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El ECONOMISTA ALEMÁN LUDWIG ERHARD (1897-1977), CONSIDERADO COMO EL PADRE DEL “MILAGRO ECONÓMICO ALEMÁN” DE LA POSGUERRA

El término “milagro económico alemán” fue usado por primera vez en el periódico británico “The Times” en 1950 y describe la rápida reconstrucción y desarrollo de la economía de Alemania Occidental después de la Segunda Guerra Mundial. Este milagro económico se basó en las ideas de la llamada “Economía social de mercado”, un pensamiento económico que abanderó el economista alemán Ludwig Erhard (1897-1977), junto con el Plan Marshall para Europa que fue originado por los estadounidenses ante el temor de que pudieran darse las mismas condiciones que se dieron para Alemania en el periodo de entreguerras (1919-1939). Entre las decisiones que tomó el señor Erhard se encuentra el reemplazo del antiguo Reichmark por el Deutschmark, como moneda oficial en Alemania. Fue un periodo duradero de baja inflación y de desarrollo de prácticas eficientes y la naciente industria originó un proceso de crecimiento y desarrollo muy eficiente y rápido.

Este milagro económico alemán permitió el desarrollo económico de este país, devastado después de la Segunda Guerra Mundial, y se transformó en un país económicamente desarrollado. Su éxito se basa en las ideas de la llamada “Economía social de mercado”, también conocida como “Capitalismo social” o “Capitalismo del Rhin”, es un modelo de economía y sociedad con la meta de crear una economía que desde la base de la competencia combina la libre iniciativa con un progreso social asegurado por la capacidad económica.

Este tipo de mercado se basaba en las ideas del economista Alfred Müller-Armack (1901-1978), publicadas en un libro suyo en 1947 con el título de “Liderazgo de economía y economía de mercado”, en el que presenta el esquema teórico de una “tercera forma” aparte de la economía de mercado liberal y la economía planificada. Las decisiones de Ludwig Erhard se basaron en una apertura de la economía alemana y la aplicación de medidas sociales. Estas dos ideas fueron los pilares con los que asentó Ludwig Erhard el crecimiento y desarrollo de una Alemania que estuvo deshecha y llena de ruinas al quedar derrotada en la Segunda Guerra Mundial.

Hoy voy a escribir sobre Ludwig Erhard y la próxima semana escribiré sobre la “Economía social de mercado” y el consecuente “milagro económico alemán”.

Ludwig Erhard era hijo de un comerciante textil, nacido el 4 de febrero de 1897 en Baviera, concretamente en Fürth, y falleció en 1977 en Bonn, entonces la capital de la República Federal Alemana, y que posteriormente trasladaría su capitalidad a la ciudad de Berlín como consecuencia de la caída del Muro de Berlín.

Erhard completó sus estudios en un Instituto de Educación Secundaria, cursando una Formación Profesional en la rama de Comercio. De 1916 a 1918 luchó como soldado en la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Tras estudiar en la Escuela Superior para el Comercio de Núremberg de 1919 a 1922, estudió Economía de la Empresa, Economía Política y Sociología en la Universidad de Frankfurt. Recibió su Doctorado en 1925, trabajando como Gerente en la tienda de su padre. De 1928 a 1942 trabajó en un Instituto que investigaba el Consumo, al principio como colaborador científico, y luego fue Director de dicho Instituto.

