La
filosofía de la economía se establece como una rama interdisciplinaria
que, desde una perspectiva más allá de la teórica, indaga en los fundamentos
epistemológicos, ontológicos y metodológicos de la Ciencia Económica.
Examina
la naturaleza y justificación del conocimiento económico, la solidez de sus
modelos y supuestos; así como la interacción entre la construcción teórica y la
validación empírica. Este campo desglosa las implicaciones filosóficas
presentes en la economía normativa, incluyendo la economía del bienestar
y la justicia distributiva, contrasta las diversas aproximaciones metodológicas
que configuran la disciplina, desde el realismo científico hasta el formalismo
matemático, el empirismo o el racionalismo. Adicionalmente, la filosofía de la
economía se entrelaza con la filosofía de las matemáticas, la lógica, filosofía
del lenguaje, filosofía de la computación, filosofía de las ciencias sociales y
la filosofía de la mente, delineando su ámbito y sus conexiones con otras
esferas esenciales del pensamiento filosófico, como la ética en la economía
moral.
Frente
a ello se estudia la economía positiva, que es la rama principal de la
economía y que se refiere a la descripción y explicación de los fenómenos
económicos; centrándose en los hechos y las relaciones de causa - efecto del
comportamiento e incluye el desarrollo y prueba de las teorías de la economía.
En
base a estas formas de estudiar la Economía, se establece la llamada Ontología
social de la economía, basada en el libro del filandés Uskali Mäki (1951),
quien en su libro “La visión económica del mundo: estudios sobre la
ontología de la economía” (2001), en donde analiza el estudio de la Ciencia
Económica para el análisis del comportamiento económico de los agentes
económicos y su estructura de la organización social.
Esta
forma de entender la filosofía de la economía se resume en dos campos
que se enfrentan entre ellos, consistentes en la confluencia de la economía
normativa, que es el conjunto de normas que rigen la forma de comprar,
vender y comercializar; frente a la economía positiva, que estudia “lo
que es”. Sin embargo, muchos juicios normativos se mantienen en condicional
y son descartados si los hechos o el conocimiento cambia, de modo que un cambio
de valores podría ser puramente científico.
Para
resumir este enfoque ontológico lo divido en dos campos:
a)
Economía normativa
Contiene muchos juicios de valor que se
mantienen en condicional y son descartados si los hechos o el conocimiento
cambia, de modo que un cambio de valores podría ser puramente científico. Es
interesante resaltar que “no hay juicios manifiestamente básicos”,
mientras que algunos juicios de valor pueden demostrar que dichos juicios no son
básicos. Esto deja abierta la posibilidad de un debate científico fructífero
sobre los juicios de valor.
b)
Economía positiva
Frente
a ello nos encontramos con la economía positiva, que es la
principal rama de la Ciencia Económica, que se refiere a la descripción y
explicación de los fenómenos económicos; centrándose en los hechos y las
relaciones de causa-efecto del comportamiento que incluye el desarrollo y
prueba de teorías de la Economía. Por ejemplo, una teoría económica positiva
podría describir cómo el crecimiento de la masa monetaria afecta a la
inflación, pero no proporciona ninguna instrucción sobre qué tipo política se
debe seguir.
Sin
embargo, la economía positiva se considera necesaria para evaluar las
políticas económicas o sus resultados respecto a su grado de aceptación. La
economía positiva se define a veces como la economía de “lo que es”,
mientras que la economía normativa trata “lo que debería ser”. Esta
distinción fue expuesta por John Neville Keynes (1852-1949), economista
británico, padre del también economista John Maynard Keynes (1883 - 1946), en
el año 1891 y explicada detalladamente por el economista estadounidense Milton
Friedman (1912-2006), padre de la escuela de Chicago y Premio Nobel de Economía
en el año 1976, en un influyente ensayo que publicó en el año 1953.
La
base metodológica para una distinción positiva o normativa de la Ciencia
Económica tiene sus raíces en la distinción de los hechos frente a los valores
en la Filosofía. Los principales proponentes de tal distinción utilizan la base
lógica de esta relación entre economía normativa y economía positiva
como una dicotomía que ha sido muy discutida en la literatura filosófica. La economía
positiva se limita a la descripción de los fenómenos económicos. El
desarrollo de diversas técnicas para analizar mejor a estos fenómenos da lugar
a lo que se denomina análisis económico. Sólo se describen las
relaciones económicas, buscando explicaciones objetivas del funcionamiento de
los fenómenos económicos, se ocupa "de lo que es o podría ser"
analizando hechos y datos enmarcándose en el campo de la Teoría Económica.
Esta
dicotomía entre economía normativa y economía positiva es
un interesante tema que aprendí hace más de cincuenta años durante mis estudios
en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad
Complutense de Madrid gracias al Catedrático de Economía Enrique Fuentes
Quintana (1924-2007), quien para mí, era el más grande economista español de su
tiempo y que prestó grandes servicios al Estado español, siendo autor de “Los
Pactos de la Moncloa”, que fueron una serie de acuerdos políticos y económicos
alcanzados en España en 1977, durante la transición a la democracia, con el
objetivo de estabilizar la economía y consolidar el nuevo régimen político.
Enrique
Fuentes Quintana fue uno de mis maestros y recuerdo con mucho agrado sus clases
en la Universidad madrileña.
Vicente Llopis Pastor
21 de julio de 2025
Comentarios
Publicar un comentario