El Gobierno español, la compañía europea Airbus de fabricación de aviones y la firma Ikehau trabajan de forma activa en la creación de un fondo de apoyo a la industria aeronáutica, puesta en marcha a finales del pasado año 2020 en el marco de la pandemia del coronavirus. Este fondo de inversión se denomina “Aerofondo” y actualmente cuenta con 100 millones de euros para invertir, y se espera que esta cifra se eleve al doble, es decir, 200 millones de euros a lo largo de este año 2021. Los promotores de este fondo son de diversas naciones y España es una de las que más aporta, y por ello ha tenido que recurrir a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para autorizar el fondo que será gestionado por la firma de capital privado Ikehau, con lo que ya puede comenzar a invertir de forma inmediata hasta alcanzar el montante de 200 millones de euros a finales del año 2021.
España
no se ha manifestado con una industria aeronáutica muy brillante, sin embargo
hay que citar que ha tenido ciertos momentos de éxito y de gloria. Por ejemplo,
en el año 1904, se crea la Hispano-Suiza en Barcelona con capital español y un
socio suizo, que se dedicaba a fabricar automóviles, motores y algunos aviones.
La inestable situación política de nuestro país nos llevó a la Guerra Civil
española (1936-1939), en la que la factoría de la Hispano-Suiza trasladó su
ubicación al aeródromo de San Vicente del Raspeig, Alicante, al frente de la
cual estaba un Coronel del Ejército, supuestamente republicano, pero que en
realidad era un caballo de Troya o quintacolumnista del Ejército sublevado y
boicoteó la fabricación de aviones. Concretamente hubo un proyecto de fabricar
300 aviones y durante los 3 años de la guerra civil solamente fabricó 3. Estas
instalaciones estaban muy bien diseñadas y con vías del ferrocarril
Madrid-Zaragoza-Alicante que se desviaban a las instalaciones de esta factoría
sanvicentera y, además, contaba con un aeródromo que enlazaba rutas entre
Francia y el Norte de África, generalmente Marsella-San Vicente del
Raspeig-Orán. Su ubicación era el actual campus de la Universidad de Alicante.
También
en los vuelos aeronáuticos España tuvo su éxito con el avión “Plus Ultra”, el
primero que cruzó el Océano Atlántico, saliendo de España, haciendo escala en
las Islas Canarias y llegando a Buenos Aires en 1926, anterior al vuelo sin
escalas de Londres a Nueva York que realizó el piloto Charles Lindbergh en el
año 1927. Es decir, España fue la pionera en los vuelos transoceánicos y muy
anteriores al vuelo del avión “Spirit of St. Louis”, tan alabado y comentado en
todo el mundo. En la dotación del avión español “Plus Ultra” figuraban el
Comandante Ramón Franco, el piloto Ruiz de Alda y el mecánico Rada, hecho
histórico que causó admiración en todo el mundo. A un nivel más moderado,
España siempre ha participado en la construcción de aviones, aeronaves, diseño
del autogiro, piezas complementarias, motores, fuselaje y otros componentes,
destacando la empresa “Construcciones Aeronáuticas Sociedad Anónima” (CASA),
con factorías en Sevilla, en Cuatro Vientos, cerca de Madrid y en Los
Alcázares, en Murcia.
Después
de la Guerra Civil se crea la línea aérea “Iberia” que atendió el mercado
nacional y, posteriormente, fue una línea de bandera destacada en los vuelos
internacionales. El exceso de líneas aéreas hizo que algunas de las compañías
de diversos países se unieran y se redujera el número de factorías y de líneas
de fabricación, concretamente “Iberia” se asoció con “British Airways”, creando
la empresa “International Airlines Group” (IAG), repartiéndose el mercado
internacional, el Atlántico Norte para “British Airways” y el Atlántico Sur,
fundamentalmente la América de habla hispana, atendida por “Iberia Líneas
Aéreas”.
