Ir al contenido principal

INVICTOS ALMIRANTES ESPAÑOLES

 

            El cargo de Almirante es propio de la Marina de Guerra de los países que están bañados por el mar, llamados en la Antigua Grecia “talasocracias”, porque no estaban constreñidos ni limitados por algunos otros países o Estados que los pudieran atacar por sus límites. Estas talasocracias son países bañados por el mar que les sirve para no estar limitados por nadie, ya que pueden hacer uso de sus aguas e, incluso, de todas las materias, peces y otros objetos de valor que pueden encontrar. Hay una legislación internacional sobre el uso de las aguas jurisdiccionales de cada país, y como tal existen escalafones dentro de la Marina, a veces llamada Armada, cuyo cargo más importante es el de Almirante.

Los grandes imperios siempre han tenido Almirantes de alta capacidad para defenderse de los enemigos en el mar. Nuestros enemigos en el mar han sido Inglaterra, Holanda, Portugal y Francia, en la época del Imperio Español y, sobre todo, cuando estuvo gobernado por Felipe II (1527-1598), de quien es la famosa frase “En España no se pone el sol”, según sus propias palabras. También se podría incluir la piratería contra España en el Mar Mediterráneo y las naves del Imperio Otomano.

            Pero desde el primer momento empiezan a atacar las naves, corbetas, y otro tipo de barcos españoles por parte de Inglaterra, con sus cosarios, piratas, bucaneros y su propia Armada; uno de los marinos que más daño hizo en el mar a España fue el inglés Francis Drake (1540-1596), con la patente de corso que le concedió Isabel I de Inglaterra (1533-1603). Este inglés falleció en el mar en una pequeña batalla para robar el oro y plata que llevaban los barcos españoles, así como para conseguir esclavos y, en algunos casos, la muerte de los marinos españoles por el sistema del abordaje.

España, por su configuración geográfica, es una perfecta talasocracia, ya que limita con el Mar Mediterráneo, Océano Atlántico, Mar Cantábrico, Océano Pacífico, Océano Índico, el Océano Glaciar del Sur, por las estribaciones de sus colonias de Argentina y Chile e incluso algo, con el Océano Glaciar Ártico, aunque este último ha sido, y continua siendo, dominado por los países nórdicos, Estados Unidos y Rusia.

El Imperio Español ha dominado durante tres siglos buena parte de los mares conocidos, hasta el extremo de que descubrió el Océano Pacífico, el Océano Índico, que bañaba Filipinas y otras colonias españolas, hasta el punto de que estos dos últimos Océanos se les llamaba internacionalmente “El lago español”. Los éxitos de la Armada Española han sido numerosos, y gracias a ella ocupamos las Islas Canarias, descubrimos América, dimos la primera vuelta al mundo, derrotamos a nuestros enemigos en numerosas ocasiones, aunque también hay que reconocer que hemos tenido sonoras derrotas, entre ellas la llamada “Armada Invencible” (1588), que emprendió Felipe II para la conquista de Inglaterra, y cuyo Almirante iba a ser don Álvaro de Bazán y Guzmán (1526-1598), Grande de España, Señor de las Villas de Viso y Valdepeñas, pero falleció pocos meses antes de adentrarse en las aguas marinas de Inglaterra y fue sustituido por Alejandro Farnesio (1545-1592), militar del Ejército de Tierra y Diplomático, quien no estuvo a la altura que hay que tener para batallar en el mar, por los procelosos eventos que se presentan de corrientes marinas, posición de los cañones, ataques de proa o de popa, abordaje por babor o estribor, manejo de las velas, y muchos otros menesteres que solamente los muy curtidos y preparados marinos pueden organizar.

Otra de nuestras derrotas fue la Batalla de Trafalgar, el 21 de octubre de 1805, en la que un contingente de la Marina de España, junto con la Marina Francesa, al frente de los cuales estuvo el Almirante francés Pierre Charles Silvestre de Villeneuve (1763-1806), combatieron contra una coalición formada por Reino Unido, Austria, Rusia, Nápoles y Suecia para intentar derrocar a Napoleón Bonaparte; esta Escuadra franco-española combatió durante el reinado de José I Bonaparte (1768-1844), hermano de Napoleón Bonaparte. El Almirante británico fue Horacio Nelson (1758-1805), que murió en dicha batalla. Las pérdidas españolas fueron cuantiosas y dieron muestra de su coraje y buen hacer los españoles Cosme Damián Churruca y Elorza (1761-1805), Brigadier de la Armada; Francisco Gravina y Nápoli (1756-1806), Capitán General de la Armada Española; y Dionisio Alcalá-Galiano y Pinedo (1760-1805), Brigadier de la Armada.

