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RAYMOND KOPA (1931-2017), EL NAPOLEÓN DEL FÚTBOL

 

            Estimado lector, le propongo una prueba. Si es usted de una cierta edad, a ver si conoce esta alineación de un extraordinario equipo de fútbol de la Liga de la Primera División española. Por ejemplo, la siguiente: Alonso; Marquitos, Santamaría, Lesmes; Muñoz, Zárraga; Kopa, Rial, Di Stefano, Puskas y Gento. Efectivamente, es una alineación correspondiente al año 1959 del Real Madrid Club de Fútbol, en una dorada época, en la que el Club madrileño conquistó cinco Copas de Europa sucesivas, desde el año 1956, en el que se inició este Campeonato, hasta el año 1960. Es decir, nuestro equipo fue el inicial Campeón de dicha Competición y la consiguió, sucesivamente, durante los cinco primeros años de la misma. La citada alineación puede ser la arquetípica, pero no olvidemos a Vicente; Santisteban; Mateos; Didí; Joseíto; Marsal; Manolín Bueno y otros. Pero ahora quisiera repetir la delantera: Kopa, Rial, Di Stefano, Puskas y Gento. Y destacar de esta delantera al jugador que llevaba en su camiseta el número 7 es decir, Kopa, jugador francés que militó en el equipo español Real Madrid Club de Fútbol durante tres temporadas (1956-57; 1957-58; 1958-59).

            Raymond Kopaszewski, conocido como Raymond Kopa (1931-2017), fue un futbolista francés hijo de inmigrantes polacos, reconocido como uno de los mejores futbolistas de la historia de Francia e, incluso, mundial. Notablemente conocido por su paso por el Club francés Stade de Reims y el Real Madrid Club de Fútbol, con el equipo español fue tres veces campeón de la Copa de Europa. Elegido Mejor Jugador de Europa por la UEFA en 1958, Mejor Jugador de la Liga Francesa en 1960 y Tercer Mejor Jugador Francés del Siglo XX por la revista “France Football”. Fue dos veces “Balón de Bronce” (1956,1957), “Balón de Oro” (1958) y “Balón de Plata” (1959), reconocido como uno de los mejores jugadores del mundo durante la segunda mitad del siglo pasado. Nacido el 13 de octubre de 1931 en Noeux-les-Mines, Norte-Paso de Calaix, (Francia), hijo de emigrantes polacos que adquirió la doble nacionalidad francopolaca en 1949. Desde los dieciséis años recibía una pensión tras el accidente que sufrió cuando trabajaba en una mina de carbón, situada en la localidad en que nació, en el que se le tuvo que amputar el dedo índice de su mano izquierda. Siendo prácticamente un niño ingresó en el equipo de fútbol de su localidad natal, destacando por encima de todos los jóvenes futbolistas de su época. A los dieciocho años tuvo que elegir entre la nacionalidad francesa y el pasaporte polaco y decidió, para mayor comodidad, acortar su verdadero apellido, Kopaszewski, por el de Kopa. Su repertorio de regates, fintas y su juego imprevisible le valieron para ganarse el apodo de “Napoleón”, debido sin duda a su gran poder y a su menuda estatura.

Comenzó su carrera como profesional en el SCO Angers, en el que permaneció dos años, tiempo suficiente para demostrar su calidad y para que el Stade de Reims se fijara en él y se hiciera con sus servicios en 1951, en donde permaneció hasta el año 1956. En este conjunto francés Kopa jugó en dos etapas de su carrera, en la primera, de cinco temporadas, ganó dos Ligas, hasta el año 1956, en el que fichó por el Real Madrid Club de Fútbol, donde consiguió los mayores éxitos de su carrera. Antes de su llegada al Real Madrid Club de Fútbol, Kopa dejó una importante huella en el Stade de Reims, donde disfrutó, e hizo disfrutar, a todos con aquél preciosista “fútbol-champagne” del Reims. Un fútbol que conjuntaba el acierto rematador del futbolista León Glovacki Obliart con el toque y la clase de Raymond Kopa. Con la Selección de Fútbol francesa debutó a los veintiún años, en un partido disputado el 5 de octubre de 1952 contra Alemania Occidental, un encuentro celebrado en París que ganó Francia por 3-1. Su participación dentro de la Selección Francesa de Fútbol fue en cuarenta y cinco ocasiones, consiguiendo un total de dieciocho goles; interviniendo en el Campeonato Mundial de 1954 y en el de 1958, quedando tercera su Selección en este último año.

