Es una dirección de la Economía que pretende encontrar las leyes fundamentales de aquélla por vía matemática. La Ciencia Económica avanza según cambian los paradigmas de conocimiento, hasta tal extremo que los Premios Nobel de Economía se suelen otorgar a personas que tienen un bagaje matemático alto y que usan las matemáticas, la estadística y el cálculo de probabilidades para formalizar modelos explicativos de cómo funciona una economía.
Su origen se remonta a aquellas tendencias alentadas por la filosofía cartesiana, sobre todo en la explicación de la Macroeconomía. En primer lugar, se sustentó con el filósofo Hobbes (1588-1679), que escribió “el hombre es un lobo para el hombre” en el ámbito del Derecho Natural, el deseo de hacer accesible a una investigación exacta la aportación del criterio matemático amparándose en el criterio del uso de las matemáticas. Hoy en día la Ciencia Económica entra dentro de las Ciencias Sociales, pero no es una ciencia exacta si no hay un tratamiento matemático que dé un resultado. El paradigma de conocimiento actual es el de la cuantificación y cálculo matemático y probabilístico de los conceptos usados en la Ciencia Económica.
Esta escuela matemática se considera como el sumun de lo que es el estudio de la Economía y, entre otros, la han usado Alfred Marshall (1842-1924), autor del llamado “equilibrio parcial”, en el que hace uso de la cláusula “caeteris paribus”, que quiere decir “lo demás igual”, o dicho también “rebus sic stantibus”, que significa “estando las cosas paradas” o presentada por parámetros. Frente a este autor aparece Edgeworth (1845-1926), estudioso del equilibrio total.
Parece ser que para aceptar una verdad en la Ciencia Económica hay que recurrir a su cuantificación y es la base de lo que actualmente en España se llama Teoría Económica. Ha habido otros economistas destacados que hacían uso de la escuela matemática; por ejemplo, Umberto Ricci (1879-1946), académico italiano y economista que fue Ministro de Economía tras el periodo fascista italiano; Karl Gustav Cassel (1866-1945), economista sueco y profesor de economía en la Universidad de Estocolmo, estuvo entre los economistas más destacados del mundo en el período de entreguerras; Joseph Alois Schumpeter (1883-1950), economista vienés, historiador del Análisis Económico; Irving Fisher (1867-1947), economista norteamericano que creó la “teoría cuantitativa del dinero” basada en las aportaciones de la llamada “Escuela de Salamanca”, en la que teólogos impartían clases en la Universidad de Salamanca, y otros que llegaron a destacar muchísimo y que se les nombraba como catedráticos de la Escuela de Cambridge.
Lo cierto es que para alcanzar cierto nivel de conocimiento hay que hacer uso de las matemáticas, porque si no es así se queda solamente en un enfoque muy reducido y no hay una síntesis que englobe toda la Ciencia Económica sin el uso de las matemáticas.
Algunos de los Premios Nobel de Economía no fueron especialmente economistas, sino que usaban las matemáticas para temas sociales. De ahí el que el antiguo Bachillerato español se estudiara Ciencias o Letras. Tanto de una rama como de otra se podía acceder a los estudios de Ciencias Políticas y Económicas, aunque quienes habían estudiado Letras tenían mayor dificultad en comprensión y tuvieron que reciclarse mediante el uso de las matemáticas, es decir, de las Ciencias.
Vicente Llopis Pastor
6 de abril de 2024
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