Pero no solo pretendo hablar de las derrotas en el mar de la Armada Española, Naos, Corbetas, Bajeles, Acorazados y demás utensilios que se utilizan en las batallas marítimas. El mayor logro del Imperio Español fue la Batalla de Lepanto en 1571 entre una coalición de Estados cristianos frente a la Armada Otomana. Esta Batalla se considera como el punto culminante y de mayor éxito del Imperio Español. Sabido es que en ella participó Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616), que quedó herido del brazo izquierdo, y que dijo de esta batalla: “… la más grande ocasión que vieron los siglos”. La coalición de España con Venecia, Santa Sede y otros derrotó estrepitosamente a los otomanos. Al mando de ella estuvo don Juan de Austria (1547-1578), pero el verdadero cerebro y gran estratega de dicha Batalla fue don Álvaro de Bazán y Guzmán.

Pero mi intención es hablar sobre los dos Almirantes invictos que figuran en la gloriosa Historia de España. Invictos quiere decir que jamás fueron vencidos y siempre fueron vencedores en todas las batallas y hechos bélicos en el mar. Aunque España tuvo grandes marinos, a lo largo de tantos años declinó su poderío naval, excepto en el caso de los dos invictos Almirantes, quienes fueron don Álvaro de Bazán y Guzmán y don Blas de Lezo (1689-1741), también llamado “El patapalo” o “mediohombre”, que luchó contra los ingleses y otros países enemigos en numerosas ocasiones, y que defendió Cartagena de Indias de los ataques de los ingleses por mar y tuvo tanto éxito que podemos decir que gracias a él el Imperio Español duró cien años más de lo que se esperaba.

Hablaré algo más de las guerras en el mar, sus hechos y fracasos, tanto españoles como extranjeros. Pero mi interés es el hablar de los dos invictos Almirantes que ha tenido España: Álvaro de Bazán y Guzmán y Blas de Lezo. Mañana hablaré sobre Álvaro de Bazán y pasado mañana sobre Blas de Lezo.

Estimado lector, mañana seguiré informando.

 

 

Vicente Llopis Pastor

28 de septiembre de 2021

Comentarios

Entradas populares de este blog

HAGAN USTEDES LAS LEYES…

    El español Conde de Romanones, cuyo nombre era Álvaro Figeroa Torres (1863-1950); fue preboste del Partido Liberal; político, empresario y terrateniente, presidente del Senado, presidente del Congreso, ministro y tres veces jefe del Gobierno de España durante la monarquía de Alfonso XIII (1886-1941). Una de sus frases más conocidas es la que les decía a los Diputados: “Hagan ustedes las leyes y déjenme a mí hacer los reglamentos”. Dicho de otra manera: “Ustedes legislen, que yo haré lo que me venga en gana”. Esta expresión del Conde de Romanones de hace más de cien años, sin que nos hayamos dado cuenta, es el fiel reflejo de lo que ha llegado a la política española. Esta frase del Conde de Romanones me viene a la memoria por la situación que está atravesando nuestro querido país por un nuevo preboste que gobierna y que toma decisiones de alto rango sin aceptar contradicciones de nadie, sólo con su deseo personal está decidiendo en la política internacional española sin...

FAMOSAS FRASES Y CITAS LITERARIAS (CLXXI)

  Estimado lector, tal como prometí en su momento de desarrollar de cuando en cuando un artículo con el título de “Famosas frases y citas literarias”, las cuales cito a continuación con su enumeración, del 1231 al 1235:   1231)   Conocimiento. “Desde luego, es más cómodo saber poco que saber mucho”.   De Marcelino Menéndez Pelayo (1856-1912), director y polígrafo español. Ejerció como filólogo, crítico literario, historiador de las ideas y político. Catedrático por oposición con el número uno de Filología y Literatura de la Universidad Central de Madrid a la temprana edad de veintidós años, entonces menor de edad, y que el Parlamente español le dio el permiso para presentarse a dicha oposición. Dotado de una memoria extraordinaria. También fue director de la Biblioteca Nacional española, en Madrid. De su obra “Programa de literatura española”.   1232)   Crítica. “La patria se puede fiar más de un crítico que trabaja que de un entusiasta que ...

PRODUCTIVIDAD DE UN TRABAJADOR

  Últimamente se habla muchísimo de la productividad de un trabajador, aunque su definición no esté demasiado clara. Hace referencia al aumento de producción que tiene uno de los factores, cual es el caso de un trabajador. Hay que declarar que la palabra productividad viene del vocablo producto, que es el resultado del trabajo de varios factores. De este producto se deriva la llamada “productividad”, que es la capacidad de trabajo que aumenta con la variación de todos los factores que intervienen en la fabricación. Este concepto de productividad es definido como el producto marginal que se obtiene por la mejor capacidad, maquinaria, capital y otros factores de producción. Por ejemplo, aplicando el análisis matemático podríamos definir la función de producción como I=f(x,z,t…) en la que I significa producción total; f la característica funcional; x pueden ser variados factores productivos; z es el capital que se invierte; y t es la aportación del trabajo de las personas. Es de...