El “erasmismo” fue una corriente ideológica y estética dentro del humanismo renacentista centrada en las ideas del neerlandés Erasmo de Róterdam (1466-1536). Vivió en una época muy convulsa en temas religiosos y su trayectoria fue la siguiente:
1)
Los aspectos ideológicos del erasmismo propugnaban un
compromiso entre el protestantismo y el papado, con numerosos conflictos e
incluso guerras entre países, tanto del Norte como del Centro y Sur de Europa.
Erasmo criticó la corrupción del clero, especialmente la del clero regular, la
piedad supersticiosa y los aspectos más exteriores de la religión católica, por
ejemplo el culto a los santos, las reliquias, etcétera, prefiriendo una
religiosidad interior y espiritual, fundada en la oración mental e inspirada en
la “devotio moderna” nacida en el siglo XIV. Por otra parte, mediante el
“irenismo” o “pacifismo” se declara en contra de la guerra, sobre todo de las
guerras de religión, que se manifestaron en Europa durante los siglos XV, XVI y
XVII. Erasmo era partidario de la imitación ecléctica, en vez de la imitación
ciceroniana: “el mejor estilo se ganará imitando lo mejor de cada autor latino,
en vez de imitar a uno solo”, Marco Tulio Cicerón (106 a.C.-43 a.C.).
2)
Difusión. Apoyado por el Emperador Carlos I de España y
V de Alemania (1500-1558), el erasmismo tuvo gran predicamento en toda Europa
hasta que las tensiones entre católicos y protestantes provocaron un clima
general de sospechas hacia las corrientes intelectuales y religiosas que
apoyaban la reforma de la Iglesia y de la espiritualidad. Este apoyo del Rey
Carlos I de España y V de Alemania hizo que se difundieran y tradujeran muchos
libros de Erasmo y que tuviera cierto predicamento en un país eminentemente
católico como era España.
3)
Seguidores. Entre los numerosos seguidores del
erasmismo encontramos a Santo Tomás Moro (1478-1535); Guillaume Budé
(1467-1540); Juan Luis Vives (1492-1540); Françoise Rabelais (1493-1553) y el
genial escritor español Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616), aunque al retirarse
al Monasterio de Yuste Carlos I y empezar a gobernar su hijo Felipe II
(1527-1588), los seguidores de Erasmo cayeron en desgracia y la Inquisición
persiguió todo vestigio de esa forma de humanismo. Recuérdese la trascendencia
que tuvo Martín Lutero (1483-1525) y sus efectos sobre las guerras religiosas,
la Reforma y la Contrarreforma española en el Concilio de Trento.
4)
Origen y formación. Hoy en día se considera a 1466 como
el año más aceptable del erasmismo. Erasmo fue enviado a los nueve años a la Escuela
de Deventer de los “Hermanos de la Vida” y con dieciocho años de edad entró en
el Monasterio de Emmaus de Steyn, de los Canónigos Regulares de Agustín. En
1488 hizo la profesión religiosa y cuatro años después, en 1492, fue ordenado
sacerdote. Erasmo nunca retornó a la vida monástica aunque la Iglesia
regularizó su situación en 1517, cuando ya era un autor famoso y una
personalidad pública.
5)
Viaje a Inglaterra: docencia y los adagios. Entre 1499
y 1500 viajó a Londres, donde tuvo la oportunidad de escuchar a John Colet
(1467-1519), en la Universidad de Oxford, y mantuvo con él una lectura
verdaderamente humanista de la Biblia. Esto le sirvió para escribir sus
“adagios”, que son más de seiscientos refranes y moralejas de las Antiguas
Grecia y Roma.
6)
Viaje a Italia. Entre 1506 y 1509 vivió en Italia, la
mayor parte del tiempo trabajando en una imprenta. En 1506 recibió el título de
Doctor en Teología. No todos simpatizaban con Erasmo, pues había quien
rechazaba sus ideas y estos opositores empezaron a criticarlo, tanto en público
como en privado. Gozaba de la admiración del Papa León X (1475-1521), quien no
pudo convencerle de que fijara su residencia en Roma y rehusó las ofertas de
promociones eclesiásticas, regresando a Inglaterra.
7)
Lucha contra la disciplina y las instituciones. El
haber estudiado en distintos lugares, tratado a mucha gente y recorrer diversos
países dio lugar a que Erasmo luchara contra la disciplina imperante en el
clero regular y secular y así se fue distanciando de las autoridades e instituciones
establecidas, defendiendo con mucha importancia la discusión escolástica,
reclamando el retorno a las fuentes genuinas a través de la aplicación rigurosa
del método histórico crítico. Nunca dejó de luchar contra la cárcel espiritual
que él observaba en todas partes, en todas las instituciones educativas,
intelectuales, políticas y sociales de su época. Esto le acarrearía numerosos
problemas a lo largo de su carrera.
8)
Fama y productividad literaria. Al regreso a Inglaterra
hacia 1509 Erasmo escribió una de sus obras más famosas “El elogio de la
locura”, en latín “Laudes stulticiae”. Hallándose en la ciudad imperial de
Basilea se vio obligado a retirarse a causa de la insostenible situación de
Lovaina, en el Brabante flamenco, en esta última ciudad escribió la mayoría de
sus obras, por ejemplo una edición crítica del Nuevo Testamento (1516), bajo la
protección de Carlos I de España y V de Alemania.
9)
Erasmo y Martín Lutero. Erasmo no conoció personalmente
a Martín Lutero ni se adhirió a la Reforma protestante; sin embargo, Martín
Lutero (1483-1525) dijo en muchas ocasiones que una de sus fuentes de
inspiración era la traducción que Erasmo había hecho del Nuevo Testamento.
