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CRISIS ECONÓMICAS EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX: JOHN MAYNARD KEYNES (1883-1946) FRENTE A FRIEDRICH AUGUST VON HAYEK (1899-1992)

 

Con motivo de la crisis económica y financiera surgida en el año 2008 y originada por la caída del banco emisor Lehman Brothers se han publicado diversas obras que tratan sobre su aparición, desarrollo y soluciones aplicables y, en general, sobre lo que ha significado para la Economía. Para ello, la mayoría de los economistas de prestigio se han basado en compararla con la que apareció al final del armisticio de 1918, en el que finalizó la Primera Guerra Mundial, los Acuerdos de Paz de París de 1920 y la evolución económica que siguió tambaleándose hasta la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), periodo de unos veinte años en los que la inflación en Austria; en Alemania; la creación de la República de Weimar; la Gran Depresión de 1929; la política del “new deal” del Presidente estadounidense Franklin Delano Roosevelt (1882-1945), y otras decisiones que se tomaron, fueron la base de que una nueva y segunda Guerra Mundial apareciera con un sangriento balance, con el advenimiento al poder en Alemania del Nacionalsocialismo de Adolf Hitler (1889-1945) y el fortalecimiento mundial de los Estados Unidos de América.

Las líneas argumentales que he podido alcanzar a comprender tenuemente son las del liberalismo a ultranza frente al intervencionismo moderado, como solución posbélica en los países occidentales, excluyendo la Unión Soviética por el fundamento de que su Gobierno era comunista con la creación de una nueva sociedad y su dominio de los países cercanos a los que el insigne político británico Winston Leonard Spencer Churchill (1874-1965) llamó “el telón de acero”.

En las explicaciones de los grandes economistas de aquellos tiempos aparecen como apóstoles intelectuales de las instituciones y organismos económicos, financieros y productivos en las figuras de John Maynard Keynes y Friedrich Hayek. Este último discípulo de Friedrich von Wiesel (1851-1926) y de Ludwig Heinrich Edler von Mises (1881-1973) y que formaron parte de la muy reconocida Escuela Austríaca de Economía, que está basada en un pensamiento económico heterodoxo fundamentado en el individualismo metodológico.

Hayek defiende el liberalismo y admite el intervencionismo del Estado en muy pocos casos y solamente por muy perentorias necesidades; rechaza el monetarismo como solución y entiende que los bancos no eficientes pueden quebrar. Es una interpretación de la Fisiocracia del francés Françoise Quesnay (1694-1774), cuyo resumen es “Laissez faire, laissez passer, le monde va de lui même”, cuya traducción al español sería “Dejen hacer, dejen pasar, que el mundo va por sí mismo”. Algo así como que el mundo económico sigue las Leyes de la Naturaleza y va superando sus avatares. Un ejemplo sería el crecimiento de los árboles, arbustos o cualquier fenómeno de la Naturaleza, a los que hay que dejar crecer sin necesidad de forzarlos con puntos de apoyo ni palancas porque la Naturaleza es sabia.

John Maynard Keynes, británico y muy amigo de Hayek, apostaba por la necesidad de incrementar “la demanda global” de la economía, incentivándola, tanto monetaria como fiscalmente, para que de esta forma, menos natural y más artificial, sirviera para incrementar el empleo y acercarlo al pleno empleo. Sería el caso de que el árbol o arbusto crecen sin la rectitud necesaria y hay que servirse de apoyos o injertos para su crecimiento.

Esta comparación entre Keynes y Hayek es de gran calado y supuso un gran cambio metodológico de la Ciencia Económica. La mayoría de los economistas suele expresarse en el sentido de que desde hace siglo y medio, todos somos “keynesianos”. Yo mismo, como alumno de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales en la Universidad Complutense de Madrid, era consciente del keynesianismo de mis profesores. He de decir que como profesor de Historia del Pensamiento Económico de la Universidad de Alicante he seguido una senda muy matizada de la “demanda global” de Keynes por su aspecto excesivamente monetarista. La época dorada de este brillante economista británico fue precisamente el periodo entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, cuando escribió obras que ya son clásicas y participó en los Acuerdos de Breton Woods (1944) en los que se decidió un nuevo Sistema Monetario Internacional (SMI). Desgraciadamente Keynes falleció muy joven en el año 1946, antes de llegar a cumplir los sesentaitrés años de edad.

El pensamiento de Hayek ha sido fortalecido parcial y suavemente por el llamado “neocuantitativismo” de Chicago, Universidad en la que fue profesor y que ha tenido su continuidad en la figura de Milton Friedman (1912-2006), Premio Nobel de Economía de 1976 y se considera que dicha Escuela de Chicago es la que más Premios Nobel de Economía tiene por metro cuadrado.

Si pidieran mi opinión sobre ambos economistas señalaría como más trascendente el pensamiento keynesiano.

Un saludo.

                 

 Vicente Llopis Pastor

22 de febrero de 2023

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