Nacida como Eva María Duarte
Ibarguren, el día 7 de mayo de 1919, en Junín, área rural de Los Toldos, en la
Pampa Argentina, hija de emigrantes españoles; pasó a ser llamada y conocida
como “Eva Perón” y también manoninamente como “Evita Perón”, a partir de su
matrimonio con el Coronel Juan Domingo Perón (1895-1974), el día 22 de octubre de
1945. Durante un corto periodo de tiempo desempeñó un apasionado papel en la
vida argentina, ya que falleció en Buenos Aires el día 26 de junio de 1952, a
la edad de treinta y tres años, como consecuencia de un cáncer de cuello de
útero. Su vida fue tan apasionante como azarosa y, a pesar de que su
permanencia en la tierra no duró muchos años, marcó una gran huella en la República
Argentina y, en general, en todo el mundo.
Fundamentalmente
se la recuerda por la labor que realizó durante la permanencia de su esposo
como Presidente de la República Argentina, desde el año 1946 hasta el 1952, en
el que falleció, y durante cuyos años realizó grandes tareas para su país,
tanto en la política nacional como en la internacional. El abanico de sus
actividades fue tan amplio que no cabe en estos artículos míos, que tienen una
corta extensión. Así que me voy a limitar a las aportaciones de Eva Perón al
movimiento feminista, en el cual alcanzó grandes logros, consiguiendo destacar
a las mujeres en la política, ciencias y gobernación; haciendo desaparecer
muchas de las costumbres y legislaciones que relegaban a las mujeres a un papel
secundario e, incluso, con pocos derechos en sus matrimonios y en la tutela,
crianza, defensa y representación de sus hijos.
María
Eva Duarte Ibarguren conoció al Coronel Juan Domingo Perón en el año 1944, quien
fuera entonces Secretario de Trabajo y Previsión, en un acto relacionado con la
ayuda a las víctimas del Terremoto de San Juan, acaecido el 15 de enero de
1944, a las 20:52 horas, teniendo su epicentro a 20 kilómetros al norte de la
ciudad de San Juan, en las proximidades de La Laja, Departamento de Albardón,
calculándose que su intensidad fue, aproximadamente, de grado 9 en la escala de
Mercalli, con una profundidad de 16 kilómetros y en la que hubo entre nueve mil
y quince mil víctimas, quedando destruido el 80% de la ciudad de San Juan. El
más grande desastre natural de Argentina hasta dicha fecha. Entonces, María Eva
Duarte tenía veinticinco años de edad y Juan Domingo Perón, cuarenta y nueve
años. Al siguiente año, el 22 de octubre de 1945, contrajeron matrimonio. Eva
Perón participó activamente en la campaña de las Elecciones Generales del año
1946, en las que fue elegido Presidente de la República Argentina, Juan Domingo
Perón, en representación del partido político “Justicialista”, que amalgamaba
al Ejército, estudiantes y sindicalistas.
La
trayectoria de Evita hasta llegar a ser la “Primera Dama de la Nación
Argentina” fue la de actriz teatral; radioteatro y cine; en los que tuvo
seguidores pero también detractores. Hay que decir que a los quince años Evita
se trasladó de su lugar de nacimiento a la capital argentina, en el año 1934,
dentro de cuyos ambientes laborales no siempre tuvo un buen cartel u opinión.
Sin embargo, ya desde su llegada a Buenos Aires manifiesta sus planteamientos
feministas, que pudieron verse ampliamente aceptados a partir de la Presidencia
Nacional de su esposo y su activa militancia en política. Se puede decir que
Evita fue la que consiguió la gran conquista de los “Derechos de la Mujer” en
su país y que sirvieron de ejemplo para otras naciones.
Sus
tareas fueron decisivas para el reconocimiento de la igualdad de derechos
políticos y civiles entre hombres y mujeres. Eva Perón realizó, en el año 1947,
una gira europea, para hacer destacar a su país en el plano internacional, en
la que incluyó una larga presencia en España. En esta gira dijo: “Este siglo no pasará como el “siglo de la
desintegración atómica”, sino con otro nombre, mucho más significativo “siglo
del feminismo victorioso””. Creó un partido de mujeres líderes, con
unidades de base, y luchó denodadamente en favor del voto femenino. Su pugna
fue como la de un combate, que resultó largo y lleno de tropiezos, pero al
final, la Cámara de Diputados argentina sancionó, por unanimidad, la Ley 13.010
estableciendo la igualdad de derechos políticos entre hombres y mujeres y el
“Sufragio Universal” que consiste en el derecho a voto a toda la población de
un Estado, independientemente de su procedencia, raza, sexo, creencias o
condición social. Un gran triunfo para Evita y, por ende, para su marido Juan
Domingo Perón.
