Estimado
lector, según comenté en el artículo titulado “Anecdotario (XL)”, voy a seguir
incorporando nuevas anécdotas cada lunes. La anterior entrega fueron diez
anécdotas. Así que comencemos:
401)
Frederic
Chopin.
Frederic
Chopin (1810-1849) nació en Polonia y murió en París. Su apellido era francés,
puesto que su padre lo era, nacido en Lorena. Estaba de profesor de francés en
Varsovia, y vivía en una aldea, cerca de la capital, y allí nació Chopin.
Parece ser que en Polonia este nombre se pronunciaba “Kopin”.
A los ocho
años de edad dio su primer concierto. Su madre le vistió con una chaqueta de
terciopelo y un gran cuello blanco almidonado. Después del concierto, ya otra
vez en su casa, los padres interrogaron al niño. El padre le dijo:
-
“¿Qué te parece que le habrá gustado más al público?”.
Y el niño músico,
muy decidido, dijo:
-
“¡Mi cuello blanco!”.
Y es que Chopin
niño no daba importancia a tocar bien el piano, puesto que le salía sin ningún
esfuerzo.
402)
Camile
Flammarion.
El astrónomo
francés Camile Flammarion (1842-1915) era persona humilde que no acostumbraba a
pedir nada a nadie. Murió otro astrónomo, que había sido todo lo contrario. Un
hombre infatuado, que se había movido siempre entre personajes y de todos había
solicitado cargos, honores y distinciones. La Sociedad de Astronomía pidió a
Flammarion que redactara el epitafio para el muerto. Y Flammarion lo hizo así:
“Aquí yace fulano
de tal. Éste es el único puesto que ha tenido sin haber antes solicitado una y
otra vez que se lo dieran”.
403)
Rudyard
Kipling.
Rudyard Kipling
(1865-1930), natural de India y que solía escribir en inglés por ser colonia
británica, fue un escritor de mucho talento. Solía aprovechar las ocasiones que
se le ofrecían para contar cuentos a los niños. En ocasión de pasar unos días
invitado en la casa de campo de un amigo, coincidió con una niña, sobrina de su
amigo. Y la primera tarde la llevó a dar un paseo. A la vuelta el amigo de
Kipling preguntó a la niña:
-
“¿Cómo ha ido?, supongo que has hecho todo lo posible
para no aburrir al señor Kipling”.
La niña le
contestó:
-
“Sí, tío. Y el señor Kipling ha hecho todo lo posible
para aburrirme a mí”.
Confesaba después
Kipling que aquellas palabras de la niña le hicieron pensar mucho.
404)
Amedeo
Modigliani.
El pintor italiano
Amedeo Modigliani (1884-1920), establecido en París desde 1906, nunca consiguió
triunfar durante su vida.
Modigliani murió a
los treintaiséis años de edad. Vivió siempre en la mayor pobreza y en lucha
contra la enfermedad que le consumía. Estaba tísico. En 1917, a los
treintaitrés años de edad, se encontró en París con una condiscípula de la
Escuela de Bellas Artes, Jeanne Hébuterne. Tampoco a ella le iban muy bien las
cosas. Se casaron y lucharon los dos contra la pobreza y la enfermedad.
Tuvieron un hijo.
Modigliani murió
en el Hospital de la Charité. Había
nacido en Italia, en Livorno, y sus últimas palabras fueron:
-
“¡Italia!, ¡mi Italia querida!”.
En Italia vivía la
madre del pintor y, en sus últimos tiempos, Modigliani intentaba ahorrar dinero
para efectuar un viaje a Italia. Daba esta razón:
-
“Quiero ver a mi madre”.
No lo consiguió.
Murió sin haber podido emprender el viaje. Y el mismo día del entierro, su
mujer se suicidó.
405)
Popea.
Popea (30-65), la
mujer disoluta que fue esposa del Emperador Nerón (37-68), se casó primero con
un tal Crispino, y después con un noble romano llamado Otón (32-69), cortesano
del Emperador. Nerón había oído hablar de la belleza de Popea a través del
propio Otón, quien propició la relación para acercarse al Emperador. Nerón le
preguntó:
-
“No conozco a tu mujer. ¿Por qué no la presentas
en Palacio?”.
Nerón, prendado de
Popea, mandó al marido de Gobernador a una lejana provincia, y con el
nombramiento, le dio una orden que dejara a su mujer en Roma. Otón obedeció, y
Nerón mandó un emisario detrás del viajero con orden de matarle en la primera
ocasión. Y Popea tuvo residencia oficial en Roma como favorita del Emperador.
