Ramón Dionisio José de la Sagra y Peris (1798-1871) fue un
sociólogo, economista, botánico, escritor y político español. La trayectoria de
su vida define con cierta clarividencia la situación económica y política que
vivió España durante el siglo XVIII.
Hijo de Lorenzo Martínez de la Sagra, comerciante coruñés y
de Antonia Rodríguez Peris. Fue alumno de la Escuela de Náutica del Consulado
del Mar en La Coruña. En 1815 pasó al Real Colegio de Farmacia de San Carlos,
en la Universidad de Santiago de Compostela, entre 1816 y 1818; cursó
Matemáticas Sublimes con Domingo Fontán (1788-1866) un ilustrado, matemático,
político y geógrafo español, conocido sobre todo por ser el autor del primer
mapa topográfico y científico de Galicia; y comenzó a estudiar Medicina y
Anatomía.
En 1819 conoció a Casiano de Prado (1797-1866), ingeniero
de minas y geólogo español, con quien se trasladó a la Universidad de Alcalá de
Henares, y dio por terminados sus estudios en 1820. Por sus ideas racionalistas
tuvo algunos problemas con la Santa Inquisición Española. Aficionado a la
lectura del filósofo alemán Immanuel Kant (1724-1804), escribió sobre él en la
revista “Crónica Científica y Literaria”.
El levantamiento del general Riego (1784-1823), en el cual
desaparece la monarquía borbónica y se establece la Primera República Española,
es la época en donde Ramón de la Sagra contribuyó a fundar el periódico “El
Conservador”, en el año 1820, publicación liberal llamada así por antífrasis.
En el año 1823 zarpó de España para La Habana, capital de
Cuba, como director de su Jardín Botánico y profesor de la cátedra de Botánica
creada en 1824. Duró hasta 1832, pero ya en 1829 se decía de ella que se había
quedado casi desierta. Estuvo viajando por el continente americano durante los
posteriores años, visitando los Estados Unidos de América desde el 20 de abril
al 23 de septiembre de 1835, y fruto del viaje fue su obra “Cinco meses en los
Estados Unidos de la América del Norte”, publicado en París, Francia, en 1836,
llena de observaciones económicas, sociales y políticas. Aprovechó dicho viaje
para acumular varios tomos de folletos e informes económicos y científicos que
fueron publicados a lo largo de muchos años y que figuran en la Biblioteca
Nacional de España, en Madrid.
En 1837 regresó a España al ser elegido diputado por La
Coruña dentro de las filas del Partido Progresista. Inauguró en 1838 una serie
de lecciones en el Ateneo de Madrid, en las que insistía en la miseria del
pueblo español y en la necesidad de su regeneración.
Viajó por Francia, Bélgica y Holanda empapándose de lo que
suponía el “socialismo utópico”.
Ramón de la Sagra es considerado como un pionero en la industria
azucarera de Andalucía gracias a sus experiencias adquiridas en Cuba. En 1844
participó en la Sociedad Azucarera Peninsular. Abandonó este proyecto para
iniciarse, junto a otros inversores, en el negocio del azúcar adquirido en la
localidad malagueña de Torre del Mar que sirvió para expandir y agrandar la
economía de la provincia de Málaga y de la región de Andalucía.
Ramón de la Sagra no fue un economista teórico ni
universitario, sino que sus actividades son una conjunción de sus conocimientos
en agricultura, socialismo utópico, representación de España en el extranjero y
otros menesteres que describió perfectamente y que son actuales, a pesar de
haber transcurrido doscientos años.
Las obras escritas por Ramón de la Sagra son innumerables,
de las que yo conozco más de doscientas. A mí me parecen muy interesantes en
general y destacaría algunas de ellas, como por ejemplo: “Principios fundamentales
para servir e introducir a la Escuela Botánica Agrícola del Jardín Botánico”, La
Habana (1824); “Anales de Ciencias, Agricultura, Comercio y Artes”, La Habana (1827-1830);
“Contestación al número séptimo del Mensajero Semanal de Nueva York”, La Habana
(1829); “Relación de las fiestas... enlace... Fernando VII (1784-1833) con
María Cristina (1806-1878)...”, Madrid (1831); “Cinco meses en los
Estados-Unidos de la América del Norte”, publicado en París (1836); “Voyage en
Hollande et en Bilbao, Belgique sous le rapport de l’instruction primaire, des
établissements de bien faisance et des prisons, dans les deux pays”, publicada
en París (1839), y muchas otras obras que se refieren a economía, finanzas y el
uso de las materias que produce directamente el cultivo de la tierra.
En fin, un destacado economista, ilustrado en múltiples
temas, y una polímata en cuestiones económicas, sociales y de organización. Un
verdadero orgullo para España.
Vicente Llopis Pastor
21 de julio de 2024
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