No participó en política desde el año 1939 hasta 1945, que fueron los seis años que duró la Segunda Guerra Mundial. Fue destituido de la citada Escuela Superior para el Comercio de Núremberg por el régimen de la Alemania Nazi, debido a sus opiniones liberales en Economía. En 1945 fue profesor en Múnich y consejero económico del gobierno militar estadounidense de ocupación. De 1945 a 1946 sirvió como Ministro de Economía de Baviera, en una cartera que incluía la gestión de la masa monetaria y de los créditos. A partir de 1948 dirigió la administración de la economía de Alemania, entonces gobernada por los países que habían vencido en la Segunda Guerra Mundial. Libre de las contingencias unidas a los deseos de las potencias ocupadas, Erhard, el 20 de junio de 1948, logró pasar tres leyes que prohibieron el déficit público, eliminaron todos los controles de precios y el sistema de racionamiento, creando una nueva moneda y poniendo límites a la política monetaria del Banco Central de la República Federal Alemana (RFA). Con la creación de la RFA en 1949, se convierte en Ministro de Economía en el Gobierno de Konrad Adenauer (1876-1967), en el que se desempeñó hasta la salida de Adenauer del Gobierno en 1963. Fue el responsable princial de los rápidos avances económicos de la RFA gracias a la economía social de mercado y sus éxitos lo convirtieron en una “locomotora electoral”. A pesar de sus frecuentes desencuentros con el Canciller Adenauer, hizo triunfar a la Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU) y la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU) desde 1953 a 1961. Esto provocó la disminución de partidarios de la Socialdemocracia de Alemania (SPD), que en 1949 se encontraba casi a la par con la CDU. Cuando en el año1963, Konrad Adenauer, con 85 años de edad, decide retirarse en mitad de su mandato, presionado por el Freiher Demokratische Partei (FDP), todo el mundo esperaba el nombramiento de Erhard como su sucesor. A pesar de la tenaz oposición de Adenauer, la CDU-CSU presenta su candidatura al Bundestag, que es la Cámara de Diputados de Alemania, que aprueba su nombramiento como Canciller. En 1965 gana las elecciones, sin embargo, se plantean problemas a la hora de formar un Gobierno en el que Franz-Josef Strauss (1915-1988), miembro del CSU, fuera el Ministro de Defensa. Cede finalmente a las demandas de sus aliados liberales.

Su política exterior como Canciller se basó en aprovechar la disminución de la presión en la “Guerra Fría” y proponer una normalización de las relaciones con los países comunistas pertenecientes al “Pacto de Varsovia”. El 25 de marzo de 1966 propuso a los países comunistas del bloque del Este un acuerdo de renuncia a la violencia. El intento fracasó ya que la RDA se opuso, a la vez que, por su parte, la RFA adoptó la Doctrina Hallstein, que impedía que dos Estados alemanes pudieran tener representación diplomática en una misma capital y no pudo presionar en la negociación.

El 23 de mayo de 1967 deja la presidencia de la CDU, puesto que desempeñaba desde el 21 de marzo de 1966 y es sustituído por Kurt Georg Kiesinger (1904-1988), pasando a ser Presidente de Honor del partido.

Los logros de Ludwig Erhard fueron tan exitosos que muchos gobernantes de países europeos manifestaban la existencia de “El método Erhard”, que consistía en un programa de inspiración socialista que, sin embargo, reconocía el derecho a la propiedad y a la iniciativa privadas, presentándose a la vez como el partido de las reformas económicas y sociales progresivas. Su eslogan de 1957 es significativo en cuanto al posicionamiento de la CDU, que decía: “Seguridad. ¡No experimentos!”.

Gracias a la labor de Erhard desapareció el mercado negro, el trueque y los robos, ya que además, la mayor parte de la población vivía bajo la amenaza de los comités de desnazificación. La población buscaba una cierta estabilidad económica y política, a la vez que aspiraba a tener mayor seguridad. Ludwig Erhard preconizaba la mayor libertad económica y política posibles, sosteniendo que la natural búsqueda del beneficio por parte de los agentes económicos se debía favorecer con la inyección en el cuerpo social de “elementos motivadores de desigualdad” y que esto favorecía la democracia. Escribió varios libros sobre economía y sociedad, entre los que destaco dos de ellos traducidos al idioma español: “Economía social de Mercado: Su valor permanente”, de 1994, y “Bienestar para todos”, de 1959.

Como Canciller no se le recuerda como un gran político, como fue su antecesor Konrad Adenauer. Este último fue uno de los Cancilleres de Alemania que abrió su país al resto de Estados y fue adalid de la creación de la Comunidad Económica Europea (CEE), llamada “Mercado Común Europeo” (MCE) y que hoy es la “Unión Económica” (UE), en la que actualmente participan veintisiete Estados europeos.

Su conjunción de “Estado social de mercado” y las reformas monetarias, han servido para definir las políticas de los llamados “milagros económicos” de Bélgica, España, Italia, Grecia y otros.

Como he citado anteriormente, la próxima semana escribiré dos artículos, uno sobre “La Economía social de mercado” y otro sobre “Las consecuencias del “Milagro económico de Alemania””.

Hasta la próxima semana.

 

Vicente Llopis Pastor

11 de junio de 2023

 

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