406)
Bertrand
Russell.
Bertrand Russell
(1872-1969), filósofo inglés, falleció a los noventaisiete años de edad. Se
dice que en sus últimos años sólo se alimentaba de algunos purés, té y whisky.
Una vez, en un
coloquio, le preguntaban si podía dar algunos buenos consejos de filosofía de
la vida. Russell dijo que podía dar tres, muy importantes todos, y dijo lo
siguiente:
-
“Tener el valor de aceptar resignadamente las cosas que
no se pueden cambiar; tener la obstinación suficiente para cambiar aquellas que
uno puede cambiar; y tener la inteligencia indispensable para no confundir
nunca las unas con las otras”.
407)
Peter
Chaikovski.
Peter Chaikovski
(1840-1893), músico ruso considerado por algunos críticos como músico más bien
ocasional, sin una determinada vocación, a pesar de lo cual, algunas de sus
obras figuran en los programas de buena música de todo el mundo.
En su primera
juventud cultivó más la poesía que la música, y daba la impresión de que su
vocación era más bien poética. Y, dato curioso, la poesía la escribía en
francés y no en ruso. He aquí una de sus poesías, en lengua francesa en el
original, dedicada a la muerte de un pájaro:
“El pajarito
duerme bajo la fría tierra / no hay
piedra sepulcral que señale el lugar / como sucede con los hombres que han
muerto / ni puede el pajarito recordar / que allí yace su cuerpo / pero Dios lo
sabe, no lo olvida / y este recuerdo divino es cuanto queda / de la vida de un
pájaro”.
408)
Alady.
Alady era el
nombre artístico del español Carlos Saldaña (1900-1969), y contaba que la
primera vez que estuvo en México había huelga de taxis. En la estación llamó a
un chiquillo y le pridió que le llevara la maleta hasta el hotel. Era una
maleta que pesaba lo suyo. El chiquillo pidió un precio y Alady se avino. Y
echaron a andar. El chiquillo delante, pues sabía el camino, y Alady detrás.
A mitad de camino,
el chico dejó la maleta en el suelo y se sentó encima. Y, por toda explicación,
dio ésta:
-
“Me rajé”.
Y de aquí no había
nada que sacarle. Pero Alady le había pagado ya lo convenido, y llamó a un
policía. Le contó la cosa. El policía habló con el chico. Y el chico repitió su
explicación:
-
“Me rajé”.
Y entonces el
policía, muy en serio, dijo a Alady:
-
“Se rajó”.
Y allí les dejó,
cumplido su deber.
409)
Adelina
Patti.
La famosa cantante
Adelina Patti (1843-1919) era madrileña, pero de familia italiana. Fue una niña
prodigio y, a los seis años de edad, ya cantaba en público subida a una mesa.
Tenía una memoria musical prodigiosa y se sabía todas las óperas que había
cantado alguna vez.
Fue siempre muy
caprichosa, y la primera vez, muy niña aún, que cantó en un teatro en los
Estados Unidos de América, se negó a salir si no le compraban una muñeca que
había visto en un escaparate. Se la compraron y salió a cantar con la muñeca en
brazos
410)
Giuseppe
Verdi.
Giuseppe Verdi
(1813-1901), uno de los más grandes compositores que ha habido en la historia
de música y ópera. En una ocasión, Verdi fue a París, en donde vivía el
compositor italiano Gioacchino Rossini (1782-1868), autor de algunas óperas muy
popularizadas, como “El barbero de Sevilla” y “Guillermo Tell”, durante los
ensayos, trataba a los músicos con mucho rigor, y no les perdonaba la más
ligera distracción.
Una vez en París,
Verdi visitó a Rossini, que era veintiún años menor, y que empezaba entonces a
darse a conocer. Rossini le recibió muy afable. Algo había oído hablar del
joven Verdi, pero nunca se habían visto. Años después preguntaban a Verdi si
había sacado algún fruto de aquella entrevista, y Verdi decía:
-
“La verdad es que Rossini sólo me dio un consejo que
nada tiene que ver con la música. Y me lo dijo así: Para que te acuerdes de tu
primer encuentro con Rossini. Primero se señaló la frente y dijo: Para el
público, esto. Después se señaló el corazón: Para los buenos amigos, esto. Y
añadió: Y para las mujeres… no hace falta que te lo señale. ¿Comprendes?”.
-
“Y la verdad es que, al menos la última parte, la comprendí
muy bien”.
Estimado lector, habrá diez nuevas anécdotas el próximo lunes.
Un afectuoso saludo. Continuará…
Vicente Llopis Pastor
22 de noviembre de 2021
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