La Economía, aunque en su pureza debería llamarse “Ciencia
Económica”, es el estudio de la forma de
satisfacer las necesidades humanas por medio de recursos escasos susceptibles
de usos alternativos, que va en la línea del economista británico Lionel
Robbins (1898-1984), miembro destacado del departamento de Economía de la
London School of Economics.
Pero para el estudio de la Economía son necesarias otras
ciencias auxiliares para dar validez a los llamados “paradigmas de
conocimiento”, que es una especie de consenso o aceptación generalizada de los
más destacados economistas y que suelen publicar en revistas especializadas y
asistir a congresos y cumbres sobre la metodología de la Economía. Estas ciencias
auxiliares asumidas por los expertos en los tiempos actuales son las
siguientes:
1.
Filosofía.
La que durante
mucho tiempo fue considerada como la sabiduría primera, ofrece una aproximación
en torno a la entidad misma de la naturaleza económica. Existen distintas ramas
que nacen de este campo del saber. La filosofía de la Economía toma como objeto
de estudio a este fin. A su vez, la metafísica también analiza los fundamentos
de la realidad en sí misma. Dentro de la Filosofía destaca la Lógica de
Aristóteles (384-322 a.C.), que hacía uso de silogismos y que dividía la Lógica
en deductiva, cuando va de lo general a lo particular, y la Lógica inductiva,
que va de lo particular a lo general. Esta Lógica deductiva es lo que ahora
llamaríamos Matemáticas y la inductiva sería la Estadística y cálculo de
probabilidades.
2.
Psicología.
El dinero no da
la felicidad, sin embargo, la satisfacción de las necesidades básicas es
fundamental para poder cumplir objetivos más elevados, como ya expresó Abraham
Maslow (1908-1970) en su jerarquía de las necesidades de un individuo y que se
aplica tanto a la Ciencia Económica, como a algunos temas afines; por ejemplo,
en el cálculo del Índice de Precios al Consumo (IPC), que mide la inflación;
las técnicas de publicidad; las decisiones según la riqueza de las personas; el
establecimiento de diversos tipos de mercados, que pueden ser perfectos,
imperfectos, libres, intervenidos, normales, forzados, transparentes o con
fricciones o rozamientos. ¿Cómo gestiona el ser humano los recursos? ¿Cómo
planifica su futuro a partir de su situación presente? ¿Qué valores tiene una
persona en torno al dinero? ¿Cuál es su visión de la abundancia o de la
escasez? La existencia personal está constantemente condicionada por elecciones
que pasan por una óptima utilización de los medios disponibles.
El ser humano
vive en un entorno en el que los recursos no son infinitos y, por tanto, sus
motivaciones se mueven en un horizonte en el que siempre tiene que realizar un
juego de prioridades para definir una acción frente a otra. A su vez, las
decisiones también pueden trascender al ámbito individual cuando se toman con
la conciencia de saber que pueden afectar a terceros.
3.
Historia.
Al observar la
línea del tiempo, es posible comprobar cómo existen muchos contrastes entre
distintos períodos históricos a partir del progreso y la evolución social. Sin
embargo, hay elementos que permanecen más allá del año. Por ejemplo, la
actividad económica como motor de la sociedad. Realizar este viaje por el
tiempo tomando como hilo conductor este punto también significa profundizar en
la antropología.
Además, muchos
sucesos históricos se entienden mejor bajo el filtro de la luz de la
perspectiva económica como variable observable. Incluso se da el caso de
considerar el tiempo como una variable a incluir en una función de producción.
Incluso la Historia se ha aceptado como una metodología económica, que ha
tenido sus controversias, pero que se ha usado a través de distintas formas,
sosteniéndola desde el siglo XIX los partidarios del método inductivo y los
adeptos al deductivo. El desarrollo entre la orientación teórico-abstracta y la
escuela histórica alemana, sobre la cuestión de si la Economía tenía que
investigar la realidad en sus variadas condiciones y en relación con los hechos
ético-históricos de la sociedad, o bien, si se tenía que crear una ciencia,
puramente abstracta, que englobara los elementos típicos de la Economía y cuyo
método fuera puramente deductivo. Los más destacados autores de este enfoque
basado en la Historia fueron el austríaco Carl Menger (1840-1921) y el alemán Gustav
von Schmoller (1838-1917), y otros autores que reprocharon la escuela clásica
del siglo XVIII auspiciada por escoceses.
4.
Ética.
Los principios
morales ayudan a un ser humano a discernir entre aquello que es correcto y
aquello que no es adecuado en la acción. La ética al servicio de la Economía
implica tomar decisiones que estén alineadas con el respeto a la persona y a la
naturaleza. Una de las premisas éticas aplicadas a la Economía y a otros
campos, es que el fin nunca justifica los medios. No obstante, la Economía
práctica no mantiene una ética muy elaborada y cuando se trata de clasificación
de mercados, punto de equilibrio, oferta, demanda, consumo y distribución, se
crea tal competitividad que la ética suele brillar por su ausencia. Si la ética
se aplicara debidamente habría menos diferencias entre países pobres y ricos y
entre personas acaudaladas y otras que apenas tienen para vivir. Incluso, me
atrevería a decir que existe una rama llamada “Economía de la guerra” que, por
definición, no es ética en sí misma.
5.
Matemáticas.
Los números son una
de las materias primas de la Economía, puesto que los profesionales que
trabajan en este campo manejan estos datos constantemente y en este punto la
filosofía también se une con las Matemáticas, puesto que Pitágoras (569-475
a.C.), por ejemplo, consideraba que el número era el principio de todas las
cosas. Por tanto, el alcance de la Economía se entiende mejor por su
vinculación con el contexto de las demás ciencias. Disciplinas que, a su vez,
no pueden comprenderse sin su apelación a lo social y al hombre. Tal como he
dicho en el punto 1, y siguiendo a Aristóteles, la deducción cuantificada
serían las Matemáticas y la inducción cuantificada sería la Estadística. Esto
permite presentar la Economía a base de funciones en las que aparecen modelos
que tienen su representación gráfica en un sistema de “n” ecuaciones con “n”
incógnitas, sobre las que se llega a soluciones mediante el cálculo
infinitesimal, séase integrales y derivadas. En ocasiones estos modelos
matemáticos son estocásticos, es decir, que dependen del cálculo de
probabilidades, que son los más usados actualmente y que se estudian en la
llamada “Econometría”, es decir, medida de la Economía con valores finales no
totalmente exactos, si no con un cierto margen de variación.
Independientemente de la utilidad de la Economía, creo que
hay que reconocer que los planes de estudio a nivel universitario suelen dar
una abundante información sobre las actividades o actuaciones de los seres
humanos en la vida.
Un afectuoso saludo.
Vicente Llopis Pastor
25 de junio de 2022
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