Miguel
Caja de Leruela (1562 - 1632), fue un arbitrista, jurista y magistrado español.
El vocablo arbitrista es el que se usaba en su época para definir las tareas
propias de los economistas. Este último término empezó a usarse en Europa a
partir del siglo XVII. Miguel Caja de Leruela, nació y murió en Palomera, provincia
de Cuenca, en un momento en el que brillaba con todo su esplendor el Antiguo
Imperio Español.
Estudio
Leyes y ejerció como abogado en Madrid. Fue designado Juez a comienzos del
siglo XVII. Entre 1623 y 1625 fue Alcalde Mayor Entregador de la Mesta, la
famosa Liga de hacendados ganaderos, cargo que suponía ser el “juez de letras
que visitaba los partidos y conocía de las causas concernientes a ganados y
pastos”, lo que le permitió un completo y cercano análisis de los problemas de
la ganadería en España. En 1625 presentó un memorial a las Cortes que se
publicó en 1627 con el título Discurso sobre la principal causa y reparo de
la necesidad común, carestía general y despoblación de estos reinos.
Sus
propuestas agronómicas se adelantaron a las teorías del siglo XVIII. Caja de
Leruela sostiene aquí que el declive de España era debido a la falta de ovejas
y ganado entre campesinos y pequeños propietarios de tierras. Los rebaños de la
Mesta eran migratorios y, lejos de ayudar a mantener cierto equilibrio en la
vida, eran un obstáculo para ello, de manera que sus teorías no eran una simple
vindicación de su profesión. Por ello recomendaba al Estado que, como nadie
tenía el derecho a vivir de rentas, expropiara o controlara severamente las
grandes propiedades.
Miguel
Caja de Leruela mantenía que el oro traído desde el continente americano no
había dado lugar a una gran prosperidad del Imperio Español. Concretamente
decía lo siguiente:
No
bastan las riquezas y tesoros que las monarquías acumulan de otras provincias,
a suplir el defecto de los frutos nativos de la patria. Antes son causa de
distraerse los naturales, y dejar sus propias tierras incultas, como ha
sucedido en España. Pues, cuanto oro y plata les entra de Las Indias parece
tesoro de duendes, y que el mismo viento que lo trae lo lleva, después que los
españoles pusieron su felicidad temporal en adquirir estos metales,
menospreciando sus labores y pastorías.
Este
libro incluye uno de los análisis más interesantes y detallados de la economía
española del siglo XVII, junto con el inevitable y tópico elogio de Edad de Oro,
identificada con la abundancia de ganado y la literatura pastoril de églogas y
novelas pastoriles. Por ello exalta al ganado y la vida pastoril con su
carácter utópico y bucólico, mientras que en otras partes examina más
materialmente las causas económicas de la crisis y sus posibles soluciones. En
su obra Caja de Leruela presenta un concepto basado en una nacionalización de
los pastos y que, a cada campesino, se le provea de un número suficiente de
cabezas de ganado para que pueda ganarse su sustento conjuntamente con sus
actividades de agricultor, complementarias e imprescindibles.
El
prestigio de Miguel Caja de Leruela fue muy alto principalmente por su obra “Restauración
de la abundancia en España (1631)”. En efecto, en la “Pragmática”, de
1633, el Rey se adjudicaba el derecho de regularizar las condiciones en las
cuales todas las tierras de pastoreo, oséase, seis séptimas partes de la
superficie de nuestro país sería arrendada, fijando las rentas a perpetuidad,
dada a los arrendatarios absoluto derecho de acceso, haciendo los contratos
irrevocables y hereditarios, prohibió que fuesen labradas las tierras, limitó
el número de ganado que debía pacer por hectárea y nombró comisiones para que
velaran por el perfecto cumplimiento de todo ello.
Estas
preclaras ideas de Miguel Caja de Leruela, fueron aceptadas con mayor o menos
interés. Desde el punto de vista actual, creo que no son totalmente
defendibles.
Así
lo entiendo y así lo expongo.
Vicente
Llopis Pastor
30
de mayo de 2025
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