituto de Juan Bautista de Toledo
(1515-1567), nombrándosele, en el año 1567, Arquitecto Real. Viajó a la Corte,
en Valladolid, en 1547, para entrar al servicio de Felipe II; al año siguiente
acompañó al Rey a Flandes y se mantuvo en la Corte establecida en Bruselas
hasta el año 1556.
Su estilo
arquitectónico, rigorista, denominado “herreriano”, es representativo de la
época de Felipe II (1527-1598), e influyó notablemente en la arquitectura
española a lo largo del siglo XVII. Su obra arquitectónica por excelencia es el
Monasterio de “El Escorial”, culminado en 1586, tras reorganizar el proyecto
original del anterior Arquitecto Real Juan Bautista de Toledo. Felipe II había
nombrado a Juan de Herrera ayudante de Juan Bautista de Toledo y ambos iniciaron
y colaboraron en la magna edificación. Al fallecer Juan Bautista de Toledo,
nuestro Juan de Herrera pasó a ser el Arquitecto Real y llevó a cabo numerosas
obras durante el reinado de Felipe II. La traza universal del Monasterio de El
Escorial es un gran conjunto, con el Palacio de Felipe II, muy sobrio y
modesto, habitaciones y dependencias monacales, y en el eje central, la Basílica;
el conjunto se ordena en torno a patios.
Juan
de Herrera ejerció durante el reinado de Felipe II un mando artístico pleno
como inspector áulico de monumentos, cargo análogo al ejercido por Enrique Egas
(1455-1534), en tiempos de los Reyes Católicos. Herrera visitaba a Felipe II
dos veces por semana, y el monarca dictó una orden por la cual Herrera debía
revisar y aprobar los planos de todos los edificios públicos que se construían
en España. Entre las obras revisadas y aprobadas se encuentran:
-
Real Monasterio de El Escorial.
-
Catedral de Valladolid.
-
Casa de Oficios y Caballeros de Aranjuez.
-
Alcázar de Segovia.
-
Palacio de Aranjuez.
-
Traza del Puente de Guadarrama.
-
Traza de la Real Casa de Moneda de Segovia.
-
Fachada de Mediodía del Alcázar de Toledo.
-
Fachada principal del Palacio de Carlos I, en la
Alhambra de Granada.
-
Reconstrucción y reconversión en Palacio del Castillo
de Villaviciosa de Odón, en la provincia de Madrid.
-
Edificio de la Casa Consistorial de Toledo.
-
Puente de Segovia, en Madrid.
-
Lonja de Sevilla, obra culminada por el arquitecto Juan
de Minjares (1520-1599).
En 1582
creó en Madrid una academia de estudios matemáticos, y en 1584, una escuela de
estudios arquitectónicos para maestros y artesanos. Autor de estudios de
astrología y astronomía y sobre arquitectura sagrada. Escribió la obra “Discurso
sobre la figura cúbica, según el arte de Raimundo Lulio”, libro en el que
traslada la mística cósmica de Ramón Llull (1232-1316) a la geometría y la
arquitectura; tratado básico que explica el esquema de El Escorial y sus
proyectos decorativos. A su fallecimiento legó su biblioteca al Monasterio de
El Escorial. Como figura del Renacimiento, Herrera se interesó por diferentes
ramas del saber y manifestó un espíritu aventurero y un afán de novedades.
Escribió
“Discurso sobre la figura cúbica”, en la que revela sus conocimientos de
geometría y matemáticas y su participación en algunas de las campañas militares
de Carlos I en Alemania, Flandes e Italia, lo que demuestra su talante inquieto
y su gran capacidad intelectual. Escribió una obra titulada “Libro del saber de
astronomía”, que le sirvió para ocuparse de la enseñanza del Príncipe Carlos de
Austria (1545-1568), hijo primogénito de Felipe II, que falleció muy joven y no
llegó a reinar.
Entre
otras obras de Juan de Herrera se encuentra el proyecto de la ampliación del
Jardín del Rey del Palacio Real de Aranjuez, proyectado durante el reinado de
Felipe II. Inicialmente era un jardín cerrado adosado al lado sur del Palacio,
junto a la torre del reloj, que sigue el modelo renacentista italiano del
jardín secreto y privado. Igualmente diseñó distintos jardines, con trazados
regulares de calles, que incluyen flores y vegetación baja. Influyó decisivamente
en la arquitectura renacentista española, hasta cambiar el dominante plateresco,
las proporciones matemáticas y los chapiteles de pizarra junto con los
elementos decorativos geométricos, sean esferas o pirámides, definen el nuevo estilo
renacentista del Imperio de Felipe II.
Herrera
disuelve la ornamentación figurativa, dando como resultado la culminación de
los volúmenes arquitectónicos propios del clasicismo. Se extendería por casi un
siglo y tendría seguidores tan relevantes como Francisco de Mora (1553-1610);
Fray Alberto de la Madre de Dios (1575-1635); Juan Gómez de Mora (1586-1684); y
Juan Gómez de Trasmonte (1595-1647).
Amén de
lo que he citado, hay que recordar que Juan de Herrera estuvo al servicio del
Ejército del Imperio Español, ingresando en la Compañía del Capitán Francisco
de Medinilla (1523-1581), un militar profesional; igualmente participó en las
campañas en el Piamonte, bajo el mando de Ferrante I Gonzaga (1507-1557);
arcabucero a caballo; y participó, junto con el Tercio de Ferrante, en la
campaña de Flandes; y otros victoriosos hechos militares.
Un
destacado español que dio gloria a nuestro país y cuya trayectoria merece
incluirse dentro de “Momentos estelares de España”. Su obra arquitectónica se
difundió por todo el Imperio Español gracias a sus alumnos y seguidores. La España
del siglo XX lo reconoció con una emisión de sellos de correos de ocho pesetas
en el que aparece la figura de Juan de Herrera y al fondo, el Monasterio de El
Escorial, considerado en su momento, éste último, como la Octava Maravilla del
Mundo.
Vicente Llopis Pastor
27 de octubre de 2021
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