La primera toma de contacto con la casaca blanca del Club madridista se produjo con motivo del homenaje de despedida a Luis Molowny (1925-2010), donde comenzó el particular idilio entre el Real Madrid Club de Fútbol y la estrella gala. Curiosamente su llegada al Real Madrid se produjo pocas horas después de que el 13 de junio de 1956 el Real Madrid Club de Fútbol se impusiera al Stade de Reims, en el que jugaba Kopa, en la final de la primera edición de la Copa de Europa. Atraídos por el juego de Kopa, los dirigentes madridistas ficharon al francés que, con la camiseta blanca se alzó con dos Ligas españolas (1957, 1958) y con tres Copas de Europa (1957, 1958 y 1959). Elegante, fino y habilidoso, Kopa era el encargado de retener el balón cuando su equipo atravesaba apuros. “Bastaba con pegar un pelotazo a Gento o dárselo a Kopa, que él la pisaba, y la pisaba, y la pisaba, y nunca la perdía”. Esta frase es de Marquitos, defensa derecho, sobre el “Fransuá”, como le llamaban cariñosamente sus compañeros del vestuario. Tras su brillante paso por el Real Madrid, Kopa retorna al Stade de Reims, donde vuelve a conquistar dos títulos de Liga y permanece hasta su retirada al filo de los treinta y seis años, en 1966, cuando se proclamó Campeón de la Liga francesa.

El “Napoleón del fútbol”, uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, era un futbolista rápido, habilidoso y gran especialista en los pases y asistencias; de gran elegancia; talento e inteligencia; sabía parar el partido pisando y escondiendo el balón como un maestro y era capaz de desequilibrar en el momento necesario. Además de su talento futbolístico y buenas cualidades técnicas y físicas, estuvo entregado a su profesión en cuerpo y alma ya que, además de entrenar diariamente por la mañana en su equipo del Real Madrid Club de Fútbol, solía entrenar “por su cuenta” acudiendo al campo de entrenamiento por las tardes para mejorar sus habilidades y resistencia física, que solía hacer en solitario o con algunos jugadores del Real Madrid que no pertenecían a la primera plantilla. Además de sus grandes logros en el fútbol español y en el Real Madrid, su presencia en España fue recordada como la de un verdadero caballero. Para mí, dentro de los escasos conocimientos que tengo del fútbol, creo que ha sido uno de los mejores extremo derecha, igual o en ocasiones superior, al inglés Stanley Matthews (1915-2000); al brasileño Garricha (1933-1983); al brasileño Jairzinho (1944); al portugués Luis Figo (1972); al español Basora (1926-2016); al inglés Kevin Keegan (1951); al inglés George Best (1946-2005); al inglés David Beckham (1975) y a otros. Por lo que leo y escucho entiendo que, actualmente, los extremo derecha más destacados pueden ser: Gareth Bale (26 años); Alexis Sánchez (26 años); Raheem Sterling (26 años); David Silva (29 años); Arda Turan (28 años), y otros.

Querido lector, ésta fue la brillante trayectoria de uno de los más grandes futbolistas que ha habido en la historia mundial. Su época más dorada fue durante los tres años que estuvo como titular en el Real Madrid Club de Fútbol; fue un jugador limpio y no me consta que tuviera sanciones o expulsiones arbitrales en sus competiciones futbolísticas. Fue un gran caballero, de padres polacos, de nacionalidad francesa y con una pequeña parte de su corazón española. Hasta tal extremo llegó su éxito que el Gobierno Francés, en el año 1970, le condecoró como Caballero de la Legión de Honor; y en el año 2008, “Oficial de la Legión de Honor”. Por cierto que estas condecoraciones de la Legión de Honor fueron creadas por Napoleón Bonaparte, tan admirado en Francia y que por los méritos futbolísticos de Kopa también se le llamó como el  nuevo “Napoleón”.

Amable lector, esta es la historia y así la cuento. Entre economía, anécdotas y curiosidades, también se incluye el fútbol.

Atentamente.

 

Vicente Llopis Pastor

29 de octubre de 2020

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