La
Antropología es una ciencia social que estudia al ser humano en su
totalidad, abarcando aspectos bilógicos, culturales y sociales, tanto en el
pasado como en el presente. Se interesa por comprender la diversidad de las
sociedades humanas y cómo se desarrollan y cambian a lo largo del tiempo. Al
estudiar al ser humano en su totalidad, hay que dividirla en varias ramas,
entre las que destacan:
-
Antropología Física o Biológica
Se
enfoca en el estudio de la evolución humana, la diversidad biológica de las
poblaciones humanas y la adaptación de los seres humanos a diferentes entornos.
-
Antropología Cultural
Investiga
las diferentes culturas humanas, sus sistemas de creencias, valores,
costumbres, rituales y formas de organización social.
-
Arqueología
Estudia
las culturas humanas a través del análisis de restos materiales dejados por
sociedades pasadas.
-
Antropología Lingüística:
Examina
la relación entre lenguaje, cultura y pensamiento, estudiando la diversidad de
lenguas humanas y cómo se utilizan en diferentes contextos sociales.
-
Antropología Social:
Se
centra en el estudio de las estructuras sociales, las relaciones entre
individuos y grupos, y los procesos sociales que dan forma a la vida humana.
En
resumen, la Antropología busca entender qué significa el ser humano a través
del estudio de su evolución biológica, sus diversas expresiones culturales, y
las dinámicas sociales que configuran su existencia en el mundo.
Para
mí, la antropología económica forma parte de la Antropología social
que se dedica al estudio de las sociedades humanas, sus relaciones sociales y sus
estructuras. Su enfoque principal es el estudio de las relaciones
sociales; análisis de las estructuras sociales; comprensión de la cultura; diversidad
cultural y en cuya metodología se incluye la antropología económica.
Esta
última es un campo de estudio interdisciplinario entre las Ciencias Económicas
y la Antropología. En sus comienzos propuso un ajuste entre los datos
proporcionados por la Etnografía y las categorías del análisis económico,
particularmente en torno a la construcción del homo o economicus que
traducido al español significa “hombre metódico y bien ordenado”. En la actual
Ciencia Económica esta expresión define al hombre cuya vida se ve condicionada
por los sistemas económicos según la doctrina del filósofo y sociólogo alemán
Karl Marx (1818-1883).
De
esta manera la Economía aporta conceptos y modelos teóricos y la Antropología
estudios de campo y su contraste empírico. Sus orígenes como campos de estudio
comenzaron a principios del siglo XX, con el trabajo de los
antropólogos sobre la naturaleza de la reciprocidad como alternativa al
intercambio de mercado. En su mayor parte, los estudios de antropología
económica se centraron en el intercambio desde el aspecto sociocultural.
Después
de la Segunda Guerra Mundial, la antropología económica estuvo
fuertemente influida por el debate entre formalistas y sustantivistas, apoyándose
en el trabajo del historiador económico austriaco Karl Polanyi (1886-1964), economista,
político, antropólogo, filósofo y científico social, cuya obra ha tenido una
profunda influencia en los campos de la antropología económica, la
economía política y la teoría social.
Los
antropólogos argumentaron que el verdadero intercambio de mercado se limitaba a
un número restringido de sociedades industriales occidentales. La aplicación de
la teoría económica “formalista” a sociedades no industriales era un
error. En las sociedades no industriales, el intercambio estaba incrustado en
instituciones ajenas al mercado, como el parentesco, la religión y la política.
Polanyi llamó a este enfoque “sustantivista”.
A
medida que la globalización ha continuado y la división entre economías de
mercado y economías tradicionales, se ha vuelto menos sostenible y los
antropólogos han comenzado a estudiar las relaciones de intercambio dentro de
las economías de mercado.
De
modo más general se estudia antropología económica moral como la
interacción entre las costumbres culturales y la actividad económica, describiendo
las variadas maneras en las que las costumbres y la presión social que fuerzan
a los actores económicos de una sociedad a conformarse con normas tradicionales
y a no buscar el beneficio económico.
Originalmente
se circunscribía al estudio de la economía moral a las sociedades
tradicionales. Sin embargo, estos comportamientos económicos mediados por
valores también se han observado en sociedades urbanas contemporáneas, donde un
comprador puede preferir comprar en una frutería y no en otra, por relaciones
de vecindad, conocimiento o parentesco, independientemente de los precios y la
calidad de los productos.
Mi
conclusión de la antropología económica es que se basa en cuestiones
sociales y no en la economía de mercado, lo cual pone en tela de juicio la
fijación de los precios y no basarse totalmente en la cantidad de un producto
sino en la cualidad social que lo define. Creo que este tipo de antropología
económica es mas propio de la Microeconomía que de la Macroeconomía.
Creo
que esta forma de discriminación de precios de los productos y servicios según
edad, situación financiera, fuente de ingresos, renta y otras múltiples
variables es lo que esta ocurriendo actualmente en España. Es una
discriminación de precios que se usa en demasía en la presente política
económica del gobierno español.
Vicente
Llopis Pastor
05
de agosto de 2025
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