Dios
me libre de tener que enjuiciar la vida paralela o similar de los grandes
hombres de la Antigua Grecia frente a los de la Antigua Roma. Mis conocimientos
de dichas civilizaciones son muy precarios y, aunque yo viviera trescientos
años, jamás podría alcanzar la majestuosa obra “Vidas Paralelas”, escrita por
Plutarco de Queronea (46-120). En sus cuantiosos volúmenes que conforman la
obra de Plutarco, cita el paralelismo de destacados griegos y posteriores
destacados romanos. En cierto modo es una especie de historia “circular” en la
que los hechos de algunos próceres se repiten posteriormente en otros tiempos y
lugares. Cuarentaiocho personajes, de los que cito algunos tales como:
-
Alejandro Magno (356 a.C.-323 a.C.) frente al romano
Cayo Julio César (100 a.C.-44 a.C.).
-
Licurgo (siglo IX a.C.) frente a Numa Pompilio (716
a.C.-670 a.C.).
-
Pericles (495 a.C.-429 a.C.) frente a Fabio Máximo (280
a.C.-203 a.C.).
-
Agesilao II (444 a.C.-358 a.C.) frente a Cneo Pompeyo
(106 a.C.-48 a.C.).
Y así sucesivamente hasta cuarentaiocho biografías clasificadas en veinticuatro “paralelismos”.
Ahí va mi
opinión sobre la vida de dos destacados personajes que sitúo en distintas
épocas. Precisamente el florentino, escritor, diplomático y político Nicolás
Maquiavelo (1469-1527) y la posterior comparación con el actual Presidente del
Gobierno español, Pedro Sánchez Pérez-Castejón (1972). En un ejercicio de
audacia por mi parte me permito escribir las siguientes cualidades:
Diplomático.
Maquiavelo
fue un hábil diplomático y, gracias a él, la República Florentina se mantuvo
durante varios años con diversos gobernantes. La diplomacia de Pedro Sánchez
Pérez-Castejón está por ver; sobre todo por la entrega personal y gratuita del
antiguo Sáhara española a Marruecos.
Funcionario.
Maquiavelo
trabajó intensamente para el mantenimiento de la República Florentina, al
servicio de sus diversos gobernantes, séanse los Médici, los Sforza y otros,
durante varios años. Frente a ello, Pedro Sánchez Pérez-Castejón solamente, en
algún momento, ha ocupado su vida trabajando, concretamente como Concejal del
Ayuntamiento de Madrid y haber practicado de forma destacada el deporte del
baloncesto.
Filósofo político.
Maquiavelo
fue el creador de lo que ahora llamamos “Politología”, como estudio de las formas
y estrategias de gobernar. De Pedro Sánchez Pérez-Castejón no conozco ninguna
obra de envergadura. Su filosofía política la desgrana en una serie de
“homilías” en el recinto del Palacio de la Moncloa, normalmente comunicadas
unos minutos antes de su intervención y en las que no admite preguntas. Me
resulta imposible conocer su filosofía política.
Escritor.
Nicolás
Maquiavelo, además de ser un avezado político, escribió diversas obras de
contenido social, humanidades, comedias y tragedias en las que describe el
pensamiento de muchas personas a las que conoció o de las que tuvo referencia.
Se cuentan más de cincuenta obras escritas, destacando, sobre todo, su obra “El
Príncipe”, que trata de los medios y sistemas de gobernar; “Discursos sobre la primera
década de Tito Livio”, en la que alaba la forma de gobernar del romano Tito
Livio (59 a.C.-17 d.C.) y la obra teatral “La Mandrágora”, que es una obra de
sumo ingenio, en la que un joven consigue acostarse con la dama más guapa de su
tiempo y esposa de un rico mercader. Pero para este caso me centraré en las dos
primeras obras citadas, “El Príncipe” y “Discursos sobre la primera década de
Tito Livio”, sin comentar otros libros y comedias que no tenían matices
políticos y que se envuelven en los mundos del erotismo, humanismo y la vida de
personas vulgares que no fueron conocidas. Pedro Sánchez Pérez-Castejón no nos
consta que escribiera obra alguna, a excepción de su discutida autoría de su
Tesis Doctoral.
Obras fundamentales.
Maquiavelo
escribió más de cincuenta obras, no sólo de pensamiento político o de
estructura de un Estado, sino que escribió para el teatro, fue comediógrafo y combina
novelas serias con algunas que son humorísticas.
Para mí,
sus dos obras fundamentales fueron “El Príncipe” y “Discursos sobre la primera
década de Tito Livio”. En “El Príncipe” detalla con mucha precisión el
comportamiento que ha de tener un gobernante para sostener el sistema político
imperante y no perderlo. Este libro lo han leído miles de gobernantes desde que
Maquiavelo lo publicara hace quinientos años. Fue un libro de cabecera de
Napoleón I Bonaparte (1769-1822), Emperador de Francia, quien releyó el libro
en múltiples ocasiones. En él plasma una serie de ideas fundamentales para el
mantenimiento del poder, tomando ejemplos de su tiempo, entre ellos magnifica
al Rey Fernando el Católico (1452-1516); César Borgia (1475-1507), Condotiero
en la Italia de aquél entonces; el Papa Alejandro VI (1435-1503), de la familia
de los Borgia, procedentes del Levante español, cuyo apellido, Borja, lo
italianizaron. César Borgia fue hijo del citado Papa Alejandro VI y tuvo un
papado plagado de sucesos, no solamente religiosos, sino militares y haciendo
uso del llamado poder de la Iglesia Católica.
