Ebitda
es el acrónimo de la frase inglesa earnings before interest, taxes,
depreciation, and amortization, que en español se traduce como beneficio
antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones. Es un
indicador financiero del beneficio bruto de explotación calculado antes de
deducir los gastos financieros.
El
uso del ebitda puede ser apropiado dependiendo de qué es lo que se
examina, pero que los expertos no encuentran una única medida para responder a
todos los interrogantes, por lo que resulta arriesgado depositar excesiva
confianza en cualquier indicador individual.
El
término empezó a ser usado a finales de los años noventa del pasado siglo XX,
con motivo de la denominada burbuja tecnológica, en la que se hubo un gran
número de adquisiciones de empresas, mediante fuertes endeudamientos, a precios
en muchos casos exorbitantes, en la que las empresas consideraban objetivo
prioritario el crecimiento mediante el aumento de cuota de mercado.
Los
partidarios de la utilización del ebitda, opinaban que este ofrecía unas
cifras presentables y comparables, sin que en la cuenta de explotación se observara
el efecto, siempre negativo, del exceso de gastos financieros y del aumento de
las amortizaciones que las adquisiciones generaban, ya que esto sería
compensado en el futuro con el aumento de tamaño y las economías de escala
generadas, mejorando el resultado.
El
ebitda puede ser utilizado como un indicador de la rentabilidad del
negocio, ya que se obtiene a partir de la Cuenta de Pérdidas y Ganancias de la
empresa, al prescindir de cuestiones financieras y tributarias, así como de
gastos contables que no significan salida de dinero, y podría ser utilizado
para comparar los resultados de una empresa a lo largo del tiempo o entre
empresas, a través de la ratio resultante de la división de dicho término entre
la inversión realizada o entre las ventas de un período de tiempo.
El
uso del ebitda se ha generalizado rápidamente y se usa en multitud de
análisis de una empresa. En el caso de las cotizaciones bursátiles es usado
tanto para el análisis fundamental como el análisis técnico, que ha sustituido
a conceptos, que se usaban anteriormente tales como apalancamiento, capital
fijo, capital variable, liquidez, beneficios brutos, beneficios brutos,
beneficios netos, rendimientos del capital, cotización de cada acción y otros
conceptos, los cuales se pueden deducir fácilmente, mediante el ebitda.
Por ello podemos observar que para las explicaciones de las cotizaciones
bursátiles se usa totalmente.
Vicente
Llopis Pastor
27
de junio de 2025
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