Lutero clamó a los cuatro vientos el trabajo de traducir el Nuevo Testamento, que
supuestamente había dado lugar al paso inicial de la Reforma y que terminaría
por dividir al cristianismo. Erasmo, siendo como era su carácter y la poca
simpatía que sentía por la Iglesia y por el Papa, generó múltiples conflictos y
la separación del cristianismo en muchas otras iglesias.
10)
El conflicto religioso. Erasmo observó y escribió sobre
el dinero que los malos obispos y frailes ganaban vendiendo el Paraíso y
cometían otros delitos religiosos, como el de la simonía.
11)
La discusión doctrinal. Fundamentalmente era la de que
había que luchar por cambiar los abusos que los monjes, eclesiásticos y
príncipes hacían de las ideas cristianas, pero no las ideas mismas. Afirmaba
que la Reforma podía hacerse perfectamente sin recurrir a cambios doctrinales.
Erasmo reconoció y atacó las exageraciones de Martín Lutero acerca de la
libertad humana en el texto “Discusión sobre el libre albedrío”.
12)
Los últimos años. Erasmo fue acosado tanto por los
católicos como por los protestantes, sufriendo reproches y no le perdonaron el
hecho de que no hubiese querido tomar partido e intentaron desprestigiarlo en
su ancianidad.
13)
Reforma de la vida cristiana. Se fundamenta en permitir
más libertad de pensamiento. Es importante tener en cuenta que su “guerra” no
era contra los dogmas de la Iglesia, sino contra la vida moral y las prácticas
piadosas externas de las personas, muchas veces incoherentes, en especial de
los eclesiásticos. En definitiva, para él, la práctica de la religión debe ser
iluminada con las fuentes originales, la Palabra de Dios y los Padres de la
Iglesia. Sobre estas bases recondujo, al menos teóricamente, la vida espiritual
del cristiano al bautismo, “que introduce al hombre en un horizonte de libertad
y amor”.
14)
Reforma de la teología. La finalidad de la teología es
descubrir a Cristo, de ahí su lucha contra la escolástica, que, según él, eran
“discusiones vacías” que no contribuyen en nada a la conversión del hombre.
15)
Obras. Erasmo escribió numerosos libros, entre los más
reconocidos están: “Manual del soldado cristiano”, también llamado “La daga de
Cristo”; “El elogio de la locura”; “Adagios”; y muchas otras obras, como
“Paráfrasis del Nuevo Testamento”, etcétera.
16)
Cartas. Las cartas de Erasmo son interesantes; hay en
ellas más de 500 hombres de los más destacados del mundo de la política y el
pensamiento, que le escribían para pedir su ayuda, su apoyo o su consejo.
Muchos de ellos respetaron la palabra de Erasmo, pero no todos.
17)
Censura. Todas las obras de Erasmo fueron censuradas e
incluidas en el “Índice de Obras Prohibidas” por el Concilio de Trento, en el
que se estableció la Contrarreforma.
18)
Influjo en España. La influencia de Erasmo en España
fue estudiada por Marcel Bataillon (1895-1977) que escribió “Erasme et
l’Espagne” (1937), traducida al español por Antonio Alatorre (1922-2010),
publicada en México en el año 1950. Este libro tuvo mucha influencia entre
hispanistas; pero durante el franquismo, como tantos otros libros, no pudo
editarse en España.
19)
Erasmo en el arte. Erasmo fue representado en retratos
por diversos pintores; algunos llegaron a conocerlo pero otros tuvieron que
recurrir a imágenes ajenas. Entre dichos pintores se encuentran Alberto Durero
(1471-1528); Hans Holbein el joven (1497-1543); y Anton van Dyck (1599-1641),
que se basó en uno de los retratos del año 1530.
Esta
es una ligera semblanza de Erasmo de Róterdam y de su humanismo cristiano, que
tanto influyó en ideas literarias, políticas, científicas, legales, etcétera, y
que en cierto modo, afloraron algo en la sociedad española del siglo XVI, dando
lugar, posteriormente, al Siglo de Oro español, algo que no se recuerda pero
que sus ideas, junto con las de Antonio Nebrija (1444-1522), creador de la
primera gramática en lengua española; Diego López de Cortegana (1455-1524),
humanista y traductor español; Alonso Manrique (1471-1538), Cardenal, Arzobispo
de Sevilla e Inquisidor; Juan Valdés (1509-1541), escritor; Alfonso Valdés
(1490-1532), escritor y hermano del anterior; y muchos más, prevalecieron y sirvieron
para crear una nueva Europa. Hasta el punto que la Unión Europea (UE) creó el
programa Erasmus de movilidad de estudiantes universitarios por toda Europa.
Curiosamente
Erasmo fue invitado por el Cardenal Cisneros (1436-1517) para dar clases en la
Universidad de Alcalá, pero rechazó la idea con una célebre frase: “Non placet
Hispania”, traducido como “España no me gusta”. Y algo de razón pudo tener ya
que, a los erasmistas y sus ideas les persiguió continuamente la Inquisición
española.
Estimado
lector, un gran humanista y, en cierto modo, padre de las Humanidades en Europa
y que, a pesar de la protección de Carlos I de España y V de Alemania, su hijo
Felipe II y toda la pléyade de clérigos que rodeaban a éste sirvió para
estancar a nuestro país en un catolicismo “a machamartillo” que ha traído algún
que otro disgusto en la Historia de España.
Querido
lector, le pido disculpas por la aridez del tema relativo al erasmismo. Pero es
conveniente conocerlo. El aislamiento de España, bajo mi entender, comienza con
el erasmismo.
Un
afectuoso saludo.
Vicente Llopis Pastor
28 de mayo de 2021
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