Su otro
libro, “Discursos sobre la primera década de Tito Livio”, habla sobre la
creación de Roma, considerando que fue el héroe, Eneas, que había participado
en la guerra de Troya, quien se trasladó al Lacio, lugar de siete colinas,
donde fundó la Roma Antigua, proclamándose Rey, aunque la figura de rey
desapareció posteriormente en la política romana. Esta obra es de suma
erudición, iniciada en leyendas antiguas que cubren desde Eneas hasta el
Cuestor y Pretor Druso El Mayor (38 a.C.-9 a.C.), hijo del Emperador Tiberio
Claudio Nerón (85 a.C.-33 a.C.). Esta obra de Maquiavelo contiene ciento
cuarentaidós libros, de los cuales sólo sobreviven treintaicinco, y no son
correlativos.
En cuanto
a las obras fundamentales de Pedro Sánchez, no me consta que haya publicado
nada; tal vez su obra escrita sea su Tesis Doctoral, de la que algunos
especialistas dicen que fue redactada por otras personas.
Guerra.
Maquiavelo
considera como uno de los grandes militares al cartaginés Aníbal (247 a.C.-183
a.C.). Por cierto que Cartago fue el enemigo del Imperio Romano, ubicado en el
Norte de África, en el llamado actualmente Estado de Túnez. Pedro Sánchez no se
ha implicado en ninguna guerra, pero sí ha aumentado la aportación de militares
y dineraria para seguir formando parte de la Organización del Tratado del
Atlántico Norte (OTAN) con una ingente cuantía que España ha de pagar a plazos.
Humanismo.
Maquiavelo
tuvo su auge gracias a los cargos que mantuvo defendiendo la República
Florentina en la que las guerras entre ciudades-pueblos solían ser por obtener
líneas para el comercio internacional con América y otros lugares. Pedro
Sánchez no ha vivido como militar jamás y lo que ha realizado en este campo es
dedicar más dinero a la defensa exterior de nuestro país; en los Presupuestos
Generales del Estado (PGE) de los próximos años siempre habrá un incremento de
la cuantía de dinero a pagar a la OTAN y seguirán las misiones militares de paz
del Ejército Español en diversas naciones de todo el mundo, fundamentalmente de
África.
Maquiavelo,
en sus obras, hace referencia a Dante Alighieri (1265-1323) y lo refuerza con
los escritos y poemas del italiano Petrarca (1304-1374). De Pedro Sánchez
desconozco su currículum académico y los principios en los que fundamentan sus
decisiones.
Exilio.
Maquiavelo
fue encarcelado por causa de algunos errores diplomáticos, volviendo
posteriormente a su cargo de Secretario de la República de Florencia. Pedro
Sánchez fue separado del PSOE y tuvo los arrestos suficientes para desplazarse
por toda España con el fin de ser candidato a la Presidencia del Gobierno, lo
cual logró gracias a un complejo Gobierno de coalición.
Y así,
sucesivamente, se podrían fundamentar las ideas de Maquiavelo y las de Pedro
Sánchez. Hay algunas similitudes entre ellas, pero también discrepancias. La
comparación entre ambos me resulta muy difícil. Pero Maquiavelo destaca las
decisiones tomadas por Fernando el Católico, César Borgia y el Papa Alejandro
VI.
En el caso
de Pedro Sánchez, sus referencias intelectuales creo que se basan en la figura
de Félix Bolaños (1973), actual Ministro de la Presidencia; las opiniones y
acuerdos escritos con Pablo Iglesias Turón (1978), quien fuera, en su momento,
Vicepresidente del Gobierno; Yolanda Díaz Pérez (1971), de Unidas Podemos y las
encuestas llevadas a cabo por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS)
presidido por José Félix Tezanos Tortajada (1946), quien hace una presentación
muy favorable de las actividades de la política de Pedro Sánchez.
Todo lo
que acabo de escribir y este forzado paralelismo entre los actuales políticos
en el poder se podría resumir en una corta frase, por ejemplo la de “el fin
justifica los medios”, muy propia de Maquiavelo; o también en la de “mandar es
lo que importa”, que es genuina de varios personajes de la Historia Mundial. El
“maquiavelismo” parece haber resucitado en España, siempre que admitamos que la
astucia, hipocresía y perfidia se maneja con soltura en la política española en
la actualidad. Al menos así lo veo yo, en la que todo se subordina al Gobierno,
incluidos los principios éticos y morales en una desperdigada Administración
Pública, que sólo busca su mantenimiento en el poder, incluyendo los tres
poderes que nos definió Montesquieu (1689-1755), Legislativo, Ejecutivo y
Judicial. Eso es todo el contenido de la forma de entender la gobernanza en
España y no veo claro el horizonte hacia el que nos va a llevar Pedro Sánchez
Pérez-Castejón.
A la
pregunta que yo mismo me planteo respecto al futuro de España, podría
contestarse con la frase latina: “Arcana Imperii”, que significa en español “Secretos
del Mando”, o “Secretos de Estado”.
Espero no
haberle aburrido demasiado.
Un afectuoso
saludo.
Vicente Llopis Pastor
31 de enero de 2023
Comentarios
Publicar un comentario