El pasado domingo, día 28, escribí un artículo titulado “Día de Europa”, que es una celebración que tiene lugar cada 9 de mayo en los países que conforman la actual Unión Europea (UE). Dicha fecha se fijó como tal por la Declaración de Robert Schumann (1886-1963), quien fuera Ministro francés de Asuntos Exteriores, el 9 de mayo de 1950, coincidiendo con el quinto aniversario de la derrota de la Alemania Nazi en Europa durante la Segunda Guerra Mundial, aunque esta última no finalizó hasta el mes de agosto de 1945, en el Océano Pacífico, con el lanzamiento de las bombas atómicas por Estados Unidos de América, sobre la ciudades japonesas de Hiroshima, el 6 de agosto, y Nagasaki, el 9 de agosto, que provocaron la rendición de Japón y su ocupación por el ejército estadounidense.
Dicha Declaración de Robert Schumann fue el primer paso para la integración de los estados europeos y fue la motivación para crear instituciones como el establecimiento del Plan Marshall de ayuda estadounidense a Europa en 1948; la Comunidad Europea del Carbón y del Acero en 1951; la Comunidad Europea de Energía Atómica (EURATOM) en 1951; la creación del Benelux, Asociacion comercial de Bélgica, Luxemburgo y Holanda, que se transforma, en el año 1957, en la Comunidad Económica Europea (CEE), firmada en Roma, en la que se integran los tres países del Benelux junto con Alemania, Francia e Italia, también llamada Mercado Común Europeo (MCE), en el que participan naciones que habían guerreado entre ellas durante dicha Segunda Guerra Mundial y que sirvió para crear una nueva Europa entre los vencedores y perdedores de dicha guerra.
España no se integró en la CEE, ni en ningún otro organismo afín, por la razón de que entonces era una dictadura y sólo se admitían países democráticos, amén de que había ayudado a Alemania en la citada guerra por medio de la llamada “División Azul”.
La actual estructura de la UE es consecuencia de la evolución que ha tenido la inicial CEE y suele tener una estructura propia de países democráticos. Por ejemplo, existe la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno, quienes se asimilan con el nombre de Consejo de la Unión Europea, o también, Consejo Europeo, a quienes se considera como la Asamblea Parlamentaria de la Unión Europea. Junto a ello existe un Presidente de la Comisión, una especie de Presidente del Gobierno; varias Comisiones, cada una de ellas presidida por un Estado miembro, a los que se les llama Comisarios, que son equiparables a Ministros del Gobierno. Actualmente el Comisario español es Josep Borrell (1947), que es el responsable de la Comisión de Asuntos Exteriores, también llamado Mr. PESC. Junto a ello existen diversas instituciones, entidades y organismos de la UE, entre ellos la European Union Intellectual Property Office (EUIPO), situada en Alicante, y otros organismos en diversidad de ciudades, por ejemplo: el Banco Central Europeo (BCE) situado en Frankfurt, Alemania; la Agencia Europea del Medicamento (AEM), en Ámsterdam, Países Bajos; y otros.
Quizás sea menos conocido el llamado “Consejo de Europa”, que no forma parte de ninguna institución de la UE. Este Consejo de Europa es una organización internacional de ámbito regional destinada a promover, mediante la cooperación de los Estados de Europa y de algún otro país no europeo, la configuración de un espacio político y jurídico común en el continente, sustentado sobre los valores de la democracia, los derechos humanos y el imperio de la ley. En él participan cuarentaiséis países. Fue creado el 5 de mayo de 1949 mediante el llamado Tratado de Londres. Entre sus miembros, actualmente, tienen el estatuto de Observadores la Santa Sede y cinco estados no europeos: Canadá, Estados Unidos de América, Israel, Japón y México. Sus funciones se ejercen de manera coordinada, integradas en el seno de una mecánica institucional propia, a través de la cual se conforma, se articula y se aplica la voluntad de la organización. Además, este Consejo de Europa está dotado de diversos otros instrumentos institucionales autónomos que han venido asumiendo el ejercicio de las nuevas funciones y facultades con que se les ha dotado; el más relevante de estos organismos internacionales vinculados a su organización, por la trascendencia política y jurídica de su labor, es sin duda el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, sito en la ciudad francesa de Estrasburgo. Su fundación, el 5 de mayo de 1949, se basaba en la finalidad de realizar una unión más estrecha entre sus miembros para salvaguardar y promover los ideales y los principios que constituyen su patrimonio común y favorecer su progreso económico y social. Sus objetivos se conseguirían mediante acuerdos en lo económico, social, cultural, científico, jurídico y administrativo y la mayor efectividad en los derechos humanos y las libertades fundamentales.
Entre sus logros se encuentran la Carta Social Europea, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, el Consejo de Cooperación Cultural, el Centro Europeo de la Juventud, el Convenio Europeo de Derechos Humanos, la prohibición de la pena de muerte en los Estados miembros de la Organización y, en total, tiene una proyección sobre ochocientos millones de ciudadanos.
No hay que confundir el Consejo de Europa con el Consejo de la Unión Europea. El Consejo de Europa incluye algunos países que no son europeos y en él participan, o han participado, algunos países que no se identifican demasiado con las proposiciones del Consejo de Europa, y algunos han sido expulsados o se han retirado, incluso se han reincorporado posteriormente. Estas situaciones se han basado en la ideología de los gobernantes de cada uno de los países. Necesariamente han de ser democráticos. Fundamentalmente elaboran documentos y estudios sobre temas sociales y de atención humanitaria, entre ellos sus trabajos más destacados se refieren a temas sociales y de derechos humanos.
En cierto modo es un “grupo de presión” o “think-tank”, cuyas aportaciones las suele asumir la UE y los países que la integran. Algo así como la iniciativa para la consolidación de la UE. Aunque no tiene una expresa dedicación como Órgano Ejecutivo, según nos ha legado “El espíritu de las leyes”, obra de Montesquieu (1689-1755), es la base fundamental para que la UE y sus instituciones sigan el desarrollo de la práctica política de la UE. El Consejo de Europa no hay que confundirlo con el Consejo de la Unión Europea o Consejo Europeo, tal como he citado al inicio de este texto. El Consejo Europeo fue fundado por diez países europeos, entre los que no estaba España. Nuestro país se incorpora el día 24 de noviembre de 1977 y es el número 26 de los países pertenecientes y todo ello porque desaparece la dictadura del General Franco y comienza el periodo democrático. Una institución adicional a la idea de engrandecer Europa y que, hoy por hoy, tiene mucho de burocracia y administración, tal vez mayor que su poder económico y militar.
El último acuerdo tomado por el Consejo de Europa es la expulsión de Rusia, lanzando un registro de daños en Ucrania por la invasión rusa. Se celebró el miércoles 17 de mayo de 2023, y en ella, Alemania se comprometió a aportar diez millones de euros más y su contribución anual será de cincuentaicuatro millones de euros. Este acuerdo se celebró en una Cumbre en Reikiavik, Islandia, suscrita por cuarenta países de los cuarentaiséis miembros del Consejo de Europa y contando con la adhesión de Estados Unidos, Japón y Canadá.
Vicente
Llopis Pastor
30 de mayo
de 2023
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