Ayer
escribí un artículo titulado “Dominio del dólar estadounidense” que es
un término que comenzó a usarse en el siglo XX, en el cual el dólar
estadounidense se convirtió en la principal moneda de reserva utilizada en todo
el mundo. Este predominio está afectando al Sistema Monetario Internacional
(SMI). Y ha alcanzado una situación en el que las monedas de algunos estados
soberanos van desapareciendo y sustituyéndose por el dólar como nueva moneda en
dichos países.
La
dolarización es un tipo de sustitución de moneda. Hay varias maneras de
materializarla. El dólar puede adoptarse como moneda de curso legal exclusiva o
predominante, perdiendo o cediendo parte de soberanía monetaria de un país y
cederla al dólar estadounidense.
Como
un tipo de sustitución de moneda, la divisa extranjera estadounidense reemplaza
a la moneda nacional de curso legal en todas sus funciones, que suelen ser:
1.- Medio liberatorio de pago; 2.- Unidad de
cuenta; y 3.- Unidad de valor. Es importante destacar que algunos países han
adoptado una dolarización oficial; tal es el caso de Estados Unidos;
Ecuador; El Salvador; Panamá y Zimbabue. Adicionalmente, algunos territorios de
ultramar pertenecientes a la Unión Europea realizaron el mismo proceso. Cuando,
en lugar del dólar estadounidense, la moneda adoptada es el euro, el fenómeno
se llama eurización.
Las
razones o fundamentos para que un país realice la dolarización y admita
como moneda oficial son varias. Solo citare algunas, por ejemplo:
a)
Independencia de una colonia que sigue usando la moneda del país colonizador,
por ejemplo, Panamá.
b)
Como un mecanismo para evitar o salir de una hiperinflación, por ejemplo,
Zimbabue.
c)
Desarrollo de los mercados de capitales debido a la globalización.
d)
Reducciones arancelarias que permiten un mercado más fluido.
e)
Libre circulación de capitales.
f)
Aumento del volumen del comercio internacional.
Existe
un debate académico sobre si la globalización obliga a las pequeñas economías a
abandonar sus políticas monetarias y, en caso afirmativo, de qué modo se lleva
a cabo. Para ello aplican la llamada trinidad imposible, que sugiere que
son incompatibles estos tres objetivos:
1.-
Tipo de cambio fijo; 2.- Libre movimiento de capitales; y, 3.- Política
monetaria autónoma. Dichos objetivos no pueden funcionar al mismo tiempo y es
una de las razones por las que determinados países o zonas aisladas recurren a
usar como moneda el dólar, aunque no sea su moneda oficial, pero que se usa en
todas sus transacciones.
Entre
los países y zonas que están total o parcialmente dolarizadas nos encontramos
con los siguientes: Ecuador; El Salvador; Panamá; Palaos; Timor Oriental; Islas
Marshall; y Estados Federados de Micronesia. Junto a ellos existen otras zonas
en las que predomina total o parcialmente el dólar estadounidense, entre las
que se encuentran: la Isla Guam; Samoa Americana; Islas Vírgenes
Estadounidenses; Estados libres asociados; como Puerto Rico e Islas Marianas
Del Norte; Islas Vírgenes Británicas; El Caribe Neerlandés; Islas Turcas; y Caicos.
A estos lugares se les puede añadir varios países, tales como: Haití; Bahamas;
Belice; Barbados; Camboya; Líbano; Somalia; Liberia; Venezuela; y otros.
Lo
que he expuesto es la hegemonía del dólar estadounidense, que es la moneda
oficial de Estados Unidos de América. A nivel menos influyente existen otras
monedas de uso internacional pero que no alcanzan el nivel del dólar
estadounidense. Entre ellas incluyo a las monedas vinculadas al dólar
estadounidense; euro, en la Eurozona; monedas vinculadas al euro; dólar
australiano; rupia india; dólar neozelandés; libra esterlina del Reino Unido; rublo
ruso, incluyendo Rusia y otros territorios adyacentes; rand sudafricano y
alguna otra.
Este
es el Sistema Monetario Internacional que irá cambiando según acuerdos
comerciales entre países, dominio económico de un país sobre otro y algunas
incidencias complementarias.
Hoy
por hoy, el dólar estadounidense sigue siendo el “Rey del mundo”.
Sic
transit gloria mundo, traducido al español como “Así transcurre
la gloria del mundo”
Vicente
Llopis Pastor
27
de febrero de 2025
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