Eva
Perón no se conformó sólo con eso, sino que a partir de 1949, buscó incrementar
la influencia política de las mujeres, fundando el “Partido Peronista
Femenino”, que sólo podía estar integrado por mujeres, y que eligió como
Presidenta a la propia Eva Perón; con ello tenía asegurado un tercio de los
cargos que obtuviera el Peronismo. Desgraciadamente Evita falleció en 1952 y
este parido político perdió fuerza, más todavía cuando Juan Domingo Perón fue
desalojado de la presidencia de Argentina en el año 1955. Ese mismo año
desapareció este partido político feminista.
La
vida de Eva Perón da para mucho, pero sólo me he querido centrar en su defensa
del feminismo y las victorias que obtuvo para las mujeres argentinas e,
incluso, de otros países, por imitación. Para refrendarlo, les cito algunas
frases de Evita defendiendo a la mujer, y que he encontrado en enciclopedias e
internet. Por ejemplo:
-
Durante
su visita a España, en el año 1947, se dirigió a las mujeres españolas con el
siguiente contenido, “Mujeres de España,
no he venido a formar ejes, sino a tender un arco iris con todos los pueblos,
como corresponde al espíritu de la mujer”.
-
En
1947, “La mujer argentina ha superado el
período de las tutorías civiles. La mujer debe afirmar su acción, la mujer debe
votar. La mujer, resorte moral de su hogar, debe ocupar el sitio en el complejo
engranaje social del pueblo. Lo pide una necesidad nueva de organizarse en
grupos más extendidos y remozados. Lo exige, en suma, la transformación del
concepto de mujer, que ha ido aumentando sacrificadamente el número de sus
deberes sin pedir el mínimo de sus derechos”.
-
El
23 de septiembre de 1947 diría: “Mujeres
de mi patria, recibo en este instante de manos del Gobierno de la Nación, la
ley que consagra nuestros derechos cívicos, y lo recibo ante vosotras con la
certeza de que lo hago en nombre y representación de todas las mujeres
argentinas, sintiendo jubilosamente que me tiemblan las manos al contacto del
laurel que proclama la victoria. Aquí está hermanas mías resumida en la letra
apretada de pocos artículos una historia larga de luchas, tropiezos y
esperanzas, por eso hay en ella crispaciones de indignación, sombras de aucasos
amenazadores, pero también alegre despertar de auroras triunfales, y esto
último que traduce la victoria de la mujer sobre las incomprensiones, las
negaciones y los intereses creados de las castas repudiadas por nuestro
despertar nacional, sólo ha sido posible en el ambiente de justicia, de
recuperación y de saneamiento de la Patria, que estimula e inspira la obra de
gobierno del general Perón, líder del pueblo argentino”.
Eva Perón falleció el
26 de junio de 1952. Su esposo fue depuesto como Presidente en 1955; aunque
Juan Domingo Perón volvió a ser Presidente nuevamente durante un corto periodo
de tiempo, del 12 de octubre de 1973 al 1 de julio de 1974, ya en su vejez.
¿Qué queda de Evita? El reconocimiento de muchos argentinos y el nefasto
recuerdo de algunos otros. Eso es algo que se presenta cíclicamente en la
historia de la humanidad.
Curiosamente, lo que
más permanece de Eva Perón es la ópera musical “Evita”, con música compuesta
por Andrew Lloyd Weber; letrista Tim Rice, estrenada el 21 de junio de 1978 en
el Prince Edward Theatre de West End en Londres, y un año después se estrenó en
Broadway, Nueva York. Traducida al español y estrenada en Madrid en el año
1982, en el que nuestro país celebró el Campeonato Mundial de Fútbol; en el que
venció Italia y destacó el futbolista argentino Diego Armando Maradona (1960).
Argentina había ganado el Campeonato Mundial de Fútbol de 1978, en el que
destacó el futbolista Mario Alberto Kempes (1954), celebrado en su propio país,
Argentina, al frente de cuyo Gobierno estaba una dictadura militar, entonces
Presidida por el General Videla, y la representación de dicha ópera estaba
vetada en Argentina. Por tal razón, muchos argentinos aprovecharon su
desplazamiento a España para acudir a ver la ópera Evita en la que destaca la
canción “No llores más por mí Argentina…”.
También queda la poesía, poco
conocida, de José María Castiñeira de Dios, del año 1962, sobre Eva Perón, que
es la siguiente:
Volveré
y seré millones
Yo he de volar como el día,
Para que el amor no muera,
Con Perón en mi bandera,
Con el pueblo en mi alegría.
¿Qué pasó en la tierra mía,
Desgarrada de aflicciones?
¿Por qué están las ilusiones,
Quebradas de mis hermanos?
Cuando se juntan sus manos,
Volveré y seré millones.
Evita Perón desapareció
hace casi setenta años, pero nos deja sus actividades en favor de su país. Hoy
es un mito. Y así los seguirá siendo durante muchos años.
Afectuosos
saludos de Vicente Llopis Pastor.
Vicente
Llopis Pastor
29 de septiembre de 2020
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