Estimado
lector, según comenté en el artículo titulado “Anecdotario (XXXII)”, voy a
seguir incorporando nuevas anécdotas cada lunes. La anterior entrega fueron
diez anécdotas. Así que comencemos:
321)
Eleanor
Roosevelt.
La señora Elanor
Roosevelt (1864-1962), esposa de Franklin Delano Roosevelt (1882-1945), a pesar
de quedar viuda en 1945, llevaba una vida muy activa en organizaciones. Se
acostaba pronto y madrugaba mucho. Hablando un día de sus madrugones, decía:
“Me levanto en seguida que me despierto. Y creo que, a los que no se levantan
sino mucho tiempo después de haberse despertado, es difícil que nada les salga
bien”.
Y después de un
reflexivo silencio, añadió: “Aunque más les costará conseguir nada, creo yo, a
los que no se despiertan sino mucho rato después de haberse levantado”.
322)
Franklin
Delano Roosevelt.
Franklin Delano
Roosevelt (1882-1945) fue Presidente de Estados Unidos en cuatro elecciones
sucesivas, algo que ahora resulta imposible porque se limita la presidencia de
Estados Unidos a un máximo de dos legislaturas, es decir, ocho años. Falleció
en 1945 y no pudo cumplir totalmente el periodo de 1945 a 1949 para el que
había sido elegido Presidente, y fue sustituido por el Vicepresidente Harry S.
Truman (1884-1972), el Presidente que ordenó lanzar la bomba atómica sobre
Hiroshima y Nagasaki, en Japón.
Roosevelt, previamente
fue Gobernador del Estado de Nueva York, y al entrar en su oficina le gustaba
pasar por la sala donde le esperaban sus visitantes. Les hablaba un rato y
siempre era para contarles algún cuento gracioso.
Un amigo le
preguntó por qué hacía aquello tantas veces.
Roosevelt le
contestó:
-
“Es un truco. Observo cuál de ellos es el que se ríe
con más fuerza”.
-
“¿Y qué ganas con esto?”.
Roosevelt dijo:
-
“Que ya sé que él es el que viene a pedirme el favor
más importante”.
323)
Richard
Burbadge.
Richard Burbadge
(1567-1619) fue un gran actor en la época del gran poeta inglés William
Shakespeare (1564-1616), y pertenecía como Primer Actor de la compañía creada
por Shakespeare que actuaba en el Teatro el Globo de Londres. Burbadge era un
hombre muy apuesto y un gran actor, que llevaba de cabeza a muchas mujeres.
Estaban representando con éxito creciente la obra “Ricardo III de Inglaterra
(1452-1485)”, último Rey de la Casa de York y de la Dinastía Platagenet, que
fue derrotado en la llamada “Guerra de las Dos Rosas”. Después de la función,
un mensajero se acercó a Burbadge y le dijo:
-
“Esta noche en la casa nñmero tal, de tal calle, os
espera una mujer que os ha visto trabajar y os ama. Si no fuera mucha su
belleza no se atrevería a invitarlo. Basta que llaméis a la puerta, que os
anunciéis como Ricardo III y la puerta se abrirá”.
Shakespeare, que
estaba allí presente, oyó la conversación, se anticipó al actor, fue a la casa,
dio el santo y seña, le abrieron la puerta, se dio a conocer a la dueña de la
casa y ella lo aceptó como compañero de una noche. No mucho más tarde llegó
Burbadge, y llamó a la puerta. El mismo Shakespeare le preguntó desde dentro:
-
“¿Quién sois?”.
A lo que Burbadge
contestó:
-
“Ricardo III”, que es lo que habían acordado.
Y Shakespeare,
desde dentro, le dijo:
-
“Pues yo soy Guillermo el Conquistador, primer Rey de
Inglaterra de origen normando y con antecedentes de los vikingos”.
Y no le abrieron
la puerta a Burbadge.
324)
Duque de
Wellington.
