Comenzaré con la frase de Benjamín
Franklin (1706-1790), uno de los firmantes de la carta de independencia de
Estados Unidos de América frente al poder de su metrópoli Inglaterra. Dicha
frase dice “Todo es evitarle en la vida, menos la muerte y los impuestos”.
Para que pueda haber un Estado
sólido es necesario que existan transferencias dinerarias de la unidad
económica al Estado, llámense empresas, personas, ciudadanos, habitantes y todo
lo que exista o se mueva. Los impuestos a pagar están hoy en candelero y todos
los ciudadanos tienen su propia opinión, y en nuestro país sus ciudadanos manifiestan
que en España se pagan muchos impuestos.
No es real, en cuanto su cuantía
los impuestos es España son alrededor de un 34% sobre el Producto Interior
Bruto (PIB), muy lejos de lo que suelen tributar en otros países occidentales
con los que España puede compararse por su nivel económico. Lo que resulta
farragoso y se esta transformando es la cuestión cualitativa. Se esta transformando en un galimatías, porque
en nuestro país tienen soberanía para fijar impuestos el Gobierno Central,
Comunidades Autónomas, Ayuntamientos, Instituciones Oficiales de la
Administración Públicas y muchos organismos complementarios.
Estos impuestos pueden llamarse:
Impuestos Directos, Impuestos Indirectos, Tasas, Precios Públicos u otros
nombres que se inventen según quien gobierne y, además, son distintos
según cada comunidad autónoma o ayuntamiento en el que vive el ciudadano. El
esquema de tributación España podría ser el siguiente:
En España existen 121 tipos de
impuestos, que es una barbaridad, la mayoría de los cuales no tienen un
fundamento muy definido y aunque el Sistema Fiscal Español tiene expertos y las
técnicas se explican en la materia universitaria de “Sistema Tributario
Español”, que describen los fundamentos de la tributación, los actuales
gobernantes españoles generalmente no se fijan de una forma técnica, sino que
todo lo que ocurre en nuestro país es el mejor panal de rica miel al que acuden
los políticos que mandan. Por cierto, que son miles las personas que a lo
que mas se dedican es a intentar donde están esos panales de rica miel a ver
que pueden decidir lo que les venga en gana.
Me da la sensación de que el invento
de las Comunidades Autónomas ha servido para compararse unas con otras y
llegamos a la aberración de que cada una de ellas es un mundo distinto y
gobiernan a su libre albedrio.
Todo esto está generando una
confusión que favorece la creación de una profesión muy digna, cual es la de asesor financiero, o también asesor
fiscal. Al igual de que no se puede vivir sin respirar, estamos llegando a
no poder vivir sin pagar impuestos. Además, la inseguridad jurídica parece que
está volando sobre España y hasta el periódico Financial Times de
Londres está publicando anuncios que dicen “España no es de fiar”.
No me voy a extender más. De todas
formas, algunos miembros del gobierno actúan y han manifestado verbalmente que
la necesidad de financiación en España es de unos 80000 millones de euros, con
lo que la tributación se acercará al 39%; cifra muy bonita pero espeluznante, que
el Gobierno Español ha puesto sus ojos en un incremento de impuestos por dicha fabulosa
cifra.
Hablando de los 121 tipos
impositivos, nos encontramos con conceptos muy curiosos que se manejan para
fijar la tributación.
“Melius non est cognoscere”, traducido al español como “mejor no
saberlo” y también “Et sic beagtior vives”, que en nuestro idioma quiere
decir “Y así vivirás más feliz”.
Vicente Llopis Pastor
26 de enero de 2025
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