Estimado
lector, siguiendo la costumbre de cada lunes, incluyo una nueva colección de cinco
anécdotas sobre famosos personajes de la historia, por ejemplo:
986) Arístides
Briand (1862-1932), Presidente de la Tercera República Francesa.
Arístides Briand (1862-1932), fue
Presidente del Gobierno francés durante la llamada Tercera República.
Nunca dejaba Briand que le ayudaran
a ponerse el abrigo. Se sabía que evitaba esta ayuda y, en general, no se la
ofrecían. Pero si no lo sabían, sí. Y entonces Briand les tomaba el abrigo y se
limitaba a decir:
- “No, no, gracias”.
Y se lo ponía, aprisa, sin ayuda de
nadie. Y cuando le preguntaban por qué nunca dejaba que le ayudaran a ponérselo
decían:
- “Porque bastante trabajo me da ponérmelo yo solo”.
987) Joseph
Fouché (1754-1820), político francés que ejerció su poder durante la Revolución
Francesa, el Imperio Napoleónico y la Restauración Borbónica.
Joseph Fouché (1754-1820) fue un político
francés que ejerció su poder durante la Revolución Francesa, el Imperio
Napoleónico y la Restauración Borbónica. Nombrado Duque de Otranto por Napoleón
I Bonaparte (1769-1820).
Una vez, como tantas otras,
discutían Napoleón I y Fouché. En los
desacuerdos frecuentes, Napoleón se enfurecía. Y Fouché se limitaba a repetir:
- “No somos, señor, de la misma opinión”.
Y tantas veces lo repetía que, al
fin, Napoleón, ya cansado, le gritó:
- “Creo que debería haceros cortar la cabeza, Duque de
Otranto”.
Fouché le respondió:
- “No somos, señor, de la misma opinión”.
El escritor austríaco Stefan Zweig
(1881-1942) escribió una biografía sobre este político francés al que se
refería como “El genio tenebroso”.
988) Charles-Maurice
de Talleyrand-Périgord (1754-1838), sacerdote, obispo, político, diplomático y
estadista francés de extrema relevancia e influencia.
Charles-Maurice de Talleyrand-Périgord
(1754-1838) fue un sacerdote, obispo, político, diplomático y estadista francés.
En una ocasión, se hablaba de las
costumbres livianas de la época y de la facilidad con que las damas se jugaban
la reputación. Talleyrand hizo esta observación:
- “El pudor es uno de los refugios de la gente del
pueblo. En las señoras de la clase alta, la reputación renace lo mismo que los
cabellos. Y, una vez acabada de perder, se disimula la pérdida con una peluca”.
La primera vez que Talleyrand estuvo
en los Estados Unidos de América algunas cosas le sorprendieron. Decía después,
refiriéndose a esa nación:
- “Es un curioso país, con treinta religiones distintas y
un solo tipo de comida”.
989) El General
Baldomero Espartero (1793-1879), militar que llegó a ser Regente de España.
El General Baldomero Espartero
(1793-1879) fue un militar que llegó a ser Regente de España. Se llamaba
Baldomero José Fernández Espartero. Es frecuente, en España, conocer a los
personajes por el segundo apellido, siempre que el primero sea un castizo
Pérez, García, López, Gómez, Fernández, Martínez u otro que sea frecuente. El
General Espartero era también Príncipe de Vergara, debido al título por sus
victorias sobre el ejército carlista.
En una ocasión, el Generalísimo de
los Ejércitos Reales era el General Luis Fernández de Córdova (1798-1840);
nombramiento que a Espartero no le había sentado muy bien. El uno de los
encuentros con los carlistas, Espartero se lanzó impetuosamente sobre el
enemigo. Tanto ímpetu disgustó a Córdova. Y, según dicen, mandó a dos ayudantes
con orden de detenerlo. Y la orden les fue dada así:
- “Y si es necesario, agárrenlo por los faldones de la
levita”.
990) Miguel de
Unamuno y Jugo (1864-1936), escritor y filósofo español, perteneciente a la
Generación del 98.
Miguel de Unamuno y Jugo (1864-1936) fue un escritor y filósofo español, perteneciente a la Generación del 98. Rector de la Universidad de Salamanca.
Contaba César González Ruano (1903-1965), periodista y escritor español, considerado como un periodista de élite, que estuvo una vez en salamanca expresamente para entrevistar a Unamuno. Fue a saludarle al café donde Unamuno acudía todos los días a la misma hora. Sostuvo con él una larga conversación. La entrevista y la conversación se repitieron los dos días siguientes. Ninguna de las tres veces Unamuno le pagó el café y siempre le dejó que se lo pagara César González-Ruano.
Estimado lector, habrá cinco nuevas anécdotas el próximo
lunes.
Un afectuoso saludo. Continuará…
Vicente Llopis Pastor
31 de julio de 2023
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