Sir Arthur
Wellesley (1769-1850), Duque de Wellington, fue un militar británico que luchó
en numerosas ocasiones contra las tropas de Napoleón Bonaparte (1769-1821). Con
la entrada de Napoleón Bonaparte en España y el nombramiento de su hermano,
José I (1768-1844), como Rey de España, quien fue muy contestado por los españoles,
se inició lo que llamamos “Guerra de la Independencia”. En apoyo de los
españoles acudió un contingente de soldados británicos al frente del cual
estuvo el Duque de Wellington, pero el verdadero vencedor de Napoleón fueron
los propios españoles, perdiendo el trono José I, que se marchó a Francia y
comenzó el reinado en España de Fernando VII (1784-1833).
Wellington
participó, posteriormente, en la Batalla de Waterloo, en junio de 1815, en la
que Napoleón sufrió tan gran derrota que las potencias vencedoras lo enviaron a
Santa Elena, una pequeña isla británica perdida en el Atlántico Sur, acabando
así el Imperio francés.
Después de esta
última victoria, el Gobierno inglés le enriqueció de una vez con una suma
importante. Parece ser que al comentar la batalla, después de la victoria de
los ingleses y los prusianos al mando de Gebhard Lebervecht von Brücher
(1742-1819), alguien insinuó el agradecimiento a Dios por haberles ayudado a
vencer. Y, al parecer, Wellington le advirtió: “Sí, gracias a Dios, desde
luego. Pero dudo mucho de que Dios, sin mi ayuda, hubiese ganado la batalla”.
Posteriormente Wellington llegó a ser Primer Ministro británico.
Hay que reconocer
los servicios que prestó Wellington, tanto a Portugal como a España, pero
también hay que citar que Wellington tomó en Portugal la ciudad de Lisboa,
Torres Vedras y otra; y en España tomó la ciudad de Badajoz y bombardeó y
destruyó fábricas y ciudades españolas.
325)
Jacinto
Benavente.
Jacinto Benavente
Martínez (1866-1954), dramaturgo, director, guionista y productor de cine
español. Premio Nobel de Literatura en 1922.
A Benavente no le
gustaba que de sus obras de teatro se hicieran libretos de zarzuelas, pero no
siempre lo pudo evitar. Y su obra “La princesa bebé” fue arreglada para ponerle
música. El arreglo lo hizo el mismo Benavente, quien había puesto esta condición.
Y un periodista le preguntó:
-
“¿Es cierto que el arreglo lo ha hecho usted mismo?”:
Benavente
contestó:
-
“No”.
-
Pues me han asegurado que sí”.
Y Benavente
respondió:
-
“Que lo he hecho es cierto. Pero no es un arreglo, es
un desarreglo”.
326)
Fray Luis de
León.
Fray Luis de León
(1527-1591), teólogo, poeta, astrónomo, humanista y religioso agustino;
Catedrático de la Universidad de Salamanca, en el Colegio anejo al edificio de
la Universidad Salmantina los alumnos recitaban el poema “Oda a la Ascensión”
de dicho poeta. Su estrofa es la siguiente:
“Y dejas, Pastor
Santo / tu grey en este valle, hondo, oscuro / con soledad y llanto / y Tú,
rompiendo el puro / aire, te vas al inmortal seguro”.
Y los alumnos lo
decían de la siguiente manera:
“Y dejas, Pastor
Santo / tu grey en este valle, hondo, oscuro / con soledad y llanto / y Tú,
rompiendo el puro / te quedas sin fumar, estoy seguro”.
327)
Lord Byron.
George Noel Gordon
(1788-1824), más conocido por Lord Byron, fue un poeta del movimiento
romanticista británico, antecedente de la figura del poeta maldito.
El título de Lord
lo heredó de un tío, hermano de su padre. Era este hombre un tipo raro, que le
había dicho a su sobrino:
-
“Heredarás mi título y nada más. Todo lo demás que me
pertenece lo destruiré antes de morir”.
Vivían en una
casa-castillo en el campo. Y su tío se dedicaba, día tras día, a matar toda la
caza que por allí había, y a cortar y quemar los árboles. Y decía al sobrino:
-
“Para que no encuentres nada vivo el día que yo muera”.
Murió el tío
cuando Byron era niño aún. En la escuela le llamaban George Gordon. Y el primer
día después de la muerte de su tío, cuando el maestro le nombró como de
costumbre, se levantó indignado y contestó:
-
“¡No! ¡Lord Byron!
328)
Marco Poncio
Catón.
