Ayer
escribí un artículo titulado deuda odiosa que es una teoría jurídica
puesta en práctica en numerosas ocasiones a lo largo de la historia, la cual sostiene
que la deuda externa de un Gobierno, que ha sido emitida, contraída, creada y
utilizada contra los intereses de los ciudadanos de un país.
Dentro
de la deuda odiosa se suele incluir la llamada deuda ilegitima,
como una forma de describir diversos canales para conseguir que la deuda
pública emitida no se considere correcta. La deuda ilegitima es aquella
contraída por un Gobierno en contra de los intereses de su población y con
conocimiento del acreedor. En esencia, es una deuda que no beneficia al pueblo,
sino que puede ser utilizada para fines como la represión, corrupción o
enriquecimiento de unos pocos.
Normalmente
las características de una deuda ilegitima suelen ser las siguientes:
-
Contraída contra los intereses de la población:
El
dinero prestado no se destina a proyectos que mejoren la vida de la población,
sino a gastos que la benefician a una elite gobernante
-
Conocimiento del acreedor:
El
prestamista, ya sea un banco, un organismo internacional u otro Gobierno, es
consciente de que el dinero no se utilizara para fines legítimos, y, por lo
tanto, actúa de mala fe.
-
Falta de transparencia:
La
contratación de la deuda y su posterior gestión, suelen ser opacas, sin
información clara para la ciudadanía sobre cómo se utilizará el dinero.
-
Préstamos a regímenes dictatoriales:
Un
Gobierno autoritario que utiliza el dinero para financiar su aparato represivo
o enriquecerse a costa del pueblo.
-
Préstamos para proyectos faraónicos o innecesarios:
Se
contraen deudas para construir infraestructuras costosas y poco útiles,
mientras que otros sectores básicos son desatendidos, como la salud o la
educación.
-
Préstamos vinculados a corrupción:
El
dinero prestado se desvía a través de sobornos y comisiones ilegales, sin
llegar a la población.
-
Dependencia económica:
La
deuda puede generar la situación de dependencia del país deudor respecto al
acreedor, limitando su autonomía.
-
Conflictos sociales:
La
injusticia y la desigualdad generadas por la deuda ilegitima puede provocar
tenciones sociales y protestas.
En
resumen, la deuda ilegitima es un problema grave que afecta a millones
de personas en todo el mundo. Es importante conocer sus características,
consecuencias y posibles soluciones para combatirlas y construir un futuro más
justo y equitativo. Tal vez, las posibles soluciones de la deuda ilegitima,
podrían ser las siguientes: repudio de la deuda; auditorias ciudadanas;
resistencia; y movilizaciones.
Mi
conclusión podría ser la misma que escribí ayer sobre la deuda odiosa;
es decir “to be or not to be”, traducido al español como “ser o no
ser”, que es la primera línea de un soliloquio de la obra de William
Shakespeare (1564-1626), titulada “Hamlet”, escrita alrededor del año 1600.
Un
saludo a todos los lectores.
Vicente
Llopis Pastor
1
de agosto de 2025
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