José Penso de la Vega Passariño (1650-1692) fue un comerciante y escritor judío hispano-holandés, del Siglo de Oro de la Literatura Española, en la que escribía, tanto en castellano como en hebreo. Nació en Espejo, provincia de Córdoba, en 1650, falleciendo en Ámsterdam el 13 de noviembre de 1692.
Pertenecía
a una familia de conversos establecida en Andalucía; poseía los apellidos
Penso, de la Vega, Passariño, Félix y Pinto, con los que le gustaba hacer
juegos de palabras, aunque sus obras castellanas las firmaba siempre como
Josseph de la Vega, y solamente en su primera obra juvenil, escrita en hebreo,
firmó como José Penso. José Penso de la Vega ha sido redescubierto gracias al
hispanista y bibliógrafo holandés Harm den Boer (1960), quien estudió en Leyden
y en la Universidad Complutense de Madrid y es profesor titular de Literatura Española
en la Universidad de Ámsterdam. Al Sr. den Boer le debemos parte de los
conocimientos que, como economista, ejerció José Penso.
La
familia de José Penso era criptojudaizante, es decir, judíos que secretamente
practican esta religión dentro de su casa o su familia y que, en el exterior,
se manifiestan como católicos. Marchó a Holanda siendo él muy niño, su padre,
Isaac Penso Félix, había sido encarcelado por la Santa Inquisición en España y,
tras un año de prisión, había logrado huir a Amberes y retomar su fe mosaica.
Su hijo estudió con Isaac Aboab (1632-1707) y con Mosés Raphael de Aguilar
(1611-1679), sobresaliendo por su talento poético, influido por Félix Lope de
Vega y Carpio (1562-1635) y Pedro Calderón de la Barca (1600-1681), aunque
según José Amador de los Ríos (1816-1878), su estilo es muy personal y su
originalidad muy grande. A los diecisiete años de edad compuso una pieza
dramática en hebreo, titulada “Los
prisioneros de la esperanza”, en hebreo “Asiré
ha-tikwah”, publicada en 1673, una obra de intención didáctica que narra el
triunfo de la voluntad sobre las pasiones, tema muy frecuente en su obra. El
argumento es la historia de un Rey que quiere gobernar justamente, pero se ve
tentado por Satanás, una mujer y sus propias pasiones, que logra domeñar
triunfalmente. Fue un excelente conocedor de los autores españoles e italianos
de su tiempo.
Residió
en Liorna, Italia, con veintiséis años de edad. Participó en la Academia de los
Sitibundos, en Ámsterdam, donde fue secretario de la Academia de los Floridos,
fundada en Hamburgo por Manuel Belmonte en 1685. Imprimió la mayoría de sus
libros en Ámsterdam, en la imprenta clandestina de David de Castro Tartas
(1630-1698), para burlar la censura que habían impuesto los rabinos sefarditas.
José Penso de la Vega falleció en Ámsterdam el 13 de noviembre de 1692.
En
Ámsterdam se dedicó al comercio y a las finanzas con su padre Isaac. Allí escribió
el primer tratado del mundo sobre la “Bolsa
de Valores”, que en realidad es una sátira: “Confusión de confusiones: Diálogos curiosos entre un philosopho agudo,
un mercader discreto y un accionista erudito, describiendo el negocio de las
acciones, su origen, su etimología, su realidad, su juego y su enredo”,
publicado en Ámsterdam en 1668. De este libro existen numerosas ediciones
modernas. El libro está compuesto por una serie de diálogos que, como en su
prólogo expone, que lo compuso, además de por mero placer, también para
describir las operaciones más corrientes que se acostumbraban a hacer en los
negocios, bolsa y banca. Todavía en nuestros días es una notable descripción,
no exenta de ironía, en forma y contenido, de los tratos con valores y
acciones. José Penso escribió también diversos discursos para las Academias en
las que participó; también escribió una novela cortesana titulada “Rumbos peligrosos por donde navega con
título de novelas la zozobrante nave de la temeridad…”, publicada en
Amberes en 1683, que contiene tres narraciones de este género: “Fineza de la amistad y triunfo de la
inocencia”; “Retratos de la confusión
y confusión de los retratos”; y “Luchas
de ingenio y desafíos de amor”. Asimismo redactó bastantes discursos y más
de doscientas cartas. Como escritor tuvo afición barroca al conceptismo, las
comparaciones raras, los periodos complicados y los juegos de palabras.
Participó
en varias Academias literarias de judaizantes, como la citada Academia de
Sitibundos y su sucesora Academia de los Floridos, que los judaizantes fundaron
a imitación de las madrileñas, imitación a su vez de las italianas. El año
mismo en que se inauguró la Academia de los Floridos recogió doce discursos que
allí había pronunciado y los publicó en Amberes en 1685, con el título de “Discursos Académicos, Morales, Rethóricos y
Sagrados, que recitó en la florida academia de los floridos don Josseph de la
Vega. Y con obsequioso rendimiento dedica, ofrece y consagra la mérito, agrado
y curiosidad Del muy Ilustre Señor Iosseph Núñez Marchena, publicado en Amberes
en 1585”.
Desde
el año 2000 la Federación Europea de Bolsas (FESE, por sus siglas en inglés),
otorga, anualmente el Premio de la Vega,
llamado así en honor al economista, al autor de un trabajo de investigación
destacado sobre mercados financieros.
Como
economista escribió varios temas sobre finanzas y mercados, lo cual no fue
óbice para que escribiera sobre estos otros temas. Amén de los que he citado anteriormente,
podemos incluir los siguientes: “Asiré
ha-tikwap, en español “Los
prisioneros de la esperanza”; “Vida
de Adán”; “Oración fúnebre en las
exequias de su madre Esther Penso”; “Oración
fúnebre en las exequias de su padre D. Yshac Penso Feliz y la Rosa”; “Discurso académico moral. Hecho en la
insigne academia de los Sitibundos”; “Triunfos
del águila y eclipses de la luna”; etcétera.
José
Penso de la Vega era español porque Flandes era parte de nuestro Imperio.
Escribió sobre diversos temas pero destacó porque fue el primer intelectual que
habló sobre finanzas, su funcionamiento y la bolsa de valores, hecho que no es
muy habitual en los economistas actuales u ordinarios y que requiere unos
profundos conocimientos sobre teoría y política monetaria. Sus numerosos
artículos sobre literatura y cultura de los españoles han dado lugar a que José
Penso de la Vega, en algunos tratadistas, lo incluyan como un autor del Siglo
de Oro de la Literatura Española.
Los
principios de las finanzas y de la compraventa de acciones y obligaciones en
mercados institucionalizados, como son la Bolsa de Valores, son debidos a
nuestro compatriota José Penso de la Vega, al que hemos de valorar con alta
consideración, y que usaba indistintamente el idioma español y el hebreo con
total facilidad.
Vicente Llopis Pastor
28 de noviembre de 2021
Comentarios
Publicar un comentario