ALGUNAS “PINCELADAS” SOBRE LA VIDA DE CAYO JULIO CÉSAR (100 a.C-44 a.C.); ESTADISTA Y MILITAR DE LA ANTIGUA ROMA (IV)
Cayo Julio César (100 a.C.-44 a.C.) fue uno de los más grandes estrategas y hombres de Gobierno de la Historia. Formó parte junto con Cneo Pompeyo (106 a.C.-48 a.C.) y Marco Licinio Craso (115 a.C.-53 a.C.), del Primer Triunvirato que gobernó en la Antigua Roma. Fue un hombre de gran inteligencia, intuición política y militar de gran prestigio. Hasta tal extremo que se le ha comparado con Alejandro Magno (356 a.C.-323 a.C.), Rey de Macedonia, por el escritor Plutarco de Queronea (46-120). Hay que resaltar que Cayo Julio César vivió ciento cincuenta años después de Alejandro Magno.
Basándome en
este último autor, y tal como hice con Alejandro Magno, me voy a permitir,
durante unos cuantos artículos, realizar algunas “pinceladas” de tan extraordinario
personaje:
31) Cayo
Julio César luchó contra su rival Cneo Pompeyo el Grande (106 a.C.-48 a.C.) y
le venció en la batalla de Farsalia. El ejército de César iba en busca de
Pompeyo. Antes de la batalla le preguntaban a Pompeyo cómo intentaría
defenderse de César. Y Pompeyo dijo: “Dondequiera que dé con el pie en Italia,
brotarán legiones para mí”.
Poco después le llegaba la noticia de la proximidad
del ejército de César. Y uno de sus capitanes le dijo: “Ya es hora, Pompeyo, de
que des con el pie”.
32) Cayo
Julio César era calvo y esto no le impedía llevar una doble vida: la de
caudillo de guerra y hombre de Estado y la de incansable y gran mujeriego. A la
Reina de Egipto, Cleopatra, la tuvo en Roma como mujer propia durante algunos
años y concibió un hijo al que se le llamó Cesarión.
33) Cuando
las legiones de César ya casi alcanzaban las huestes de Pompeyo supo que este
último había huido. Y César dijo: “Bien está. Combatiré primero a un ejército
sin General y le venceré; después a un General sin ejército y le venceré
también”.
Y fueron dos augurios proféticos.
34) Era
todavía César un muchacho cuando el Dictador Sila (138 a.C.-78 a.C.) lo incluyó
en una lista de condenados a destierro. Le preguntaron a Sila: “¿Qué necesidad
de desterrar a un muchacho tan joven?”.
Sila respondió: “Este muchacho, a pesar de su
juventud, vale más que todos nosotros juntos. Solo él será capaz de hacerse
dueño de Roma”.
35) En
su juventud, Julio César cayó en poder de un barco pirata. El capitán pirata
pidió veinte monedas de oro como precio de rescate. César se echó a reír,
diciendo: “Yo, para mi rescate, doy cien monedas”.
El pirata le preguntó: “¿Dónde las tienes?”.
César respondió: “Dondequiera que estén, serán mías
cuando yo quiera”.
Trató siempre a los piratas como a esclavos suyos y
les amenazó con hacerles colgar a todos. Se pagó su rescate y le dejaron libre.
Poco tiempo después, César reunió una flota, salió en persecución del barco
pirata, le alcanzó y cumplió su amenaza de matarlos colgándolos en el velamen
del barco.
36) Cuenta
Plutarco de Queronea (46-120) una frase de César que se ha hecho famosa.
Estando en Hispania en uno de sus viajes, al principio de su carrera,
descansaba en un pueblecito y daba órdenes a todo el mundo como si tuviera
autoridad sobre ellos. Y allí fue donde dijo: “Preferiría ser el primero en
este pueblo que el segundo en Roma”.
37) Uno
de sus principios era que, en los momentos peligrosos, lo que importaba era
actuar, no discutir, puesto que la rapidez era condición indispensable del
éxito. Y muchas de sus victorias se debieron a la rapidez con que supo caer
sobre el enemigo, envolverle, cortarle la huida y, de este modo, aniquilarlo.
38) César
dictaba sus cartas a caballo mientras viajaba. Y no una carta, sino hasta
cuatro cartas a la vez. Y así los correos de César estaban cruzando siempre el
Imperio de uno a otro extremo. Pero así fue, con los escasos medios de
comunicación de entonces, la rapidez con que se daban las noticias.
39) En
la batalla de Farsalia en la que venció a Pompeyo, César perdió doscientos
hombres y Pompeyo quince mil. Terminada la batalla y contemplando la tierra
llena de cadáveres, César dijo: “Ellos lo han querido. Me han obligado a
vencerles para no morir”.
Las guerras de entonces eran siempre a muerte, y la
consigna, vencer o morir.
40) César
no era feminista, sino todo lo contrario. Fundó en Roma la primera biblioteca
pública y, algunas veces, iba a ver a los que acudían allí a estudiar. Se
cuenta la anécdota de que una sola vez encontró a una mujer. César le preguntó:
“¿Y tu marido, dónde está?”.
La mujer respondió: “No lo sé”.
Ante esta respuesta, César le dijo: “Pues te vas enseguida
a buscarlo, por orden mía, y te pones a sus órdenes y a su servicio. Una mujer
honrada sólo debe cuidar de su marido y de dar hijos sanos y fuertes a la
República”.
Estimado lector, ésta es una cuarta
entrega de curiosidades, anécdotas y hechos del destacado Cayo Julio César, y
que iré plasmando en sucesivos artículos.
La talla política, de estadista,
general y estratega de Cayo Julio César pocas veces ha sido alcanzada por otras
personas a lo largo de la Historia.
Espero que disfrute con estas
“pinceladas” de su vida.
Un afectuoso saludo. Continuará…
Vicente Llopis Pastor
25 de junio de 2021
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