La
evolución de los aviones, helicópteros y otros medios de comunicación aérea
también estuvieron presentes en nuestro querido país, que compró “Aerolíneas
Argentinas, S.A.”, posteriormente expropiado por el Gobierno argentino con una
bajísima indemnización; “Halcón Viajes” y algunas otras firmas menores. Para un
perfecto crecimiento y desarrollo de la industria aeronáutica en todo el mundo
se necesita actualizar sus vehículos, ya que se quedan obsoletos en un corto
espacio de tiempo. Por esta razón se ha creado el fondo de inversión
“Aerofondo” que se enfoca en las empresas que conforman la cadena de producción
de la industria aeronáutica. Los 100 millones de euros adicionales a invertir
en dicho fondo van a ser aportados por el Servicio Español de Participaciones
Industriales (SEPI), con 33,3 millones de euros; la firma Tikehau con otros
33,3 millones de euros; la compañía Airbus, con sede en Francia pero en la que participan
varios países, entre ellos España, con 28,3 millones de euros; y con un nuevo
socio, la compañía española Indra de consultoría y tecnología especializada en
aeronáutica, con los 5 millones de euros restantes.
La
puesta en marcha del “Aerofondo” está analizando diferentes oportunidades de
inversión en la actualidad, siendo uno de los mejores ejemplos de cómo la
colaboración público-privada puede ayudar a las empresas españolas a salir de
la crisis. En este sentido, el fondo contará con un comité estratégico en el
que participan expertos del sector, entre ellos el español Domingo Ureña, expresidente
de Airbus y Presidente de Mecanizados y Montajes (M&M), lo cual muestra que
no funcionará como una herramienta financiera, sino que también servirá de
apoyo operativo e industrial para diversas compañías aéreas. “Aerofondo”
buscará el retorno de un fondo de capital-riesgo al uso, que se suele situar en
torno al 14% de rendimiento medio. No obstante, pese a seguir una estructura
similar a este tipo de vehículos, su tiempo de vida será mayor y podrá situarse
en torno a los doce años. Esto se debe a que los expertos no confían en una
recuperación de la industria aeronáutica hasta el año 2023, lo que hace pensar
que las compañías de este sector necesitarán inversiones a largo plazo. Es
decir, frente a los cinco años que suelen permanecer de media los fondos de
capital-riesgo en las compañías, las inversiones en este sector pueden
necesitar un horizonte temporal de más de siete años, concretamente calculado
alrededor de los citados doce años.
Confiemos
en que “Aerofondo” tenga éxito y, una vez superada la pandemia del coronavirus,
la industria de fabricación de aviones y transporte de líneas aéreas vuelva a
sus cauces. Pero pensemos que el mercado cada vez será más difícil para Europa
y, concretamente, para Airbus. Para ello hay que contar con la compañía
estadounidense Boeing y algunas nuevas empresas chinas y rusas que nos darán
sorpresas por la calidad de sus aeronaves y su bajo precio. Las nuevas
factorías de fabricación de aeronaves en China son, entre otras, Chengdu
Aircraft Industry Corporation; Comac; Consorcio ACAC; Shanghai Aviation
Industrial Company; y otras. En el caso de Rusia, los productores más
importantes son, Ilyushin Voronezh Aircraft Production Association; Tupolev;
Yakovlev; y otras.
En
este fondo de inversión participa el Gobierno español mediante el SEPI y creo
que es un acierto la integración española en dicho fondo. Actualmente la mayor
parte del mercado mundial de aeronaves está copado por la europea Airbus y la
estadounidense Boeing, con un volumen de fabricación y ventas similares. Pero
cabe hacernos la siguiente pregunta, ¿cómo será la industria aeronáutica dentro
de los doce años que he citado antes como financiación mediante capital-riesgo?
En Europa, y también en España, lo calculan como muy halagüeño. Sin embargo yo tengo
mis dudas ya que, dentro de doce años, tal vez dominen el mercado las firmas
chinas, que suelen ser de buena calidad y bajo precio. El tiempo lo dirá.
Amigo
lector, mientras tanto, pensemos que España, aunque modestamente, ha formado, y
sigue formando, parte de la industria aeronáutica.
Un
afectuoso saludo.
Vicente Llopis Pastor
26 de junio de 2021
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