El
paternalismo político se caracteriza por una intervención estatal
excesiva en la vida de los ciudadanos, asumiendo el papel de un padre que
decide por ellos, limitando sus elecciones y acceso a la información, alegando
que lo hace por su propio bien. Este tipo de paternalismo crea una relacion de
dependencia y subordinación, donde el Estado promete cuidar de los intereses de
sus ciudadanos a cambio de su apoyo político.
El
paternalismo político es la tendencia a aplicar las normas de autoridad
o protección, tradicionalmente asignadas al padre de familia, a otros ámbitos
de relaciones sociales. Su aplicación conlleva una reducción de la libertad y
autonomía de la persona o grupo sujeto a trato paternalista, y la justificación
utilizada es la protección de la persona o grupo frente al posible daño que esa
persona o grupo pudiera causarse a sí mismo, en caso de disponer de mayor
autonomía y libertad.
Para
el Derecho Constitucional, el Estado paternalista es aquel que limita la
libertad individual de sus ciudadanos en base en ciertos valores que
fundamentan la imposición estatal. De esta manera, se justifica la invasión de
la parcela correspondiente a la autonomía individual por parte de la norma
jurídica, basándose en la incapacidad no real o ineptitud de los ciudadanos
para tomar determinadas decisiones que el Estado considera correctas.
El
Código Civil español, en su artículo 1903, exonera de la responsabilidad civil
extracontractual a las personas que hubiesen actuado estado,
constituyendo esta diligencia en un paradigma jurídico o un concepto jurídico
indeterminado que ha de ser apreciado por los tribunales en cada caso concreto.
Las
características más significativas del paternalismo político son las
siguientes:
a)
Intervención estatal excesiva
El
Estado decide sobre diversos aspectos de la vida de los ciudadanos, como la
economía, educación, salud, etc.
b)
Limitación de elecciones
Se
reduce la libertad de los ciudadanos para elegir, disminuyendo sus opciones y
posibilidades.
c)
Alegato de bienestar
Se
justifica la intervención alegando que se hace para proteger los intereses y el
bienestar de los ciudadanos, aunque esto pueda ser una forma de control.
d)
Relación de dependencia
Se
fomenta una relación de dependencia y subordinación entre el Estado y los
ciudadanos, creando una dinámica de padre-hijo.
e)
Promesas electorales
Se
utiliza el paternalismo como herramienta para ganar votos, prometiendo a los
ciudadanos que el Estado velará por sus intereses a cambio de su apoyo
político.
f)
Subvenciones y ayudas sin criterios transparentes
El
Estado otorga ayudas y subsidios sin criterios claros, beneficiando a ciertos
grupos o individuos en detrimento de otros, lo cual puede generar una relación
de dependencia.
g)
Regulaciones excesivas
El
Estado materializa regulaciones que limitan la libertad de mercado y la
capacidad de los ciudadanos para emprender y desarrollar sus negocios.
h)
Promesas incumplidas
El
Estado hace promesas electorales que luego no cumple, generando desconfianza y
una mayor dependencia en los ciudadanos.
En
resumen, el paternalismo político es una forma de gobierno en donde el
Estado interviene de manera excesiva en la vida de los ciudadanos, limitando
sus elecciones o creando una relación de dependencia, todo ello bajo la escusa
de velar por su bienestar. El paternalismo político habla de unidad,
patria y expone la bandera como símbolo del país, que puede llegar a
transformarse en un caudillismo político autoritario, que no permite la
participación política de la ciudadanía. Los ciudadanos son considerados
incapaces de decidir por ellos mismos.
Comparando
el Estado español de los tiempos de la dictadura del General Franco (1892 -
1975), frente a la democracia de la Constitución de 1978. ¿Cuál de ellos es más
paternalista?.
En
latín ¿Qui lo sa?; en italiano ¿E chi lo sa?; y en español ¿Quién lo sabe?
Vicente
Llopis Pastor
23
de junio de 2025
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