En la historia de
Roma aparecen varias e importantes figuras que tuvieron igual nombre. Es el
caso de Marco Porcio Catón (234 a.C.-149 a.C.), llamado Catón “El Viejo”,
poeta, escritor y militar romano conocido como “El Censor”. Años después y
dentro de los descendientes del anterior Catón “El Viejo”, aparece Marco Poncio
Catón (95 a.C.-45 a.C.), bisnieto del anterior, a quien se llamó Catón “El
Joven” o Catón “El de Útica”, para distinguirlos.
Catón “El Joven” luchó
al lado de Cneo Pompeyo (106 a.C.-48 a.C.) durante la guerra civil entre Pompeyo
y Cayo Julio César (100 a.C.- 44 a.C.).
Derrotado en la
batalla de Farsalia (48 a.C.) por Julio César. Catón “El Joven” rehusó que
Julio César le perdonara la vida y prefirió suicidarse. Lo intentó lanzando su
cuerpo sobre su espada, pero quedó solamente herido. Un esclavo le descubrió
herido en el suelo, y llamó a un médico que le cerró la herida y le colocó sus
vendajes para, posteriormente, curarlo definitivamente. Catón “El Joven”, con
fuertes dolores y casi sin fuerzas, logró quitarse los vendajes y, con sus
propias manos, extraerse los intestinos, completando de esta horrible forma su
suicidio.
329)
Cambises.
Cambises II (fallecido
en 523 a.C.) fue Rey de los persas y de los medos. Hijo mayor de Ciro II El
Grande (600 a.C.-530 a.C.).
Según el recuerdo
histórico, fue un tirano execrable. Parece ser que sus maldades se debían a una
gran alteración psíquica, que a veces lo convertían en un verdadero monstruo de
perversión.
Presapes era el
favorito de Cambises II, algo así como su Lugarteniente y Primer Ministro. Un
día Cambises le preguntó a Presapes:
-
“¿Qué dicen mis súbditos de mí?”.
Presapes,
olvidando de que a los poderosos no les gusta oír las verdades contra ellos,
dijo una verdad, y le manifestó:
-
“Admiran tus buenas cualidades, pero te censuran tu excesiva
afición al vino”.
Cambises dijo:
-
“Pues voy a demostrarte que el vino no me impide
razonar ni destruye en nada mis facultades”.
Cambises se hizo
servir una gran jarra llena de buen vino, y bebió lentamente todo su contenido.
Después hizo venir a un hijo de Presapes, le hizo ponerse en un extremo de la
estancia con la mano izquierda en alto, tomó su arco y una flecha, y advirtió:
-
“Apunto al corazón”.
Disparó y la
flecha fue a clavarse justo en el corazón del muchacho.
-
“¿Crees que me ha temblado el pulso?”.
Presapes,
cortesano hasta un extremo inconcebible, le contestó:
-
“El mismo Apolo no lo hubiese hecho mejor”.
330)
Alejandro
Dumas.
Entre los
escritores franceses de alto nivel se encuentra Alejandro Dumas padre
(1802-1870), novelista y dramaturgo, cuyo nombre correcto era Davy de la
Pailleterie, e hijo de una esclava negra de las Antillas francesas, el actual
Haití. Hijo de un General de la República francesa, al servicios de Napoleón.
Entre sus obras más populares se encuentran “Los tres mosqueteros”, “El Conde
de Montecristo” y otras.
Su hijo
(1824-1895), del mismo nombre, se le entendía como Alejandro Dumas hijo, y fue
autor de excelentes novelas, entre ellas “La dama de las camelias”.
Sabido es que
Dumas Padre tenía un equipo de “negros” que le escribían las novelas. Él
recogía los datos, trazaba el esquema y el guion de la novela y sus “negros” la
escribían. Sólo así pudo componer tanto en tan poco tiempo. Se cuenta que un
día, los dos Dumas se encontraron, y el padre preguntó al hijo:
-
“¿Has leído, hijo mío, mi última novela?”.
Y el hijo contestó
al padre:
-
“No, padre mío. ¿Y tú?”.
Estimado lector, habrá diez nuevas anécdotas el
próximo lunes.
Un afectuoso saludo. Continuará…
Vicente Llopis Pastor
27 de septiembre de 2021
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